Caspa cósmica: Espacio 1999

En un ataque de revisionismo televisivo estoy dándole un repaso a Espacio 1999, una serie de ciencia ficción de los 70 nacida a rebufo de Star Trek, pero mucho más cutre, bizarra y maravillosa. Como muy probablemente, como me ocurría a mí, muchos de los lectores no conocerán esta maravilla catódica, voy a hacer una breve introducción a la misma.

Se trata de una serie británica que comenzó en 1975 y concluyó en 1977 y que consta de 48 episodios en dos temporadas (IMDB). La premisa es la siguiente: en 1999, la humanidad estrena una flamante estación lunar, llamada «Alfa«. El 13 de septiembre de ese año, los depósitos subterráneos  de residuos nucleares sufren una explosión descontrolada y (atención) no sólo separan a nuestro satélite de su órbita sino que catapulta al astro a las profundidades del espacio con sus 300 y pico tripulantes a bordo. En adelante, Alfa y sus habitantes van recorriendo mundos increíbles y protagonizando aventuras chiripitifláuticas con todo tipo de alienígenas. Su objtivo final es encontrar un planeta habitable donde trasladarse. Pese al éxito que tuvo, no llegó a rodarse una tercera temporada y la serié se quedó cortada sin ningún final concluyente. Caspa a raudales, modernidad retro, pijamas espaciales y sobreactuación en estado puro ¡imprescindible!

Os dejo con la intro. Muchísima atención a la música, las fuentes, los detalles setenteros…

ESPACIO 1999: rótulos iniciales

Los protagonistas de la serie (para que no os prdáis por si véis un capítulo al azar) son:

koenig

Comandante John Koenig. (Martin Landau) Que es el que está al control de la base lunar Alfa durante la explosión, y por lo tanto es quien lleva los pantalones. Sus capacidades de liderazgo y conocimiento en artes marciales son fundamentales para la supervivencia de la tripulación. Tiene unos fantásticos planos sostenidos en momentos críticos, cuando debe tomar decisiones rápidas y arriesgadas.

russell

Doctora Helena Russell. (Barbara Bain) Es la médica jefe y a la sazón, una de las personas más importantes de la base. Pone unas caras serias de circunstancias bestiales, y llevaba el pelazo más bestial de todo el siglo XX televisivo. Barbara Bain estaba casada con Martin Landau durante el rodaje, y en las escenas más tórridas saltan chispas.

bergman

Profesor Victor Bergman. (Barry Morse) Teóricamente es como el Eduard Punset particular de la Estación: el sabio al que se recurre cuando se necesita consejo. En la realidad, sin embargo, es un jubileta que anda siempre en medio, pero que en realidad nunca hace nada y que se limita a decir frases altisonantes sin sentido en momentos de reflexión y Koenig se queda pensativo mirando al vacío. Sólo aparece en la primera temporada, en la segunda desapareció casi sin ninguna explicación.

maya

Maya. (Catherine Schell) Personaje sacado de la manga para la segunda temporada: es una alienígena que tiene poderes y se transforma en cosas. Acaba siendo oficial científica.

carter

Alan Carter. (Nick Tate) Es piloto jefe de los vehículos de exploración (águilas, que se llaman). La base lunar cuenta con muchas de estas águilas y al comienzo de cada capítulo casi siempre explota alguna por un ataque de alguna fuerza hostil. Para saber si un águila va a acabar bien basta con mirar quién la pilota: si es Alan, fijo que se salva, si es un secundario que no has visto en ningún capítulo, tiene los minutos contados.

Un capítulo modelo comienza con la luna adentrándose en un campo de fuerza desconocido, o encontrándose con una nave, o bien alcanzando un planeta que quizá sea habitable. Tiene lugar un suceso inesperado y un par de águilas saltan por los aires (Alan siempre se salva, claro) y estalla algún tipo de enfrentamiento con alienígenas sospechosamente similares a humanos con demasiadas manos de purpurina y lentejuelas de más. Los alienígenas normalmente tienen habilidades como crear universos paralelos, vestir a nuestros protagonistas con (aún más) extraños atuendos, provocar hipnosis, sonambulismo, etc. Llegado un momento crítico, las habilidades diplomáticas del comandante, la afectada interpretación de la doctora, y alguna frase sin sentido del profesor, la situación se salva y la luna continúa su viaje incierto.

