De cómo los pogonóforos pueden ayudarte a encontrar vivienda digna

Iba yo un día de este verano hacia mi casa después de una jornada de duro trabajo cuando en el metro me encuentro con un anuncio de ese paradigma de marketing ejpañol por todos conocido que viene a llamarse El Corte Inglés. Para promocionar sus productos estivales habían dispuesto en atractiva pose a una buena moza que, gracias al fotochopped, aparecía caracterizada (torpemente) a modo de sirena. Esto no tendría nada de especial de no ser por la mano hábil de uno de esos artistas urbanos que había colocado junto a la quimera un simpático bocadillo que podéis leer a continuación:

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Efectivamente, la bella sirena dice: «Yo tampoco podía pagar mi casa y me busqué la vida en el mar«. Da qué pensar ¿eh? Poesía subterránea en estado puro. Me hace gracia lo de buscarse la vida. Debe ser un recurso muy utilizado por quien quiere tocar los cohones a los jóvenes. En mis primeros días de becario de investigación (300 euros al mes) me encontré con mi profesora de física del instituto. Su mote oficial era «la prosti», con eso es suficiente para hacerse una idea de su probervial amabilidad y belleza humana. «¿Cómo te va?«, me preguntó, y claro, como buen precario, me puse a quejarme de la situación de los incipientes investigadores en España y todo eso. «No te quejes tanto» respodió algo molesta, harta de tener que oir lo mismo de todos sus estudiantes progres de colegio de curas «así hemos empezado todos. Tendrás que buscarte la vida«. Decidí no hablar del precio relativo de la vivienda durante las últimas décadas y me despedí. Pues eso chicos, agradeced a «la prosti» el consejo que os da. Sus enseñanzas son buenas, pero mejores son las de los pogonóforos. Ya, que qué coño son los pogonóforos, os estaréis preguntando ¿no? Bueno, los pogonóforos forman parte de mi lista personal de animales favoritos. Tenía muchas ganas de escribir sobre ellos pero nunca viene a cuento, así que lo estoy intentando colar hoy forzando una inexistente relación con los problemas de vivienda del país.

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Starring: Riftia pachyptila


Por decirlo rápido y mal, los pogonóforos son unos gusanos de hasta varios metros de longitud que no tienen boca ni ano, que viven en el océano a miles de metros de profundidad, metidos en unos tubos y hacinados en colonias de miles de individuos, inmersos en aguas hirvientes que huelen a huevos podridos. Como todos los grupos de bichos que realmente merecen la pena, su existencia no fue descubierta hasta el siglo XX. Entenderéis que son unos animales maravillosos. Originalmente se pensaba que eran un filo de animales independientes (y ya sabéis cómo me gustan los filos de animales raros [[1]], [[2]]), pero en la actualidad se sabe que son anélidos muy especializados. Al parecer, lo más «in» es considerarlos miembros de una sola familia, los siboglínidos, pero el nombre «pogonóforo» es tan eufónico y evocador que muchos aún los seguimos llamando así. También se les conoce como «gusanos tubícolas gigantes«, pero no mola tanto. Ea, y aquí va una fotico de una colonia de pogonóforos de la especie Riftia pachyptila.

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Atónito científico sosteniendo un pogonóforo de más de dos metros de largo

Lo excepcional de estos gusanacos no es tanto su tamaño (que también) como su forma de vida. Son miembros de unos ecosistemas muy especiales que obtienen su energía de forma independiente de la luz solar. Esto, que puede parecer una tontería, no lo es en absoluto. Pensad que la inmensa mayoría la energía que mueve los ecosistemas procede del sol (habitualmente a través de la fotosíntesis). Si el sol se apaga (en plan Sunshine, por ejemplo), todo se va a hacer puñetas; se acabaron los arrecifes de coral, los pinares de repoblación y las series de la Fox. Sin embargo, en las profundidades abisales, los pogonóforos y su corte de invertebrados fantásticos seguirían como si nada hubiese pasado durante mucho tiempo más. Alucinante. No es de extrañar que estos sean unos de los ecosistemas más estables en el tiempo.

