Ya sabéis cómo funcionan estas cosas: puedes estar toda la vida sin percatarte de algo que pasa a tu alrededor y, desde el mismo día en que te ves implicado empiezas a verlo por todas partes. Algo así me ocurre con las bicis en las ciudades, que de repente las veo constantemente. Tomando como ejemplo al amigo Eulez voy a contaros cómo viven los ciclistas de dos ciudades muy distintas con las que me he topado recientemente: Frankfurt y Antananarivo.
Franfurt am Main, en la zona central de Alemania, es una ciudad de casi 700.000 habitantes, sede del Banco Central Europeo y un centro económico importantísimo de toda la UE. Disfruta de todas las bondades de una ciudad del mundo desarrollado: alumbrado, asfaltado, avenidas, parques, estupenda red de transporte público, y una amplitud suficiente para la convivencia de peatones y vehículos.
Como en muchas otras ciudades europeas, una parte importante de la población decide utilizar la bici para sus desplazamientos. En Franfurt se ven bicis por todas partes, tanto en movimiento como aparcadas.
Los ciudadanos que deciden usar la bici pueden desplazarse por toda la ciudad con comodidad y seguridad. El tráfico es moderado, las velocidades modestas y hay un espacio reservado para ciclistas por todas partes, desde carriles bici en las calles hasta detallitos como pequeñas rampas para bicis en los puentes.
Las concesiones a las dos ruedas van mucho más allá que todo eso, por ejemplo, hay calles de un solo sentido en las que se reserva un carril-bici para ir en sentido contrario. Además, no tienen lugar los debates bizantinos habituales en ciudades españolas sobre por dónde pueden ir los ciclistas: se les veía por asfalto y zonas peatonales indistintamente, simplemente se les pide en estas últimas que vayan más despacio.
Por supuesto, en los vagones de transporte público hay espacios reservados para bicis (aunque creo que deben pagar un recargo). En definitiva, un pequeño paraíso para quienes quieren usar la bicicleta como medio de transporte.
Difícilmente podría imaginarse una ciudad más distinta de Frankfurt que Antananarivo (o Tana, como se le llama a menudo). Con sus 900.000 habitantes, el transporte en la capital de Madagascar sufre en sus propias carnes algunos de los problemas urbanos típicos de las ciudades del tercer mundo donde la mayor parte de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Escasez y deterioro de las infraestructuras, tremenda dificultad para el transporte (tanto por el precio de la gasolina como por lo lamentablemente escaso e incómodo que es el ínfimo transporte público) y una concesión manifiesta del espacio al tráfico rodado (aceras estrechísimas) que aún así está colapsado a todas horas.
Sorprendentemente (o no), una de las pocas cosas que Tana puede tener en común con Frankfurt es la profusión del uso de la bicicleta como transporte. En Tana se ven casi tantas bicis circulando como en Frankfurt, aunque como os podéis imaginar, las condiciones del tráfico son radicalmente distintas. El tráfico en Madagascar es salvaje, no hay indicaciones ni semáforos, no se respetan normas ni límites de velocidad ni distancias de seguridad de ninguna clase. Los coches circulan por donde pueden pitando a los peatones para que se aparten (porque andar por las aceras acaba siendo imposible).
En este escenario las bicis también aprenden a sobrevivir como buenamente pueden. Circulan por los huecos que les dejan los coches, sin inmutarse porque se les adelante constantemente rozándoles, porque tengan que parar cada dos por tres por culpa de vehículos que se incorporan, puertas que se abren o peatones que también cruzan por donde pueden.
Tana es un infierno ciudadano para el tránsito de peatones, coches, camiones, taxi-brousses, rickshaws, carros de cebúes y para la vida en general. Los ciclistas no iban a ser menos. Me pregunto qué pensaría uno de ellos circulando por los amplios carriles de Frankfurt.