Esta serie fue todo un fenómeno de la época y tuvo legiones de fans. Por eso me pregunté qué ocurriría el 13 de septiembre de 1999, supuesta fecha de la explosión lunar, en el mundo. Mucha gente tendría grabados ese día mes y año en las meninges después de tantas emociones televisadas. Así que me puse a rebuscar y ¡Bingo!

el 29 de agosto de 1999, preparando un pequeño homenaje que se iba a celebrar en la fecha de marras, se rodaron unos minutos de metraje final: un mensaje enviado desde Alfa 20 años después por Sandra Benes (otro personaje de la serie) interpretado por la actriz Zienia Merton, del reparto original, donde cuenta que han encontrado un planeta habitable y que abandonan Alfa para seguir extendiendo la diáspora humana por la galaxia. Muy emotivo, sólo para fans.

«Message From Moonbase Alpha»

Pues eso, que si tenéis un momento, no perdáis ocasión de ver algún capítulo.

Buscando material he encontrado una parodia divertida:

Espacio 1899

 

21 comentarios en “Caspa cósmica: Espacio 1999

  1. Sí, es truño señor Copépodo, pero ojito, trátemela con respeto, porfa.
    Pues servidor se recreó con dicha serie en su día largo y tendido. Star Trek me pilló demasiado joven para disfrutarla, Lucas todavía no había parido Star Wars, así que esta serie era ideal para llenar mi incipiente frikismo. Y fue duro, porque sólo echaban un episodio a la semana, y los cabrones de los programadores lo retransmitían hacia las 16h un día de diario (jueves quizás), por tanto sólo lo podía ver en vacaciones o cuando estaba enfermo.
    Bastantes años después pude volver algunos episodios con su reposición por Tele5. Me rasgué las vestiduras al percatarme de que estaba doblada por portorriqueños («Ustedes no lo entienden; deben darme crédito» = «Tíos, que no os enteráis de ná; creedme, joder»).
    Y más recientemente me tragué la primera temporada, vía canal Mula, pero no fui capaz de seguir con la segunda y las transformaciones de Maya. Los mitos de la infancia es mejor dejarlos intactos en el recuerdo.

    Por cierto, no has mencionado el contenido del episodio piloto. Da pie a carcajadas tronchantes a todo aquel con un mínimo de conocimientos científicos. ¿Acaso no lo viste?

    Otra cosa. Echa un ojo a la serie UFO (en Spain OVNI); fue producida por los mismos chicos que Espacio 1999 unos pocos años antes. Necesitarás inflarte a petas para disfrutarla.

  2. Me pasa como a jmongil: de StarTreck sólo llegué a ver los remakes; en cambio, Espacio 1999 fue mi serie preferida, y creo que insuperada. Aunque no dudo que, si volviera a ver algunos episodios hoy, me parecerían infumables.
    Eso sí, ¡lo que pude sufrir cuando el malo se despierta a los pocos minutos en la urna en la que supuestamente debería pasar en hibernación una pila de años antes de regresar a la tierra, o cuando un bicho con forma de araña se va comiendo a los astronautas que se acercan a una nave perdida!
    ¡Qué bonito era el universo en los 70!

  3. Espacio 1999 es una de las primeras cosas que recuerdo de la TV, cuando la pusieron en españa yo debia tener 4 años o asi (alguien sabe la fecha exacta?)

    Por lo que he leido despues, la serie no llego a encontrar su rumbo, por eso la primera temporada y la 2º son totalmente diferentes, en la 2º se quiso dar mas «marcheta» a la serie y se cambiaron desde los decorados a los actores.

    De todas formas, yo practicamente no me acuerdo de nada, asi que ni se puede decir que la recuerde con cariño :-)

  4. ¡Ey! Que yo le tengo mucho respeto a la serie y sé lo que significó. El esfuerzo de decorados y maquetas es muy loable, pero para ser honestos las actuaciones y los argumentos a veces dejan bastante que desear. Eso no impide que sea fan absoluto de Barbara Bain… ¡qué pelazo!