pog5.jpgEl hábitat preferente de los ecosistemas de pogonóforos son las chimeneas hidrotermales (izquierda), unos lugares curiosísimos que no fueron descubiertos hasta 1977. Como su nombre indica son unas elevaciones de roca de hasta 60 metros de altura que aparecen sobre las dorsales oceánicas, a menudo a miles de metros de profundidad. Por sus extremos expulsan agua a 350ºC que ha estado muy próxima al magma terrestre. Ese agua tan caliente sería gaseosa de no ser por las presiones superlativas de varios cientos de atmósferas a las que se ve sometida. Por otra parte al ponerse en contacto con el agua gélida de las profundidades (unos 2ºC), la gran cantidad de minerales que llevan esas emisiones precipitan y es lo que forma la chimenea en sí. Además, esas aguas son muy ricas en sulfuro de hidrógeno (de ahí lo que decía del olor a huevos podridos) y ese es un detalle importante, porque al fin y al cabo es el responsable de la existencia de esos ecosistemas. Muchos especialistas sospechan incluso que la vida en nuestro planeta pudo haberse originado aquí.

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Otra foto de chimenea hidrotermal submarina junto a una impresionante colonia de pogonóforos.

Aunque no venga del sol la energía de los ecosistemas hay que sacarla de algún lado, y en el caso que nos ocupa, toda una nutrida cohorte de seres vive a expensas de la oxidación del sulfuro de hidrógeno, presente en gran cantidad en las profundidades de la corteza terrestre. ¿Quién realiza esta oxidación? Obviamente no son los propios pogonóforos (los animales somos universalmente unos inútiles en lo que a la gestión de nuestro metabolismo se refiere) sino (¡oh sorpresa!) unas bacterias quimiolitoautótrofas que viven dentro de los gusanos que nos ocupan, en un órgano llamado trofosoma que se corresponde con los vestigios del tubo digestivo. Cómo un animal que no posee boca ni ano puede contener bacterias a porrillo dentro de un estómago vestigial es una buena pregunta. Ahí está el Intelnés para buscar la respuesta, y si la encontráis me la decís, que no tengo ni idea.

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Grupo de jóvenes pogonóforos en una solución habitacional masiva.

pog9.jpg¿Véis esos penachos rojos de estos pogonóforos? (izquierda) Son sus llamativos tentáculos o «barbas». Su intenso color se debe a que poseen una hemoglobina especial, única en todo el reino animal, capaz de capturar tanto oxígeno como sulfuro de hidrógeno y llevársela a las bacterias del trofosoma. Los pogonóforos cultivan bacterias en su interior, las miman, las alimentan y luego se las comen; así es como comienza una increíble cadena trófica que mantiene con vida a muchos bichos alucinantes que viven en la absoluta oscuridad y de los que, muy probablemente, sólo conocemos a una pequeña parte. Algunas imágenes de muestra:

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De izquiera a derecha (click para ampliar): un zoárcido (un pez, vaya); un gusano de Pompeya (Alvinella pompejana, otro anélido (antes también incluido entre los pogonóforos); Calyptogena magnifica (almejas gigantes, también con bacterias simbiontes); Cangrejo Bythograea thermydron. Abajo, el ya célebre y espectacular «cangrejo yeti» (Kiwa hirsuta), descubierto en 2006.

Existen también surgencias frías de metano y sulfuro de hidrógeno que igualmente sirven de fuente de energía para ecosistemas independientes de la luz solar gracias a bacterias quimiolitoautótrofas, pero hay que decir que no resultan ni por asomo tan espectaculares como las que he mencionado en primer lugar.

Hay además ecosistemas lejanamente similares a los de las chimeneas submarinas que surgen alrededor de grandes cetáceos muertos que caen a las profundidades abisales. La ingente cantidad de materia muerta que aporta un cadáver de cetáceo es usada como fuente de alimento y energía por nuevas bacterias (en este caso quimioheterótrofas) y multitud de animales carroñeros. Estos ecosistemas suelen ser más efímeros aunque igualmente interesantes y en ellos también participan algunos pogonóforos (conocidos en la jerga zoológica como «gusanos zombi«, Osedax spp.) que se alimentan, al igual que muchos otros invertebrados, de la carroña del cetáceo.

