El día que me convertí en «violento antisistema»


Lo primero que tengo que decir es que soy un ingenuo. Mucho. Y no lo digo por decir, es la pura verdad. Muchos de los que leáis esta entrada os pensaréis al acabar el post que me he caído de un guindo, y seguramente tendréis razón. Hasta hace relativamente poco tiempo yo iba por la vida intentando ser un ciudadano modelo, cumpliendo con mis obligaciones, intentando ser crítico con la realidad y obrando en consecuencia, poniendo a parir a todo el mundo que lo mereciese, intentando no dejarme llevar por mis prejuicios, quejándome cuando lo creía oportuno y votando religiosamente siempre que tenía ocasión a la vez que ponía a parir a los vagos abstencionistas. Europeísta hasta la médula y hasta el hartazgo, defensor del estado autonómico y no sé cuántas cosas más. Empecé a ir a manifestaciones en 2º de BUP (Chirac, cabrón, deja el atolón), pensando que son actos cívicos de responsabilidad ciudadana. Que si Miguel Ángel Blanco, que si la LOU, que si la guerra de Irak, esas cosas. Como buen ciudadano estaba en contra de la violencia y me iba a casa cuando todo acababa. Sabía (porque una cosa es ser ingenuo y otra ser tonto), que los que se quedan después son «los que la lían», los violentos, punkis, jipis, perroflautas y gente de mal vivir que seguro que ni iba a votar ni nada porque eran antisistema, y en el estado de madurez de nuestra sociedad, los problemas hay que resolverlos civilizadamente a través de las urnas. Pues eso. Un ingenuo.

Insisto en que soy ingenuo, no tonto. Hubo un momento de idealismo y de ilusiones, pero según pasa el tiempo te vas dando cuenta de cómo funcionan en realidad las cosas y este bloj, por ejemplo, ha sido testigo de mi desencanto creciente con la clase política en general y con el gobierno en particular. No hará falta explicar por qué creo que la cosa está muy mal y que, siendo como soy, creo que tendríamos que tener una huelga general cada semana.

A lo largo del día 27 de enero me entero de que hay convocadas protestas en toda España contra las reformas de la crisis en general y la de las pensiones en particular. Como se veía venir, los sindicatos mayoritarios han cedido a un nuevo recorte de conquistas sociales con apenas algo de maquillaje. La noticia se da en la inmensa mayoría de los medios como un acuerdo histórico, pero el resto de los sindicatos, grupos de izquierda y por supuesto, la población medianamente consciente de lo que está pasando, están que trinan. Las convocatorias pasan desapercibidas, ningún periódico digital de los importantes hablan de que hay huelgas en varias comunidades autónomas y manifestaciones en todo el país. Me entero por el twitter, vaya. Mi conciencia me juega una mala pasada. Llevo meses envidiando las reacciones populares de otros países de Europa que están respondiendo al atropello, mientras que aquí todos nos quedamos de brazos cruzados, con una huelga general en septiembre convocada con la boca pequeña. A mí, personalmente, no me apetece nada ir a manifestarme un día gris y húmedo de enero en el que podría quedarme en mi casa. De verdad que lo prefiero. Estoy cansado después del trabajo, tengo un post de humor a medias, calefacción, cena, etc, pero mi conciencia me dice que si no estoy dispuesto, ni siquiera a salir a la calle hoy (después de todo lo que me he quejado ante mis amigos esquiroles que sí fueron a trabajar el 29 de septiembre), es que no estoy dispuesto a hacer nada.

No llego a tiempo a la manifestación (Atocha-Sol), pero leo en Diagonal que hay montada una cacerolada delante del Congreso de los Diputados a las 20:30. Pienso que eso va mucho conmigo. Una protesta cívica delante del congreso, supuesta sede de la soberanía popular, actualmente sometida a «»»los mercados»»». Me apunto. Cojo las llaves, el móvil, el libro que estoy leyendo y un silbato «para montar ruido» (ingenuo), me pongo el abrigo y me monto en el metro. Me bajo en la estación de Sevilla y bajo por la calle del mismo nombre hasta la Plaza de Canalejas, con la idea de seguir hasta el congreso, pero me encuentro con que justo en Canalejas está la cabecera de la manifestación. Según bajo por la calle Sevilla, inmediatamente me llama la atención una fuerte presencia policial, varios furgones y un destacamento de antidisturbios a lo ancho de la calle. No ponen ninguna pega para que la gente pase, pero se me pasa por la cabeza que si esto fuese un wargame, la plaza de Canalejas sería un sitio muy malo para estar ya que me están cortando la retirada. El pensamiento me hace hasta gracia, me lo imagino en un tablero con hexagonitos. Os advertí que soy un ingenuo.