  5. Creo que un jovencito –así, bien ito o uelo- de hoy no podrá siquiera captar mucho de las emociones que en su época provocaba la serie.
    La vi en mi niñez, la volví a seguir en mi adolescencia. Y no le pierdo el rastro o la nostalgia.
    Es obvio que estaba plagada de groseras inexactitudes, pero al menos se las tomaban en serio.
    Hoy en día un teléfono celular tiene más tecnología y poder que la computadora central de Alpha y sus comunicadores personales con maravillosos televisorcitos en miniatura.
    Al menos en varias cosas no hemos llegado para competirle:

    Nuestras puertas aún hoy se abren con el picaporte.
    Las armas siguen disparando metal.
    La Luna sigue inhabitada.
    Los uniformes militares siguen siendo una bosta.

    Bueno, allí se detiene la lista para no cansar.
    Hoy en día no hay serie de ficción que no se dé por enterada de que las distancias en el universo son tan apabullantes que para lograr un viaje creíble en el espacio deben recurrir a algún salto hiperespacial que lo enmienda todo sin muchas explicaciones.
    Mañana dirán que qué ridículas eran las series de hoy, de seguro, jejeje.

  6. Bueno Lexxvs, estoy de acuerdo contigo, pero sólo en parte. Está claro que Espacio 1999 fue una serie que marcó a muchos chavales como varios comentaristas han dejado claro. No es de recibo minusvalorarla ni por sus «inexactitudes», como tú dices, ni por el uso de los medios disponibles para la recreación de una tecnología futurista. Muy al contrario, en este sentido hay que alabar la creatividad y la imaginación de los responsables.

    Sin embargo, no es menos cierto que revisitar mitos de la infancia puede (aunque no siempre) quitarnos una venda de los ojos, como todos habremos experimentado alguna vez, y más allá de la ternura que nos inspiren los recuerdos a veces somos más capaces de valorar algo de forma objetiva. En el caso de Espacio 1999 yo encuentro los argumentos repetitivos y predecibles, y las actuaciones un tanto excesivas. Estos «defectos» no son achacables a su antigüedad, (Startrek saldría, siendo anterior, mucho mejor parada en este aspecto).

  7. «Teóricamente es como el Eduard Punset particular de la Estación: el sabio al que se recurre cuando se necesita consejo. En la realidad, sin embargo, es un jubileta que anda siempre en medio, pero que en realidad nunca hace nada y que se limita a decir frases altisonantes sin sentido en momentos de reflexión»

    Copépodo, ésta es la mejor descripción de Punset que he leído.

  8. Ey, pues ha sido sin querer: con Punset lo comparaba por la pinta de sabio afable, no porque no haga nada, el hombre (aunque a veces sí que creo que se le va la olla).

  9. Cuando hablé de los jovenzuelos no quise referirme a ti Copépodo, aunque lo fueras. Lo decía no como una defensa sino como una contemplación. Cuando yo lo era, las diferencias entre mi generación y los de la subsiguiente -mayor- existían pero no eran tan grandes. Las de ahora son enormes. En 20 años el mundo dio vueltas, entre computadoras, teléfonos celulares, mp3, en fin, la lista es larga. Baste decir que ni aún en las series futuristas se preveían ciertos aparatitos, hoy son tan comunes que hasta son vulgares. Allí radicaba parte de la magia inapreciable -hoy- de la serie Space 1999 y que le daba inercia por sobre su cutrez.
    Por un lado –también- la televisión y el mundo era más ingenuo y en ese contexto se pretendía candidez con la consecuente predecibilidad.
    Hay que tener en cuenta que la mayoría de las series tendían a preservar lo de “el bien siempre triunfa”, un discurso que recién en los 90’ se empezó a cuestionar.
    Hoy en día tenemos a héroes torturadores –como en “24”- o asesinos seriales justicieros –como en Dexter- y los escritores –porque ahora son una pléyade con presupuestos enormes- hacen tramas en donde nadie tiene ganado el billete. Existe un paladar más amplio y también mucho más exigente.
    También hay que observar las diferencias entre el primer y el segundo año, siendo el segundo la caída hacia un estilo muy de historieta simplona.

  10. No me había dado por aludido Lexxvs (gracias por lo de jovenzuelo), más que nada porque dejo claro que estoy disfrutando viendo la serie, pero ¿no te ha pasado nunca eso de revisitar muchos años después algún mito de la infancia y qudar algo decepcionado? (no digo que este sea el caso).