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«Gusano zombi» (Osedax) de los que comen carne muerta de ballena

Sin embargo, estas explosiones de vida temporales, que duran sólo hasta la completa descomposición del cadaver (y luego si te he visto no me acuerdo), no son independientes de la luz solar. El cetáceo en cuestión (pongamos, una ballena barbada) creció a base de krill, que a su vez se alimentó de fitoplancton, y todos sabemos que el fitoplancton sí realiza la fotosíntesis.

De no ser por las chimeneas hidrotermales y este tipo de acúmulos de carroña, el fondo del mar vendría a ser un auténtico desierto para la vida.

pog17.jpgY esto ¿qué narices tiene que ver con el problema de la vivienda? Pues básicamente nada, pero puestos a buscar soluciones habitacionales hay que reconocer que los pogonóforos son unos campeones. ¿Qué enseñanzas podemos recoger de su vida? En primer lugar, hay que ser independiente del flujo mayoritario de energía. En segundo lugar, debes asegurarte la autosuficiencia garantizándote un flujo constante de recursos virtualmente inextinguibles. Por último, no te importe vivir entre olor a pedo, hacinado con muchas otras personas incluyendo gente rara y/o peluda.

Los pogonóforos nos iluminan con su sabiduría a que vivamos en una comuna hippy. Esa es la verdadera solución a todos nuestros males derivados de estos tiempos extraños que nos toca vivir. Amigos del blogoplancton: okupemos un pueblo abandonado (sugiero la provincia de Soria, ni Dios se enterará de la maniobra hasta que sea irreversible), cultivemos nuestros alimentos al margen del libre mercado y montemos nuestra propia comuna. El neohippismo pogonofórido es la solución. Así es como se buscó la vida la sirena.

¡¡Ciudadano: piensa en pogonóforo!!

27 comentarios en “De cómo los pogonóforos pueden ayudarte a encontrar vivienda digna

  1. Increíble como se puede aprovechar cualquier tema para hablar de Zoología!! jejeje
    A estos bichejos les tengo un cariño especial después de hacer un trabajo sobre el entorno de las fumarolas, es agradable leer sobre ellos en sitios como éste.
    P.D. se te han pasado las cursivas en Bythograea thermydron. ;-)

  2. interesantes estos bichejos; según la viquipedia y mi interpretación de lo que dice, durante la juventud (o estado larvario acaso?) los dichos gusanos tubicolas tienen auna especie de tracto digestivo que al llegar a la madurez pierde ambos extremos, de lo que supongo que en su niñez nuestros amiguitos adquieren a las bacterias de manera que cuando son adultos ahí permanecen…
    por cierto eres biologo?
    pd: hoy mientras buscaba rotiferos en una muestra de agua estancada vi algunos copepodos, mandan saludos

  3. Como decía mi abuelo «en el mundo tiene que haber de todo». No obstante en la administración a la que acudo diariamente (ayer me pagaron el primer sueldo, si ven quejarse a un funcionario de lo poco que cobran pueden pegarle de mi parte)hay seres mucho más increíbles.

  4. Bueno, bueno, voy a mutar de pollito a Pogonóforo. Eres todo un visionario Monsieur Copépodo. Ahora que se acelera la destrucción de los casquetes y los únicos que van a aquedar son los que hechemos los sábados por la nuit. Es momento de que todos los miembros del copepodismo mutemos a esa nueva forma. Quiero ser Pogonóforo. Así no tendré que realizar la compra todas las semanas, que el medio ambiente se pone chungo, pos encantado. El futuro no es internet, el futuro es ser Pogonóforo. Quiero ser Pogonóforo.