Por motivos muy diferentes, miles de personas usan la bici diariamente en estas dos ciudades que difícilmente podrían ser más distintas. En ambos casos es una solución inteligente y eficaz para moverse que no entiende de otro tipo de fronteras más que el sentido común.
Como madrileño, preferiría diez mil veces poder circular por una ciudad como Frankfurt antes que por una como Tana, sin embargo hay algo de la capital malgache que echo de menos en Madrid, y es el respeto. Con todo el caos circulatorio que hay en Antananarivo, me daba la sensación de que lo que no se ponía en cuestión en ningún momento es el derecho de cualquiera a moverse por la ciudad como buenamente pueda, sea coche, bici o cebú. Puede que los conductores adelanten a los ciclistas peinándoles, pero al menos no les van a reprochar que quieran ir a su destino en bici y se busquen la vida en la cuasi literal jungla de asfalto como todo hijo de vecino. Ojalá aquí se pudiese decir lo mismo.
Creo que esta es una de las mejores entradas «ciclistas» que he leído en mucho tiempo. Y ya sabes que yo no hago la pelota así porque sí.
Me he quedado un ratillo pensando sobre esto que pones, porque lleva a una reflexión curiosa acerca de lo que son nuestras ciudades y nuestras sociedades. Y hacía donde deberían tirar. ¿Te has dado cuenta de que una ciudad como Madrid es el punto intermedio entre estas dos? Por un lado se pretende ser Europa, pero tenemos demasiados elementos tercermundistas (el que tenga dudas sobre esto, que se de unas vueltecillas en bici por la mañana en día laboral). Al final nos quedamos en un punto intermedio que no es ni lo uno ni lo otro, que es una mierda.
Parece que los países en vías de desarrollo están abandonando las bicicletas como medio de transporte, porque eso es signo de pobreza. Pero no se dan cuenta de que cuando sean suficientemente desarrollados, volverán a ellas. Y al final, es lo mismo ¿por qué no saltarse el paso intermedio? Acabaríamos antes…
En fin, me ha gustado mucho esta entrada. Un montón.
fantástica reflexión, me ha encantado. He llegado aquí por el Tweeter eulez. Gracias a ti por el artículo, y eulez por el enlace.
Tienes mucha razón en eso de que Madrid está pillada a mitad de camino. El coche sigue siendo un símbolo de poder y nadie se cuestiona su egemonía. Esta egemonía no sólo ha marginalizado la bicicleta, sino también el tren, por ejemplo. Si se mira el volumen de mercancias que se transporta en tren en Alemania y en España, se aprecian las consecuencias de la política de infraestructuras.
Por suerte, poco a poco la bicicleta va teniendo otra imagen en España, y está dejando de ser algo propio de gente con poco recursos o ecologistas. Ese es el principio del cambio. Es cierto que en alguna ciudades se está haciendo más daño que bien con las inversiones que se están haciendo, pero es un problema que no se limita a las infraestructuras para bicicletas. Tenemos poca cultura de planificar bien las cosas, de hacerlas tran haber estudiado todas las opciones y haber consultado con gente que sepa más sobre el tema.
Pero poco a poco Madrid va cambiando a mejor, aunque sea por ensayo y error. Y cada vez se ven más bicis, que es lo importante.
Eulez: Pues me alegro de que te haya gustado. Lo que dices es exactamente el meollo del asunto. Las infraestructuras ciclistas se ponen o no en función, entre otras cosas, de si hay dinero. Sin embargo hay otras cuestiones que parece que no se consiguen ni con todo el oro del mundo.
Álvaro: ¡Gracias! Es una noticia muy buena que cada vez seamos más ciclistas en Madrid, pero me parece que sería mucho más beneficioso que la gente tuviese otra mentalidad sobre cuál es el verdadero propósito de la vía pública. Por muchas infraestructuras que se hagan, si no conseguimos cambiar eso poco a poco vamos a seguir teniendo problemas.