    Me han gustado las reflexiones que haces. El futuro es del todo impredecible. La última visita a la Luna fue n 1972 (tres años antes de Espacio 1999), seguimos sin tener águilas ni bases espaciales y sin embargo tenemos internet, algo que pocos visionarios imaginaron hace 35 años. ¿No es curioso? Me encanta comprobar que la ciencia ficción proyecta las ilusiones de épocas muy concretas y también los miedos. En Espacio 1999, en plena Guerra Fría, no hay episodio en el que no se narren los peligros de la radiactividad y de la bomba atómica (de hecho ese es el motivo por el que la base Alfa se despega de la Tierra y comienza su Anábasis espacial: una explosión nuclear dscontrolada). Hoy en día cualquier obra de ciencia ficción que se precie hablará de clonaciones y de los problemas de la ingeniería genética. Incluso cuando imaginamos un futuro, no podemos abstraernos de nuestros miedos.

    Un saludo.

  11. Respecto a la desilusión al revisitar una serie viejarra, pues claro, como no Copépodo. Por eso, cuando me pasa, pienso en qué cosas me atraían en ese momento, que ahora en cambio me resultan casi indigeribles. Sólo cuando logro abstraerme y situarme como una especie de pseudo antropólogo que disfruta de observar la sociedad del pasado cercano, todas las cutrerías se transforman en fascinantes cuadros sinópticos con los cuales comparar realidades que cada época considera válidas por su propio peso.
    Y así y todo mira cuánto se ha perdido en gastar en tecnología y argumentos y a veces no pueden mejorar peliculones del pasado –con defectos, claro- como The day the earth stood still. En el cine ha muerto el hieratismo -por ejemplo- que cubría con magia y misterio tantas películas que referían a culturas misteriosas. No es para el público actual. Por supuesto que hoy en día hay películas que me hubiese vuelto loco por ver en mi niñez. Y hoy por empacho no me levantan una ceja. Tema que da para largo.
    Saludos en clave vintage

  12. Si el progreso tecnológico no ha seguido los derroteros pronosticados en los 70 se debe a que los costes energéticos dejaron de ser decrecientes; al contrario, invirtieron su rumbo tomando valores cada vez mayores, salvo en periodos muy concretos.
    En consecuencia, se han desarrollado artilugios miniaturizados para transportar y gestionar información masivamente, que no implican altos consumos energéticos. Léase ordenadores potentes, Internet, etc.
    Por contra, en todo lo relacionado al transporte de masas, como los vehículos, no ha habido grandes avances. Porque para elevar un kilogramo de lo que sea un metro de altura sigue haciendo falta la misma energía ahora que entonces. Por consiguiente, los costos energéticos de colonizar la Luna son indudablemente disparatados y por ello, no se le ve rentabilidad ni a corto ni a medio plazo.
    A principios de los 70 contemplábamos el año 2000 como un horizonte dorado en el que la vida sería placentera y emocionante. Todos nos desplazaríamos con mochilas voladoras por ciudades descongestionadas. Habría abundancia de casi todo.
    Al final, de todo eso, practicamente ná.

  13. Vaya que sí. Al final, lo más parecido a los coches en forma de huevo que imaginaba yo en mi infancia ha sido el Twingo.

  14. Pues sí, el 2000 no ha sido como nadie se esperaba. Pero, como dice Copépodo, a la par q no tener las naves voladoras que creíamos, tenemos un regalo que nadie esperaba que se llama internet. Y así seguirá sucediendo en el futuro, completamente impredecible, que es precisamente lo que lo hace tan apasionante.

  15. Soy uno de los «afortunados» que vio esta serie en los setenta en plena adolescencia, pensaba recordarla bien pero el emule me ha demostrado que de verdad es casposa, gracias por la parodia 1899 me ha echo reír hasta llorar.

  16. Me he reído muchísimo con tus comentarios sobre la serie. Yo era uno de esos niños que esperaba con impaciencia a que llegara el día de emisión de un nuevo capítulo. Sólo veo un fallo en tus comentarios: no se dice «es por eso que» sino «es por eso por lo que». Hay que cuidar las oraciones de relativo, ¿eh? Un saludo

  17. Esta serie me encantaba cuando la veía de pequeña. La estoy volviendo a ver gracias a internet y ahora todo me parece retro total y me he partido de risa con tus comentarios sobre la estética de la serie ¡buenísimo!

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