Llamadme «Copépodo»

Cuando yo empecé con el rollo este de los blojs me surgió una duda evidente: ¿Cómo habría de llamarme en el mundo blogoplanctónico? Curiosamente, pese a que el título de la bitácora se me presentó de inmediato, prístino, bello y evidente por sí mismo, no lo tuve tan claro con el alias. Yo nunca había tenido un nick de esos, así que cualquier cosa que se me ocurría me sonaba bastante artificial, incluyendo la propia palabra «copépodo» (me sonaba indefinido, como «árbol» o «mamífero»),  si bien es cierto que los primeros días de vida del blog firmé como Cyclops (que además de ser un conocido género de copépodos es el nombre de uno de los X-men, aunque por aquel entonces yo no lo sabía). Finalmente opté por quedarme con mi nombre verdadero, que no en vano es el que ha usado todo el mundo para llamarme, nombrarme, amenazarme o insultarme (obviando «cabezón de mierda» y otros para este último objetivo), que no es nada glamouroso, pero es lo que hay, y cuando uno da lo que tiene…

Con el tiempo, sin embargo, veo con sorpresa y gratitud que se me ha acabado pegando lo de «copépodo» y que muchos os referís a mí directamente como «el copépodo», así que he decidido que voy a firmar a partir de ahora como «Copépodo«, y que si bien ya es demasiado tarde para tener un bloj anónimo (circunstancia que nunca debe desaprovecharse), al menos sí que he acabado teniendo un alias original, que a fuerza de la costumbre ha dejado de sonarme raro y estoy encantado con él.

Y vosotros os preguntaréis ¿Y a mí qué coño me importa? Y no podré hacer más que daros la razón, pero es que cuando uno tiene el día tonto…