Tras la pista de la Leuzea rhaponticoides

Este fin de semana embauqué a un par de incautos para ir de safari fotográfico al Pinar de Hoyocasero (Ávila), una zona de alto interés botánico. Uno de los objetivos era localizar y hacer un reportaje íntimo de uno de los caramelitos botánicos ibéricos: la Leuzea rhaponticoides (=Stemmacantha exaltata), una compuesta que puede llegar a medir casi metro y medio de alto, coronada por un capítulo chulísimo de involucro dorado y flores lilas. La expedición (¿acaso lo dudábais?) fue un éxito. Aprovecho que en este momento apenas hay información sobre esta especie en Internet y que las imágenes libres brillan por su ausencia para contar aquí algunas cosas sobre ella.

Leuzea rhaponticoides Leuzea rhaponticoides. Hoja

Leuzea rhaponticoides. Flores Leuzea rhaponticoides. Cap�tulo

Leuzea rhaponticoides. Cap�tulo

Imágenes de la Leuzea rhaponticoides

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Citas de Leuzea rhaponticoides según el Programa Anthos. La cita de Cuenca diría que es llamativa. Por lo demás se trata de un endemismo del centro-oeste de la Península que también se ha citado en el centro de Portugal.

La descripción de esta especie es notablemente tardía (1859), un hecho llamativo tratándose de una planta tan conspicua. Dice Willkomm (del que hablamos hace poco por aquí) a propósito de su descubrimiento: «Debe sorprender muchísimo que esta magnífica planta, que es ciertamente la más bella especie del género Leuzea, haya escapado tan largo tiempo a los ojos de los botánicos. Es el Sr. D. Mariano Graells, director del real museo de historia natural de Madrid, a quien cupo la fortuna de encontrar esta nueva especie, explorando el 1º de Julio de 1852 los pinares de Hoyoqueseros, donde abunda y donde el difunto Sr. Cutanda y el difunto M. Bourgeau volvieron a encontrarla más tarde, el uno en 1857, y el otro en 1863» (Ill. Fl. Hispan. T-II, p. 105).

Don Mariano de la Paz Graells es ya un viejo conocido. Posiblemente se trate del naturalista español más relevante del siglo XIX y también hablamos de él el año pasado al contar los periplos de su descubrimiento más famoso: el de la graellsia, o «mariposa más bella de Europa», Actias isabelae (=Graellsia isabelae) y los rifirrafes entre los naturalistas españoles y franceses. Pues bien, este señor de patillas imposibles fundamentalmente se dedicó a los insectos, pero como buen naturalistas de los de antaño no se achantaba ante nada y también hizo sus pinitos en la botánica. De hecho, los que estén familiarizados con la flora de las sierras de Guadarrama y Gredos encontrarán que muchos de sus endemismos fueron descritos por este ilustre riojano: Echinospartum barnadesii, Centaurea amblensis, Crocus carpetanus y un puñado de narcisos, incluyendo Narcissus graellsii, prácticamente autodedicado.

Narcissus graellsii

Narcissus graellsi. Lámina del «Ramillete de plantas españolas» (1859) y foto de esta primavera (click para ampliar)

La mayoría de estos hallazgos (incluyendo el de la Leuzea rhaponticoides) fueron publicados en un trabajo titulado Ramillete de plantas españolas que podéis consultar en la Biblioteca Virtual del Real Jardín Botánico de Madrid. Allí comenta además que la llamó «rhaponticoides» porque encontró en un pliego prácticamente echado a perder un ejemplar de esta especie, erróneamente catalogado dentro del género Rhaponticum y procedente de la Sierra de Guadalupe (donde también vive esta planta). Cutanda, el botánico mencionado por Willkomm que recogió esa misma planta en el mismo lugar que Graells 5 años después, la publicó en otra revista también en 1859 bajo el nombre de Leuzea exaltata. Esto supuso un conflicto sobre qué nombre debe considerarse «el bueno». Según Willkomm, el hecho de que el manuscrito de la obra de Graells fuese entregado en 1854, mucho antes que el de Cutanda, es lo que termina por inclinar la balanza hacia la prioridad del nombre de Graells. Desconozco si nos faltan más datos sobre esto porque es muy normal que esta especie aparezca citada incluso en obras relativamente recientes como Stemmacantha exaltata.

leuzea rhaponticoides. Lámina de Willkomm (ca. 1886)

Lámina con la que Willkomm representó a esta especie en sus Illustrationes Florae Hispaniae Insularumque Balearicum (Tomo 2, Lámina CL, 1886-1892)

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9 comentarios en “Tras la pista de la Leuzea rhaponticoides

  1. A que ahora a los «chauffeurs» se les llama incautos, mmm interesante Monsieur Copépodo. Vamos, entre usted y yo, que mereció la pena sobre todo por la pedazo siesta que me eché bajo un pino.

  2. Por el tamaño y la pinta, desde luego, es inconfundible, pero como bien dices el capítulo en sí se parece mucho al de una Centaurea, pero oye, para eso están las claves dicotómicas, para sacarnos del apuro.

  3. ¡Buenas, copépodo! Oye, uno de los grandes popes taxonómicos, Greuter, publicó en 2003, en la revista Willdenowia, que el género verdadero tendría que ser Rhaponticum, y de hecho en el Proyecto EuroMed consideran a tu Leuzea como R. exaltatum (Willk.) Greuter. El nombre de Graells lo dan como un sinónimo heterotípico. No he podido consultar el artículo de Willdenowia, pero sí he visto que ese criterio se acepta en publicaciones recientes, como el análisis filogenético de Rhaponticum que hacen Hidalgo et al (2006). Bien es cierto que, por otra parte, ves el arbolito del análisis ese y tanto daría ponerlo como Leuzea o como Rhaponticum. Lo que no sé es por qué desechan la prioridad de Graells. Recuérdame que lo reinvestiguemos, que estas bizantineces sabes que me gustan… ¡Besos!

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