Joder, qué razón tenéis. Lo de la bici es algo evidentísimo, una idea que surge (como las buenas ideas en general) en distintos lugares y distintas situaciones. Lo triste es que algo tan sencillo no pueda aplicarse por falta de sentido común, de respeto, de civismo en general. La cosa parece ser: en los países en desarrollo, se la juegan con la bici, pero no tienen más bemoles; en los semi-desarrollados (permitidme colar a Madriz aquí), te la juegas tanto que no te compensa y acabas abandonándola porque tienes otras opciones; y en los desarrollados, han comprendido que es una solución cojonuda, pero el que no la quiere utilizar (con todo su derecho) no se impone sobre los demás y les deja hacer y vivir en paz.
Para mi es muy triste que lo que más me para a la hora de utilizar este medio de transporte, sea que da igual el dónde la dejes ni cuánto la candes, te la acaban robando. Si vas con un cacharro, no es que te la dejen de robar, es que como era un cacharro te duele menos. Pero yo me compré una bici nueva, chula y segura, y sólo me atrevo a dejarla candada en el aparcabicis de mi centro de trabajo que tiene al segurata al lado día y noche.
Y del tráfico ni hablamos. Encima el incivismo es de doble sentido, porque perdonadme pero he visto a ciclistas cometiendo unos atropellos y vilezas con los peatones, que me han dejado de piedra. Así no vamos a ninguna parte.
Si los conductores no se respetan ni entre sí (habría que inventar un claxon que sólo funcionase en caso de posible colisión, me pone de los nervios), cómo van a respetar a las bicis. Lo cual me lleva a corroborar la moraleja de tu entrada: RESPETO. Así de simple.
Sencilla entrada pero muy acertada. Otro chapó.
¿Puedo hacer de abogado del diablo? ¿si? vale.
Antes que nada dejar claro que soy ciclista habitual, de diario y llevo más de 20 años en movimientos ecologistas. Fale, hechas las presentaciones….
La comparativa está bien. Normalmente no se suelen comparar ciudades tan distantes (economicamente) porque se dán por hecho asuntos, que luego resulta que no eran lo que parecian… pero bueno está bien.
Pero creo que el verdadero meollo de la cuestión es la voluntariedad. Es decir lo contrario de lo que dice Dr.Litos: «en los desarrollados, han comprendido que es una solución cojonuda».
En Frankfurt los niños de bien han (hemos) decidido usar la bici, por conciencia, por politica, e incluso por economia.
En Antananarivo ¿es por lo mismo? o ¿por obligación, necesidad y falta de alternativas?
Esa es la cuestión. A todos nos gustaría pensar (fantasear) con paises en vias de desarrollo en los que los pobres son pobres pero honrados, pobres pero comprometidos con el medio ambiente, pero eso pasa solo en la películas de Disney.
En la realidad, la miseria económica te lleva a que (si hace falta) mato al último gorila del mundo para poder cenar 2 meses. La miseria económica lleva a que (si puedo) en cuanto gane un sueldo en Frankfurt me lo gasto en unas Air-Nike-gigantescas…. y la bici se la regalo al primer gitano francés que vea… :)
Saludos
DrLitos: es verdad que hay ciclistas que son unos imprudentes, pero al igual que conductores, hay de todo. Es una pena que una parte del colectivo ensucie todo lo demás, así pasa en los dos casos (hay muchísimos conductores que no son como se les pinta, de la misma manera que la percepción que mucha gente tiene de los ciclistas urbanos es que son gente que se piensa que las normas no van con ellos).