El wargame del día. Manifestantes en verde, policía en azul, furgones incluidos. Yo bajé por la calle Sevilla.

Plaza de Canalejas, mientras se lee el manifiesto. Todos estos son violentos y peligrosos antisistema, como un servidor.

En Canalejas hay gente, pero no muchísima; se gritan las consignas al uso y se lee el manifiesto. Ni siquiera presto mucha atención, estoy porque me lo ha pedido mi conciencia, pero ni siquiera tengo yo mucho cuerpo de protesta hoy. Me doy cuenta de que no se va a poder llegar al congreso. La Carrera de San Jerónimo está bloqueada por varios furgones policiales (4 ó 5 al menos), que hace imposible que se puede circular a menos que sea por las estrechas aceras, cosa también imposible por un buen número de antidisturbios también en este punto (en cantidad desproporcionada, me da la sensación). Al principio creo que somos cuatro gatos, hasta que me doy cuenta de que la cosa viene desde la Puerta del Sol. No veo mucho más allá de lo que hay al otro lado de la plaza.

Cuando se acaba el manifiesto hay más consignas que animan a la concurrencia a ir al congreso, pero obviamente es imposible. Se ve que estaban al tanto de la convocatoria de la cacerolada y han puesto remedio taponando la calle. Qué cabrones. Me dispongo a irme, porque ya ha acabado todo y como os he contado ¡yo no soy de los que «se quedan al final»!, esos violentos antisistema y tal. Andando tranquilamente por donde he venido (calle Sevilla), oigo lo que supongo que es el disparo de una pelota de goma. «¿ya?»-pienso-«Si no nos ha dado tiempo a irnos». La gente empieza a ponerse nerviosa, a correr de vuelta hacia Sol. No es que cunda el pánico, pero hay mucha gente y muchos nervios. Se oyen más pelotas de goma y siguen los nervios. La gente no sabe para dónde tirar, ha pasado todo muy rápido. Unos huyen por un paso subterráneo, muchos se apelotonan en portales, otros corren de aquí para allá. Yo la verdad es que estoy bastante acojonado, porque como decía, nunca me había quedado «hasta el final», y es entonces, viendo eso que se ve tantas veces en la tele, al típico antidistubios que agarra a un manifestante y le da un palo, a uno cualquiera, al que le ha pillado más a mano, (no al que parece más amenazador, al que tiene una litrona o al que se tapa la cara), es entonces cuando me doy cuenta de que soy un antisistema. Yo y el jubileta que tengo al lado, y la señora con una niña (que probablemente sólo pasaba por allí) y se apretuja en un portal. ¡Somos violentos antisistema!

Empieza la fiesta. La policía no te deja salir de la plaza si no es hacia Sol, lo que te lleva al encuentro de las cargas, quieras o no

Como todos, también había oído hablar de represión policial, pero era la primera vez que me sentía así de indignado por un castigo inmerecido contra unos manifestantes esencialmente pacíficos. Totalmente desproporcionado. Como muchas otras personas, intento irme de allí (que no soy ningún corresponsal) por donde he venido: la calle Sevilla, pero hete tú aquí que ahora los antidisturbios no te dejan salir. Da igual que sea gente que obviamente sólo se quiere ir de allí, por el borde de la calle: el policía de turno (que tiene la bondad de hablar y no zumbar directamente, como un poco más atrás), nos obliga a gritos a irnos a Sol, es decir, retroceder y meternos en todo el barullo. Esa es la solución de la policía. ¡Otra vez se me viene a la cabeza el wargame! Qué cabrones los antidisturbios, que nos están haciendo una envolvente y lo tenían pensado desde el principio. Una puñetera ratonera era aquello. Salen más y más antidisturbios, como de la nada, están ya por toda la plaza, en grupos pequeños de unos 10. Pura estrategia militar.

