Regreso a la «Brattle»

Brattle1Ayer estuvimos en Boston, una ciudad muy bonita que en el fondo es como Valdepeñas (otro día desarrollaré esa idea). El plan original era irnos de excursión a Maine, pero están cayendo chuzos de punta todo el fin de semana. La cosa es que, una vez que se está en Boston, es imposible no visitar otra ver la librería Brattle, que como os conté en otra ocasión es mi sitio favorito de la ciudad. Tres plantas y un mercadillo dedicados al libro usado, una pasada para el bibliófilo, nunca he visto nada igual.

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Como en la ocasión anterior, yo me dediqué a husmear en las estanterías de biología e historia natural, y una vez más me hubiese llevado medio local.

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Docenas de metros llenos de Dawkins, Gould, Mayr, y otros divulgadores. Obras clásicas de todas las disciplinas biológicas, guías de campo, enciclopedias de flora y fauna, expediciones a Alaska o a Brasil… todo lo que un naturalista puede desear. Con esto del bicentenario había una buena profusión de libros de o sobre Darwin, incluyendo uno dedicado por Ernst Mayr (que abría la edición con un ensayo). En la última planta se reserva el espacio para los libros viejunos de verdad. Aquí pude ver una edición de lujo del «Kosmos» de Humboldt con unas láminas y mapas impresionantes, un epistolario de Agassiz o una edición de finales del siglo XIX de «La expresión de las emociones en el hombre y los animales«.

Para mi sorpresa, todavía estaba disponible el ejemplar de «The History of Creation» de Haeckel, al que le había echado el ojo el año pasado. Después de una breve disputa entre mi conciencia y yo (que gané sin mucho problema por incomparecencia de la misma), apliqué el sabio proverbio chino «ave que vuela, a la cazuela» y le metí un sablazo a la tarjeta. Os presento al nuevo niño mimado de mi biblioteca:

HOC1Mi tesssssoroooooo

Ernst Haeckel fue un zoólogo alemán por el que siento especial devoción, como muchos ya sabéis (él dibujó mi imagen corporativa, por ejemplo). Fue el principal responsable de la introducción del darwinismo en Alemania, y por extensión, en la Europa continental. A pesar de todo él mismo no era muy darwinista y de hecho tenía un poco de cacao mental en varios temas. Sobre sus aciertos y desatinos, ambos gracias y por culpa de su gran imaginación, quizá hablemos en otra ocasión.

La cosa es que este señor fue el que primero llevó el darwinismo de la «teoría» a la «práctica», y con esto quiero decir que se tomó en serio la reconstrucción filogenética de todos los linajes de organismos con Darwin de fondo. Es decir, fue el primero en intentar dibujar «el árbol de la vida«, objeto de estudio y de investigación de muchos hasta el día de hoy, incluyendo su versión «arbusto».

Pues bien, este libro es la primera traducción al inglés de «Natürliche Schöpfungsgeschichte» y constituye un intento divulgativo de llevar al lector esa historia de todos los seres vivos basada en anatomía comparada y un popurrí de Darwin y Lamarck. Su título original es «The History of Creation, or The Development of the Earth and its inhabitants by the action of natural causes. A popular exposition of the doctrine of evolution in general, and of Darwin, Goethe and Lamarck in particular» y la que tengo es la edición de 1876, creo que la primera que hubo en inglés. Los dos tomos están en muy buen estado y venían con unos forritos de plástico. Está disponible en internet aquí.

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Es un libro muy interesante para intentar entender cuál era la visión de Haeckel del proceso evolutivo, para aprender de primera mano muchas de sus lecciones de anatomía comparada y para comprobar cuántas aportaciones a la taxonomía, filogenia y embriología moderna hizo este señor. En sus líneas se aprecia lo que debió ser este hombre en la universidad de Jena, un estupendo docente, muy didáctico en sus textos y sin disimular su entusiasmo. Además era bastante buenrrollista, y no duda en intentar aunar armoniosamente a Darwin, Lamarck y la Biblia. Qué raro que las páginas hayan aguantado juntas hasta el día de hoy sin darse de leches.

Por supuesto, el otro tremendo atractivo de esta obra son sus cromitos. Me tengo que poner babero cada vez que lo abro.

HOC3Embriones de vertebrados

HOC5Homología de los quiridios de varios tetrápodos

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HOC8Reconstrucciones filogenéticas de las plantas verdes y los vertebrados, ¡desplegable!

HOC7Algunos crustáceos adultos. Nótese el bonito copépodo (B)

HOC4Otro bonito desplegable sobre la migración de la especie humana y el establecimiento de las razas. Muy imaginativo él, con el Paraíso Terrenal localizado en algún punto del Océano Índico

Y por último, el otro de los aspectos que me gusta cuando consigo un libro antiguo. Intentar averiguar algo sobre los propietarios anteriores.

