Preparándonos para «300»

Dentro de muy poco podremos ver en las salas de cine la peli «300«, inspirada en una novela gráfica de Frank Miller (el de Sin City), que a su vez está inspirada en la batalla de las Termópilas, que enfrentó a griegos y persas allá por el año 480 a.C. Todo esto seguro que lo sabéis ya, pero bueno. Yo no es que tenga muchas esperanzas en la película. En este género suelo valorar muy negativamente la falta de rigor histórico o literario, y si tenemos en cuenta los precedentes, los dos grandes taquillazos de peplum de lo que llevamos de siglo XXI (s.l.) (Gladiator y Troya) la verdad es que las perspectivas son poco alentadoras. Además existe la posiblidad de que haya parte de remake de «The 300 Spartans» (1962), aunque esto no lo sé. Si ya me consta que hay diferencias entre la peli y el cómic, y supongo que Miller también se habrá tomado sus licencias, me da a mi que la verosimilitud no va a estar muy allá. A efectos prácticos poco importa lo que opine (¿importa alguna vez?) especialmente porque todos sabemos que voy a ir a verla de cabeza, que cuando veo unas sandalias y una túnica…

Bueno, a lo que iba. Quería recomendaros, antes de que la veáis un par de entradas de un blog que he descubierto hace poco y al que ya estoy suscrito. Se llama Historia Clásica y trata exactamente de lo que parece. En un post reciente hace una escueta lista de los personajes que protagonizaron de una u otra manera la batalla de las Termópilas a modo de guía breve para la película. Hace poco también ha salido una entrada corta sobre el tema de la batalla explicando que realmente no sólo participaron 300 soldados espartanos.

Ha sido en parte gracias a este blog que se me ocurrió que una manera decente de recibir a esta película sería asistiendo a su proyección con una indumentaria propicia. Pues bien, me entero gracias a HC que existen tiendas donde se pueden adquirir todo tipo de material clásico, y cuando digo todo tipo es de todo tipo. Si cuando se estrenaban las distintas partes de La Guerra de las Galaxias el personal asistía con todo tipo de indumentarias frikis (cascos de Darth Vader, espaditas laser y todo eso) yo defiendo el derecho a presentarse en el cine con un casco tardocorintio como el de la foto de la izquierda por sólo 160 euros. Eso sí que sería una frikada. Vale, es caro ¿pero cuánto cuesta una espada láser?  Una de estas tiendas tiene sede en España, con lo que resulta más asequible, la otra está en India y tiene como inconveniente que sólo vende a mayoristas (supongo que para películas y esas cosas). El surtido que ofrecen entre las dos es francamente impresionante: desde todo tipo de armamento hasta lámparas de aceite, juguetes, joyas, material de campaña, túnicas…

Para muestra un botón: si te molan los romanos tienes desde escudos hasta espadas fielmente recreadas pasando por otros utensilios tales como las sandalias o el material de escritorio.

Ahora bien, en lo que a armas respecta yo no lo dudaría y optaría por una falcata, la espada típica de los guerreros íberos de la que se pueden ver ejemplos (oxidadísimos, eso sí) en el Museo Arqueológico Nacional. Precio: 140 euracos.

Y claro, no puedo acabar esta entrada sin comentar que si de verdad os interesa la batalla de las Termópilas acudáis a la fuente fundamental: la Historia de Heródoto. Allí es donde se cuenta que, cuando los espartanos vieron el número muy superior de los soldados persas (algo así como una manifestación a favor de la vivienda digna frente a una del PP) y las flechas que éstos lanzaban «eran tan numerosas que llegaban a oscurecer el cielo» no sólo no se amedrentaron sino que supieron buscar el lado bueno de las cosas: «Mejor, así lucharemos a la sombra».