No nos queda más remedio que meternos en la Carrera de San Jerónimo sentido Sol, a todas luces un error, porque es donde están a punto de cargar, ¡pero es que nos están obligando! Los manifestantes que ya han paso por allí (los expertos, me parece a mí), han ido tirando contenedores y tal, y empiezan a volar algunas botellas, y siguen las pistolas de goma. A la primera de cambio que puedo me meto en un bar y al poco veo pasar las cargas. Justo en la confluencia con Sol han prendido fuego a una barricada y allí se queda la cosa.

Así estaban las cosas cuando conseguí escaquearme acojonao.

Viendo los toros desde la barrera

Al fondo, la barricada

El dueño del bar nos echa y aprovechando que el foco de atención está mas abajo, consigo retroceder a Canalejas y subir por Sevilla, esta vez sí me dejan pasar.

Aclaro que el título pretendía ser irónico. Como me dijo un amigo hace unos días, ya somos antisistema desde el momento en el que nos damos cuenta de las deficiencias que tiene. De alguna forma te acabas sintiendo expulsado del sistema, con el que cada vez eres más incompatible, pero es que me ha pillado por sorpresa lo rápidamente que puedes convertirte en un antisistema «violento» y ser objetivo de lo que a todas luces es represión policial. La falsa ilusión de democracia nunca me ha parecido más endeble. En la plaza había gente de todo tipo, esencialmente, insisto, manifestantes pacíficos indignados e impotentes por el atropello que estamos viviendo a la luz del día sin poder hacer nada. Impresiona mucho sentirse tan vulnerable físicamente a las armas del estado y a lo imprevisible que es una multitud asustada. No hubo cacerolada en el congreso ni de coña. El gobierno está tomando muchas precauciones y curándose en salud con mucha presencia policial en este tipo de protestas.

Es un poco tarde y no estoy muy inspirado, dejo un par de enlaces abajo y ya lo comentamos mañana si eso

La policía impide el paso de los manifestantes al congreso de los diputados

Disturbios en el centro de Madrid por el pensionazo

66 comentarios en “El día que me convertí en «violento antisistema»

  1. Lo primero: menos mal que estás bien.

    Eres como un soldado que piensa: está empezando a dejar de serlo. El gobierno tiene miedo –no sólo el de aquí, sino el de muchas otras partes. Es clave afrontar esta situación con la cabeza fría: ¿qué hacer? No podemos ser «antisistema» de verdad, nos va demasiado en lo que hay. Sí que podemos empujar para que las cosas cambien, en la medida de nuestras posibilidades. Afortunadamente, nuestras posibilidades son mayores que en otros momentos históricos, donde sólo teníamos un cuerpo para que nos lo molieran a palos.

    Hoy tenemos más formación y más capacidad de comprender el contexto de lo que sucede. También tenemos más capacidad de coordinación. Y se nos oye más: antes sólo podíamos contribuir al estado de opinión en casa, con la familia, en los bares y en la fábrica –y no mucho, que el patrón vigila. Ahora se nos oye por todo el mundo.

    Sólo falta encontrar a quien nos quiera oír.

    Espero que lo que te ha ocurrido no te haga sumarte a la masa de los abstencionistas. Siempre he creído que no hay nada más de derechas que abstenerse, incluso más que votar a la derecha, y disculpa mi prejuicio. Vota. El voto en blanco no cuenta de verdad, así que escoge una formación minoritaria y vótales. Yo pienso hacer lo mismo, y estoy intentando que todo el mundo que conozco también lo haga. No podemos desperdiciar las pocas ocasiones de participar que tenemos.

    Sobre todo no te desanimes.

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  3. Se parece bastante a lo que le hicieron a los estudiantes que se manifestaban en Londres contra la subida de tasas. Y es que, en Europa, la democracia cada vez es más formal y menos real. Ahora, lo cierto es que ser de izquierda, y mostrarlo de cualquier manera, nos va a traer problemas. No te quepa duda.