Ninguno de los dos tomos está firmado, pero sé que al menos una persona intentó leerlo en el pasado. Hay notas con lápiz explicando algunas palabras que presumiblemente el lector no conocía, palabras muy habituales en biología (lo cual me hace pensar que dicho lector quería aprender sobre el tema pero no estaba nada puesto). Por la caligrafía no me extrañaría que fuese un estudiante joven. Lo que también sé es que no llegó muy lejos, porque esas notas sólo están en los primeros capítulos y el resto del libro está inmaculado, es más, en el segundo tomo hay dos páginas que no se cortaron bien en la imprenta y están aún pegadas, con lo cual voy a tener el gusto de abrirlas cuando llegue el momento. En general parece ser que son unos volúmenes a los que no se les hizo mucho caso, esto explicaría su estupendo estado de conservación.

Alfie, por su parte, hizo una selección (difícil, dada la variedad) de las estanterías de ciencia-ficción llevadas al cine o de monográficos sobre el tema. La cosa es que los de la librería acabaron tan contentos con nosotros que nos regalaron una taza de desayuno y todo.

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En serio, si os pasáis por Boston algún día y os gustan los libros, no dejéis de visitar este lugar.

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15 comentarios en “Regreso a la «Brattle»

  1. Hombre, el Contacto de Carl Sagan, maravillosísimo libro. Si no lo habéis leído, no se a que esperáis. Sobre lo de visitar esta librería es una pena de haberla conocido cuando estuvimos allí, pero queda anotado en la memoria por si acaso, algún día, volvemos allí.

  2. Por eso nos lo llevamos puesto, para leerlo, que aún no hemos tenido ocasión de ir más allá de Jodie Foster. Sí que es una pena que no la conociésemos en la primera visita, os habría encantado.

  3. No, en esa no estuvimos, pero sí estuvimos en una chiquitita de libros usados que estaba en un semisótano (¡Qué bueno es el Google Maps, coñe! ¡La he encontrado y todo! Se llamaba «Raven Used Books» y estaba en la JFK St.) y yo me llevé un libro muy interesante sobre Jane Austen y su familia…

    Sí, sí, la próxima vez tendríamos que entrar en la Brattle, que tiene pinta de ser un paraíso…

  4. (Babas babas babas) Cuánto libro junto, por el amor de MEV… Queda sumado a mi lista de sitios que no puedo dejar de visitar si algún día tengo la oportunidad, el tiempo y el dinero necesarios para visitar los USA… Gracias por el descubrimiento, aunque cuándo lo consiga sea una vuejecita jubilada viajando con el IMSERSO me acordaré de que fue este blog quien me dio la pista de esa maravilla!!

  5. Coñe. ¿Te das cuen que Conn. no anda muy lejos de las antípodas del Paraíso Terrenal?
    ¡Estás en el puto infierno y no te has enterado!

  6. Yo en la estantería de SCIFI me perdí durante uan hora, y en la cine otra hora, me lo pasé como los indios, arrebuscando entre las joyitas, y tratando de no machacar la tarjeta, así que me compré Contact, La isla del doctor Moreau, quería encontar alguno de Bradbury famoso pero no lo encontré. En fin, que en cuanto acabe con Moreu, le prometo que me pongo con Sagan.

  7. A los que habéis comentado: sip, seguro que os iba a encantar. No es que sea un sitio típio que visitaría el turista medio pero… vosotros me entendéis ¿a que sí? Todavía me estoy limpiando las babas.

    Jmongil: ¿Cómo es eso del infierno? ¿Te refieres a Arkham?

  8. «¿Cómo es eso del infierno? ¿Te refieres a Arkham?»

    Si en ese librillo ubican el Paraíso Terrenal hacia el norte del Índico, habrá que suponer que el infierno está en las antípodas, más o menos por donde te mueves ahora mismo.

  9. ¡¡¡¡Es una pasada el libro!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡Es maravilloso, genial, fantabuloso, estupendástico!!!!!!!!! ¡¡ALABEMOS AL LIBRO DE COPÉPODO!! No, ahora en serio, ese libro es tener un pedacito de historia de la ciencia en tu casa… tiene que ser una gozada… aunque por lo que vi en las entradas de Darwin, tu tienes varios pedacitos!!!

  10. Jmongil: uf, es que a veces estoy de un espeso… Me tengo que leer ese capítulo pronto, va a ser muy divertido.

    Virginia: Sí, esa sorna me está bien empleada por pesao.

  11. Pingback: El viaje del Beagle (edición de Murray), en mi biblioteca – Diario de un copépodo

  12. Pingback: El Cementerio de los Libros Olvidados – ATV Express

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