Para completar la serie de elementos, er…, curiosos que hallamos en el reciente viaje a Turquía aquí os presento toda una serie de instantáneas ligadas a la dura infancia de los niños turcos.
Ya desde pequeñines se les obliga a consumir mercancías como los pañales PEDO klasik (no me digáis que no es un puntazo).
Aquí una muestra de los bricks de papillas Ari. Me parece discutible que la imagen de un niño con una cuchara en la boca, manchándose la barbilla de comida sea sugerente para las madres compradoras, pero oye…
No se me ocurre qué trastada puede hacer un niño/a para que se le regale una muñeca como las que había en una gasolinera cerca de Antalya. Había muchas donde elegir, todas ellas espantosamente feas, con muecas horripilantes inductoras de horribles pesadillas. Precio: unos 15 eurazos al cambio.
Si los niños españoles deben vestirse de marineritos en su primera comunión, los turcos lo hacen de sultancitos, o lo que sea. Contemplad uno de tantos trajes festivos para niños que medraban en los escaparates. ¿Algún lector está al tanto de qué oscuro rito iniciático musulmán requiere esta indumentaria?
Para terminar, un sugerente cartel en plenas ruinas de Éfeso:
Pobres niños, les compadeco, y de paso y a he terminado mi analisis objetivo de Digimón y Pokémon.
El caso es quejarse… por lo menos no sale muy caro sentir la «mágica atmósfera»!
Y qué hacen UNICEF o intermón Oxfarm frente a estos atropellos a los derechos de los niños. Y después se reservan los perritos de coche para los clientes oxidentales…. ¡qué cueldad!
El disfraz que lleva el muñeco de blanco es el traje de la primera comunión, vamos su equivalente, el día que les hacen la circuncisión les ponen ese traje, eso si que es bizarro, sale una caravana de coches todos tocando el claxón con el niño sacado por la ventanilla o por el techo del coche si es descapotable, eso es lo que yo llamaría escarnio público. VAmos que se entera ehasta el tato que le van a cortar el pellejo.
Bueno, yo creo que, sencillamente, se han quedado en los 50: el niño de la papilla se parece un montón a las fotos de mi padre de crío y el muñeco de blanco es un Elvis ambiguo. Punto.
Eh, que la muñeca se llama Senos…uuuuh
Muy bueno lo de Elvis ambiguo. A mí las muñecas Senos me parecen el Nenuco Rosendo
Sabía que estas imágenes darían de qué hablar. Me alegro de que os gusten. Y por cierto ¿cómo es posible de que no me diese cuenta del nombre de la muñeca?