  4. Apuesto a que ahora cuando veas por la tele los números desorbitados de antisistemas violentos en tal o cual manifestación, empezarás a preguntarte cuantos de ellos son jubilados, madres con hijos que pasaban por allí o gente de a pie que simplemente no está de acuerdo y sale a decirlo, sin necesidad de tumbar contenedores ni quemar barricadas…
    Y la abuela en casa viendo las noticias de TVE1 pensará: que barbaridad, esta juventud que ha perdido el norte, que no saben a donde van, que son violentos bebedores de cerveza okupas fumadores de drojas… porque es lo que les hacen creer, es una vergüenza…

  5. Me alegro de que no te hayan zumbado :)

    Mi enhorabuena, y mis condolencias, por tener ya los ojos abiertos. La ignorancia es felicidad, ya sabes.

    Por cierto, un grupo se encadenó a las farolas delante del congreso (creo que iban por separado y llegaron antes). Hasta donde yo sé, esos no cobraron.

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  7. Gracias a todos por comentar. Un par de aclaraciones:

    1. No creo que cualitativamente lo de ayer se pudiera comparar a lo de Londres ni de lejos más que en que se trataba de una represión desproporcionada. Tengo entendido que lo de Londres fue la leche y que les tuvieron sitiados durante horas. Nada que ver, lo de ayer duró unos minutos.

    2. No he cambiado mi forma de pensar tras lo de ayer ni estoy especialmente desanimado (gracias Iván). He insistido mucho en lo de la ingenuidad porque me temía que si lo contaba sin más muchos me diríais que he vivido en la Luna todo este tiempo y no es verdad, pero una cosa es que te lo cuenten y otra cosa es ver que está pasando. Me sentí indignado por la injusticia e impotente por saber que en los medios se iba a contar lo de siempre. Eso y la afinada maquinaria militar para contener cualquier tipo de problema y curarse en salud mucho antes de que las protestas de España vayan a salir en la prensa internacional. No fue una respuesta para impedir que hubiese cacerolada, fue una agresión perfectamente planeada y coordinada para reducir y disolver a todos los manifestantes, y se activó casi inmediatamente después de que se leyese el manifiesto como respuesta a consignas pacíficas y sin ningún tipo de aviso.

  8. ¡Qué rapidez para escribir esta crónica!

    Ok, yo estuve en la manifa desde las 19:00 en Atocha y llegué hasta que empezó a bajar a Sol, ahí me desvié y me fui para casa. No tenía ni idea de lo de la cacerolada (lo mismo me habría quedado para ver qué pasaba). En la manifestación creo que no había más de 1000 personas y las pintas eran diversas pero las que se podrían esperar: obreros, funcionarios, empleados públicos, profesores, estudiantes y los propios sindicalistas de CGT, Izquierda Anticapitalista, etc. Fui gran parte de la manifa en la cabecera y ya digo que la gente era de lo más normal, nada de violentos antisistemas, había niños y familias, véase foto: http://twitpic.com/3tysyr

    En resumen, la manifa tenía su recorrido. Dado que la misma había sido convocada por «grupos antisistema», era de esperar que las instrucciones de Interior eran no permitir salvo lo que la manifa había dispuesto. Aquí, con «grupos antisistema» me refiero a aquellos que no comparten el criterio de: PPSOE, partidos nacionalistas (de derechas), sindicatos mayoritarios, patronal, banqueros, etc. Es más, debido probablemente a que CCOO firmó el acuerdo del pensionazo, Gaspar Llamazares salió en la tele ayer diciendo que era una gran noticia que se hubiese firmado el acuerdo con los sindicatos, como dando una nota positiva a un recorte brutal (en mi opinión, lo grave no es la edad, sino el aumento de 10 años del tiempo de cotización para hacer el cálculo: la pensión media puede caer un buen cacho). Hasta IU es parte ya del «sistema»

    De este post queda bastante claro que en esta democracia todo el que tenga una opinión distinta a lo establecido es «violento antisistema» o, lo que es peor, tiene la posibilidad de serlo, con lo que las autoridades pueden tomar medidas preventivas.

  9. Me alegra que estés entero pero me quema mogollón lo que cuentas porque, efectivamente, volvemos al tema de que maniobraron de forma deliberada para desmontar la manifestación antes siquiera de que tuviera consistencia y sin atender a qué público había también reunido allí.

    Creo que cada vez más se le están cayendo los ropajes a esta «democracia» y vemos claramente que vivimos bajo la dictadura de los oligopolios. Desde que desapareció la «amenaza soviética» no se cortan un pelo.

