La maldición de la pantera rosa

Moradores del blogoplancton:

DISCLAIMER
¡No sigáis leyendo! Si leéis hasta el fin esta anotación quedaréis malditos para siempre. El aviso está hecho, que si no luego venís con el que si tal y cual y que si la abuela fuma.

La maldición de la pantera rosa me fue transmitida en una clase de fisiología vegetal por Biosfofo, y como habéis adivinado os la voy a transmitir a vosotros inmediatamente. No me deis las gracias, yo soy así.

Por cierto, que las clases de fisiología vegetal que recibíamos eran un entorno ideal donde confraternizar con el compañero para intentar evitar los potentísimos efectos somníferos que irradiaba el profesor en cuestión. Creo que eran de las pocas ocasiones en las que me quedaba dormido (dormido y roncando) en primera fila a pesar de mis esfuerzos titánicos por mantener los ojos abiertos. Nunca un par de párpados pesaron tanto.

Perdonad la divagación. La cosa es que Biosfofo, entre cabezada y cabezada me decía que la pantera rosa le observaba amenazadoramente a través de la cuadrícula de sus hojas de apuntes. Yo pensé que estaba delirando, pero con paciencia procedió a explicarme qué quería decir, no sin antes informarme de que me caería su misma maldición de por vida. Evidentemente acepté. Cualquier cosa servía para no volver a babear en público.

La cosa es como sigue. La cara de la pantera rosa es, con algo de imaginación, asimilable a una cuadrícula de 3×3, así:

De hecho, cualquier cuadrícula de 3×3 será fácilmente vista como una pantera rosa tras un par de intentos.

La pantera rosa que te mira a través de una cuadrícula en blanco no es el simpático personaje al que estamos acostumbrados. Su mirada es fría y severa y esconde oscuras intenciones. Si finalmente decide maldecirte la verás en las vallas metálicas, en los adoquinados de las calles, y, como le pasaba a Biosfofo, en los papeles cuadriculados. Si la maldición cala en ti, incluso serás capaz de verla en enladrillados y entramados más complejos: deformada pero igualmente inquietante.

En fin amigos, vosotros quisisteis leer.

BIENVENIDOS (leer con voz como de bruja mala)

Y sí, veeeenga, voy a tomarme la medicación.