Reconozco que cuando lo he visto esta mañana en Fogonazos estaba convencido de que era una trola: qué cosa más rara de pez.
Se llama Macropinna microstoma, la criatura, y pese a lo que pueda parecer es un pez real, de unos 4 centímetros y medio de longitud, capaz de vivir a 1800 metros de profundidad en todo el Pacífico septentrional, desde California a Japón. Los sajones lo llaman «barreleye», o sea, «ojobarril», ya que es precisamente en los ojos donde radica su aspecto más llamativo. Fijáos en la foto: esas manchas oscuras de la frente no son los ojos, sino unas cámaras olfatorias. Los ojos, o mejor dicho, sus cristalinos, son los dos cuerpos azules subesféricos que véis un poco después. Este pedazo de bicho no sólo tiene unos ojazos como dos luceros del alba, sino que además apuntan directamente hacia arriba y, atención, miran al cielo a través de una suerte de cúpula transparente que tan bien se aprecia en la foto. Acojonante. Lo de barreleye viene, claro está, por la anatomía de sus ojos, que al igual que en otros miembros de la familia de los opistopróctidos (bonita etimología), en vez de ser esféricos, son cilíndricos:
L: cristalino, OP: nervio óptico. Lo demás son músculos.
Este pececillo descrito en 1939 es un viejo conocido de los ictiólogos, pero un artículo reciente lo ha traído de nuevo al «candelabro». En su momento, Macropinna dejó pendiente una paradoja: si sus ojos miran hacia arriba ¿cómo narices sabe lo que come? ¿cómo caza, como se alimenta? En parte esta cuestión se debe al conocimiento parcial que se tiene de muchos peces de las profundidades. Por ejemplo, si buscamos esta especie en Fishbase.org (la referencia obligada) obtenemos la siguiente imagen:
que resulta bastante decepcionante después de la foto espectacular que ya hemos visto. Muy probablemente la imagen pertenece a un especimen de museo reseco y arrugado que ha perdido muchos de sus caracteres (y es que estudiar peces que viven a 2000 metros no debe ser fácil). Por ejemplo, en esta imagen no vemos la fascinante cocorota trasparente que le hace tan espectacular, al parecer es muy delicada y se degrada enseguida. Nada que ver con poder observar al pez vivo. Eso ha sido precisamente lo que han hecho los ictiólogos del Acuario de la Bahía de Monterrey, en California: avistamientos directos en su medio natural gracias a uno de esos submarinos teledirijidos con cámaras, con los que además capturaron a algunos incautos ejemplares y los estudiaron en acuarios. Han colgado algunos videos y son alucinantes. Mirad en este cómo están a punto de capturar a un ojobarril en los últimos segundos y escapa hábilmente…
Bueno, pues la cosa es que una vez que se puede observar vivo, se puede ver que, de hecho, Macropinna puede mover sus ojazos hacia adelante cuando le conviene, en el momento de pegar un bocado a una colonia bioluminiscente de sifonóforos (el desayuno de los campeones).
Mirar hacia arriba es una buena cosa para los ojobarriles, porque detectan desde abajo a sus presas, y al parecer les va muy bien así. La naturaleza tubular del ojo se explica porque es la manera de tener un cristalino inmenso, capaz de captar muchísima luz en las oscuras profundidades del Pacífico sin necesidad de tener unos globos oculares esféricos ordinarios, que tendrían que ser desproporcionadamente grandes respecto al resto del cuerpo.
¡¡Ooooojos veeeerdes… veeeerdes coooooomo laaaaaalbahaaaaaaca
Verdes como er trigo veeeerde… y el veeeerde, veeeerde limón!!
¡Ojazoooos!
como siempre mi estimadísimo Copépodo, nos llenas de conocimiento… tendré una nueva para platicar mañana en lafacultad jajaja… saludos
Me ha encantado la comparación entre las fotos y el dibujo, sobran las palabras…
Una vez Jezabel dijo: no importa lo que te imagines, por horrible o extraño que te parezca, que la naturaleza ya lo ha inventado.
Me ha encantado la canción, le pega que ni «pintaoooo». La verdad es que el pececito es «muuuu gonito»
Hoy en terra he visto esta noticia, pero la explicación y presentación entregada por ti es excelente.
Que la paz sea con ustedes.
Peter
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wow es un descubrimiento muy increible. el pez no es feo. es muy curioso.
ja,ja….impresionante, divertido, inquietante….pero falso.
Sorprendente las susceptibilidades que ha levantado este pez entre supuestos cazadores de farsas.
aiii Q liindO..pero a la vez da un poQiitO de ascoo =S
muy buen dato.
que pez tan curioso .
este articulo me ayudo a acer mi tarea
gracias
sss ke pez tan extraño a las cosas ke llega la evolucion
Si lo que hace la evolucion… es impresionante…y lo que mas me cae mal es que aun viendo esto la gente… sigue negando que la evolucion existe…o almenos eso quieren creer…
Yo no le llamaría a esto evolución, que lo hayan descubierto es muy diferente a que haya evolucionado…
Efectivamente, dos cosas distintas, tan cierta una como la otra.
interesante…me gusto el humor con el que tomaste la noticia…ya me estaba quebrando yo la cabeza ideando hipótesis sobre el por qué de su singular cabeza transparente….
me gustó muchísimo la entrada…me apasionan los peces raros como el celacanto…y ahora este otro que suma la lista de los exóticos abisales…
hey, este bicho es muy viejo ya…
¿cuando vas a hablar del caracol «Smaug» y su armadura metálica? ¿einnn? ¿cuando cuando, cuando, va a salir el Crysomallon? XDDD
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