  5. Me apunto al movimiento neohippie, pero como no se pronunciar enl nombre, prefiero lo de gusanos tubiculares…. lo demás ya lo aprenderé con el tiempooo… será por tiempo..
    PD: tengo que aprender tu técnica de enlazar conceptos unos con otros….ahh jajaj Un abrazo enorme

  6. Como ya te he dicho mil veces, una vez mas la Naturaleza copia descaradamente al ser humano. Porque lo de vivir hacinados y en un sitio con olor a pedo y muy contaminado (recordemos que el sulfuro de hidrogeno es un contaminante) ya lo hacemos los seres humanos

  7. Qué buena aceptación que ha tenido esto. Gracias chicos, se nota que en el fondo sois todos un poco pogonóforos. Supongo que ya es un poco tarde para cambiar el nombre del blog ¿no? ¡Bah! Los copépodos siguen molando más.

    Lobo Gris: Si eres forofo de los pogonóforos siéntete aquí como en tu casa. Gracias por la corrección (¡lapsus!)

    Lalo: Lo mismo te digo, como en tu casa, ¡y saluda a esos copépodos de mi parte! Se me pasó en la wikipedia lo de la inoculación de las bacterias en edad temprana. ¿Que si soy biólogo? No sé qué te ha hecho pensar eso, pero vamos, sí.

    Putobiologo: No pensaba yo que en las estancias a los USA se tuviese una experiencia pogonofórida. Tendré que irme preparando. Saludos

    Jene: ¿Enlazar conceptos? Eso está muy pasado, yo lo que hago es soltar lo que se me ocurre aunque no venga a cuento.

    Biosfofo: ¡Qué razón tienes! Y aún digo más: ¿No es sospechoso que estas comunidades neohippi-submarinas se descubriesen sólo después de que se hubiese erradicado el genuino movimiento hippy a finales de los 60? Para mí que en realidad los pogonóforos son reencarnaciones de hippies.

  8. Ojete. Que como me vengas oliendo a pedo, en mi casa no entras. Y si te traes un cangrejo yeti de mascota, menos. ¡Qué asco de bicho!

    jejejejeje

  9. Buenas buenas! amiguillo español…soy de buenos aires y me encanto lo de los gusanos estos… estoy preparando un final de geomorfologia I y seguro m,e preguntan estas cosa muchas gracias.. porque estoy estudiando y riendo al mismo tiempo! jeje Vivimos en un mundolleno de olor a pedo…. en argentina mucho mas!

  10. XD geniaaal me gustó la analogia entre la forma de vida de los pogonoforos y el como deberiamos vivir los humanos.
    está bastante interesante
    gracias por la info ;D

    saludos

  11. Al terminar de leer «Progress in systematics: from Siboglinidae to Pogonophora and
    Vestimentifera and back to Siboglinidae» se me ha ocurrido buscar en la red algo gracioso sobre estos gusanos tubícolas y no he podido parar de reír, cuando tengas algo sobre gnatostomúlidos, hazlo saber al mundo!

  12. jajaja me encanto la forma en que los describiste

    nada mas que una correccion amigo Alvinella pompejana si es un poliqueto pero no es pogonoforo (Siboglinidae) segun la taxonomia actual pero pues la verdad mis respetos yo apenas comienzo jeje y pues esperemos estar en contacto para futuros proyectos :)

  13. Chapêau! Actualmente me encuentro estudiando en Québec, y te aseguro que el francés de aquí no se parece nada al que siempre he estudiado. ¿Y por qué digo esto? Porque mañana tengo un exámen de zoología de Invertebrados, entre cuyos temas se encuentra el Phylum Anelida, y estos bichejos tan majos que, aún ha día de hoy, mi profe de aquí se empeña en seguir clasificandolo a parte.. Y bueno, resumiendo, creo, y te lo digo de corazón, que me he enterado más de todo lo que concierne a esta clase de los pogonóforos leyendo tu artículo, que en dos semanas en la universidad, así que siéntete bien orgulloso de él :) Además, unas fotos muy buenas, y las notas al pie inmejorables.
    Saludos desde tierras canadienses.

  14. Perdón por el sombrerillo de [Chapêau] que evidentemente no lleva. es que es la 1h30 de la mañana y ya estoy algo zombie con tantos Phylos y Clases… Enhorabuena una vez más

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