Trebol-a: no sólo puedes hacer de abogado del diablo (faltaría más), sino que me parece muy acertado lo que dices. Te corroboro que la cultura malgache es muy poco «perroflauta» y me atrevería a aventurar que la mayoría de los ciclistas de Tana cambiarían la bici por un coche si pudieran permitírselo aunque tardaran el triple en llegar al trabajo (son muy madrileños en ese aspecto). La voluntariedad del uso de la bici puede ser muy distinta en estas ciudades que, como queda claro, son como la noche y el día en muchos otros aspectos. De alguna forma, la bici en Europa es un «retorno a la tracción animal», mientras que en otros lugares del mundo, nunca tuvieron opción. Sin embargo yo no creo que el meollo esté en eso, sino en la idoneidad de la bicicleta en dos escenarios tan radicalmente distintos. De todas formas no era a eso a lo que quería llegar, lo que realmente me sorprendió de Tana es que, más allá de las apariencias caóticas y tremendamente hostiles para los ciclistas, hay un poso «africano» de dejar hacer y de dejar vivir que, insisto, ya lo quisiéramos en Madrid.
Hombre, Trebol-a, creo precisamente que mi comentario iba por los mismos derroteros, si citas la frase completa: «han comprendido que es una solución cojonuda, pero el que no la quiere utilizar (con todo su derecho) no se impone sobre los demás y les deja hacer y vivir en paz. » Creo que eso es «voluntariedad».
Y además en ningún momento me parece que ni copépodo, ni eulez ni servidor hayamos sugerido que los países pobres van en bici porque encima son más ecologistas o tengan más sentido común, sino todo lo contrario. Es el egoísmo producto de poseer tantas cosas y tan innecesarias lo que lleva a los países más «pudientes» a valorar como imprescindible el poseer un coche, a menospreciar medios de transporte públicos, y al parecer hay otro umbral de riqueza en el que ya te sobra tanto, que vuelves a pensar en cosas importantes como qué puede ser bueno para el planeta; o sencillamente, simplificar un poco la compleja vida que llevamos.
Ése es uno de los detalles que más me llamó la atención de Frankfurt cuando estuve allí hace un par de veranos, las facilidades que se ponen para ir en bici. En Andalucía no hay tantas, quizás donde más he visto eso haya sido en Sevilla, incluso con un sistema de alquiler de bicis. A ciertas horas y en ciertas ciudades se tarda menos usando la bici que el bus, es más cómodo y de paso haces algo de ejercicio aeróbico. jeje.
Copepodo, efectivamente no deja te tener su punto curioso que situaciones/condiciones tan distantes acaben produciendo un resulta tan similar, al menos superficialmente.
En lo que si os doy la razón a ti y a Dr. Litos en ese, digamos, «colegeo vecinal» entre los peatones-coches-bicicletas y que (aún con todas la connotaciones peyorativas que se le quieran dar) es preferible al ambiente aséptico-esteril de nuestro primer mundo.
¿Compartimos la misma ciudad? .. pues vamos a llevarnos bien, o de lo contrario esto puede ser un sindios …. :)
Copépodo «Por muchas infraestructuras que se hagan, si no conseguimos cambiar eso poco a poco vamos a seguir teniendo problemas.» > por su puesto, tiene que ir todo de la mano, no se puede empezar la casa por el tejado. Lo siento no me he explicado bien. Las infraestructuras son sólo parte de la solución, y sólo si se hacen bien, como con cualquier problema de urbanismo y movilidad.
Un saludo.
Muy interesante toda la conversación, sobre todo en lo referente a los motivos de unos y otros.
Yo tengo que contradecirte, Trebol-a, porque creo que te equivocas con respecto a eso que dices: de nuevo, caes en el error de todos los españolitos: «uso la bici porque es bueno para el medio ambiente» , «uso la bici porque soy pobre como las ratas, y no me puedo permitir otra cosa», bla, bla, bla…
¿Qué importa que el tipo que use la bici sea un perro-flauta, un ecologista de pro, un malgache pobre, un alemán pudiente, tú o yo? ¿Qué pasa? ¿Que por ir en bici ya tenemos que retratarnos en un grupúsculo social determinado? Ése es precisamente el problema de la bici en España, que si no la usas, los que sí lo hacen son «los otros» y que si la usas, parece que seas guays y especial.
Pues mira, probablemente los malgaches y los alemanes usan la bici porque sí. Probablemente los unos porque no les queda otra y los otros porque tienen unas infraestructuras muy cómodas que les permiten hacerlo fácilmente. Pero te equivocas al decir que un alemán chachis en cuanto tenga pelas se va a comprar unas nike y va a regalarle la bici al primer gitano que pase. Qué consideración tan españolita de las cosas. El alemán con pelas se comprará una peaso de bici que quite el hipo y que cueste sopotocientos mil euros, para unirla a su colección de bicis que tiene en el garaje. No por ser rico se comprará un cañonero.
Por otro lado, comparto totalmente lo que dices, copépodo, sobre el respeto. Ya hemos hablado de ello en otras ocasiones y no podrías tener más razón. Lo malo del asunto es que esto no se limita a la movilidad por espacios públicos… Ayer fui a Hacienda a hacer unos papeleos y salí de allí pensando en escribir un post sobre la mala educación española, que ya casi parece un signo distintivo de nuestro carácter nacional… A ver, tampoco es que yo aspire a que la gente te dedique sonrisas por la calle y todos nos lancemos besos (oig, qué empalagoso), pero al menos, respeta un poco al que tienes delante y no le hables como si quisieras escupirle…
Y al final, esa es la causa de todo. Más educación y respeto, menos categorización social ¡¡¡y más bicis por toda partes, que alegran la vista!!!!
Sophie: pues Sevilla tiene fama de haberse volcado con las bicicletas, ¿Es así?
Juliacgs: creo que Trebol-a insinuaba que el que perdería el culo por unas zapatillas Nike sería el malgache hipotético que se va a Frankfurt a buscarse la vida, pero en fin, que estoy de acuerdo con él en que los motivos que te llevan a montar en bici pueden ser muy distintos en una u otra ciudad (así lo digo en el post, por cierto), pero como bien dices, lo que importa es que se usa. Y sí, la gente está muy escrotada en general. Alfie dice que el que no jode de cintura para abajo lo hace de cintura para arriba.
«Alfie dice que el que no jode de cintura para abajo lo hace de cintura para arriba.» jaja, esta me la guardo.
Juliacgs, no sé que contestarte porque no te entiendo. Me dices que:
el error de todos los españolitos: “uso la bici porque es bueno para el medio ambiente”
comollll ¿? todos los españolitos piensan así? pues tonces yo vivo en la otra España, en la que (aún con el peligro que lleva generalizar) la mayoría piensa que lo de ir en bici es cosa de hippies-protestones ó stalinistas-trasnochaos.
Trebol-a, a lo que se refiere juliacgs con lo de los españolitos es es la manía tan española de tener que clasificar a todo el mundo en categorías sociales. Por un lado están aquellos que te consideran jipi-perroflauta por ir en bici y por otro lado están los propios de la bici que se consideran super-especiales y super-ecologistas y super-guays por ir en bicicleta. E
La cosa es que eso no es así ni en Tana, donde se mueven como pueden (incluidas las bicis), ni en Frankfurt (o en el norte de Europa) donde moverse en bici es lo más normal del mundo. En ambas ciudades esto no tiene connotación social porque es lo normal.
Copépodo, por lo que he visto allí sí están volcados con el tema de la bici, los carriles-bici están bastante bien, en general hay bastante respeto y cuidado entre ciclistas, automóviles y peatones.
Mis amigos me dicen que el sistema de alquiler de bici está bien, tú das tus datos, pagas una buena cuota inicial que cubre desperfectos y robos, se te indica que antes de 30 minutos tienes que haber anclado la bici en el aparcamiento (como forma de control de por dónde van esas bicis y que no sean robadas). Lo malo, que a ciertas horas es complicado hacerse con una.
La bici es bastante usada: haces ejercicio, en algunos casos llegas antes con ella que con el autobús y desde que pusieron calles y avenidas de un único sentido es más complicado moverse en coche, por lo que se apuesta más por las dos ruedas y el pedaleo :)
Copépodo, no queda muy claro lo del tema de las nike, de eso me quejaba yo. Además, yo no estoy discutiendo que cada uno tenga sus motivaciones, ¡si es lo mismo que yo digo!
Trebol-a, como bien explica Eulez, yo lo que digo es que el típico error español, y no con respecto a esto de la bici, sino con respecto a todo, es la obsesión desmedida por meter lo que uno hace en categorías estancas: si usas la bici, es porque eres un ecologista de pro miembro de Greenpeace (de ahí lo de «uso la bici porque es bueno para el medio ambiente»), si no, eres un perro-flauta, si no, tienes que ser un Alberto Contador, ir volando y vestirte acorde (o sea, de una buena licra rosa fucsia o un amarillo chillón…). Pero tienes que caer en alguna categoría sí o sí.
Con respecto a lo de la ecología de pega, además, se ve un movimiento la mar de curioso en la publicidad, por ejemplo: hasta en los anuncios de coches con motor de tres mil y ún caballos aparece alguna bici, aunque sea así, por el fondo… La bici en el imaginario colectivo parece que sea la utopía imposible del ecologismo empresarial (como el color verde), en lugar de un medio de transporte real de lugares tan dispares como Alemania, Madagascar o Sevilla (con sus peros cada uno, claro).
No sé qué hacemos hablando de usar la bici con el buen día que hace, leches… Debería sacarla a la calle, en lugar de estar aquí currando un viernes por la tarde.
Sobre lo que dice julicags, lo colocar bicicletas en los anuncios de coches y de móviles (fijaos si no lo habéis hecho ya) daría para varios posts (si alguien se anima…). Es una forma de insertar buenrollismo de pacotilla, juventud y «algo verde» en la marca en cuestión. En el caso de los móviles, nada tiene que ver, pero vale; pero en el caso de los coches, tendría que estar penado con cadena perpetua…
Bicis en anuncios de coches. Ejemplo de libro de greenwashing. Hay que tener morro.
Hola, llego algo tarde para comentar, pero llego, eso es lo importante, no?
Vivo en Coruña y leyendo la comparativa partí primero de la idea de que estaba mas cerca de Frankfurt que de Tana… Pero en realidad no es así.
Aquí la corporación municipal considera, a mi modo de ver, lo de andar en bici en una ciudad «moderna» como algo «exótico» y muy bucólico. Así que abrieron un carril bici por el paseo marítimo (muy bonito, cierto) que ni siquiera es contínuo y que solo sirve para ir a pasear.
El resto es meterte en la jungla. Como en Tana pero sin vacas. No puedes salir de Coruña por un carril bici, has de meterte por carrteras de dos o tres carriles, y dentro d ela ciudad la cosa no cambia nada: Eres odiado por peatones (cuando acojonado decides ir despacito un tramo) y por los conductores (cuando lleno de valor te lanzas a la calle!)
La máxima aportación reciente es el «carril bus – taxi – motos y bicis» ….. es estrecho, así que si te alcanza un autobus es como sentir el aliento de la muerte en tu cogote….
Un desastre. La clase política no tiene el mínimo interés y venden humo cuando les conviene con este tema, hablan de buenas intenciones «para aliviar el tráfico como alternativa al coche….» pero sin poner medios (bueno sí: un carril bus, habilitado para motos y bicis). En el fondo es ignorancia.
Un saludo a todos, y …no se si me pasé con el tocho – comentario, pero es por ver si en otras zonas sentís lo mismo….
Nordés, la situación que describes es muy parecida en muchas otras ciudades españolas, así que estoy seguro de que cuentas con la comprensión de los lectores ciclistas. Piensa que al menos en Coruña está permitido pedalear por el carril-bus. En Madrid lo tenemos prohibido (teóricamente). Y sí, muchos ayuntamientos no toman medidas que serían muy baratas y nos arreglarían muchos problemas.
Saludos.
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