  10. buena crónica.. ahora la cuestión es pensar un poco militarmente, como ellos: visto q las manifestación no sirven pq ellos tienen todo el poder armado, qé coño se puede hacer? Está claro q están jugando con fuego, no podemos resignarnos para siempre y se va a liar tarde o temprano

  11. Ahora imagínate que en una de esas cargas entran en el bar donde estás refugiado o te pillan en la calle intentando entrar en el mismo y te detienen. Tu foto pasaría a engrosar las listas de «Rojos peligrosos»detenidos en actos violentos.

    Poco después le roban con violencia el teléfono móvil al político de turno y este decide que ha sido la violenta izquierda radical antisistema. Así que le dan al político las carpetas de «rojos fichados». Imagina que tienes la mala suerte de parecerte a uno de los choris robateléfonos.

    Al día siguiente te detienen, pasas 72 h en comisaría, tu foto tu nombre completo tu puesto de trabajo son aireados por la prensa. Los blogs y periodicuchos de extremocentro empiezan a amenazarte de muerte, todos afirman que eres un radical un extremista un proetarra…..Todo ello a pesar de que tienes múltiples testigos que afirman que te han visto a la hora del robo, tu teléfono estaba localizado a km de la agresión etc

    ¿A QUE DA MIEDO?. Pues en Murcia acaba de pasar con uno al que pillaron con unos gramos de marihuana (para autoconsumo, que si hubiera sido cantidad no habría escapado con una multa) en la grada económica de un estadio

  12. !Jodo!. Como en los mejores tiempos del franquismo.
    ¿No quería el pueblo socialismo?… !pues toma socialismo fascista!……………… Si quieres botar bota, pero si después la mano te huele a mierda, no te quejes………………….

    Entre tanto borrego, siempre sale un garbanzo negro… como un grano en el culo al sistema.

  13. Gracias por compartir tu experiencia y reflexión en tu blog. Yo iba a pasarme ayer a la mani con la intención también de » no quedarme hasta el final». Aunque no pude llegar, entiendo muy bien lo que explicas.
    Es más común de lo que parece transformar estas manis en lo que no son y venderlas de manera que deslegitime a las personas que acuden y a los valores y exigencias tan importantes que se defienden. Está bien que sepamos que esa manipulación existe y las cosas no son como nos las cuentan. Comparto tu escrito en mi facebook!

  14. Eres honesto por lo que dices y cómo lo dices. Tristes días en los que nos obligan a confundir la honestidad con ingenuidad

    Un fuerte abrazo

  15. Lo único que se me ocurre decirte es que esto es así siempre. Pero en la tele luego solo salen los «manifestantes violentos».
    Me alegro que estés bien.

  16. Copépodo, me alegro de hayas salido bien parado. Última hora de El País:

    La delegada del Gobierno de Madrid ha informado de que a los manifestantes protagonizaron incidentes en una marcha contra la reforma de las pensiones se les abrirá expediente. Las sanciones serán de 6.000 euros.

    :(

  17. ¡Lo que has relatado esta a la orden del día¡………Los ataques indiscriminados de la fuerzas de seguridad de Estado, cada vez son mas violentes y desmesurados. Te costo poner los pies en el suelo, ahora ya sabes como se las gastan estos perros del poder. Animo y enhorabuena por la crónica.

    PD: Viste lo que hacen cara al publico, pues imagínate lo que hacen en las comisarias y cuarteles………..Sin comentarios.

  18. Buenas,
    Lo primero es decirte que me alegro de que salieses bien de esta.
    Yo me caí del guindo cuando en una concentración, que nada tenía de protesta, se comenzó a cargar contra madres y niñas en donde montan el famoso «Cortilandia» así, que ya nada puede sorprenderme, o eso espero.

    Yo pasé por Sol a las nueve de la noche y mi dirección era Huertas.
    Lo que esperaba en Sol eran por lo menos dos furgones más de policía.
    Me recomendaron ir por Carretas e ir hasta la Plaza del Angel.
    Cuando llegué a la calle Huertas flipé. Se veía a lo lejos arder unos cubos en la Plaza de Santa Ana.
    Yo me topé con un grupo de chavales muy jóvenes que subían corriendo por Huertas y que cogían piedras de una reforma.
    Tuve suerte y me dejaron entrar en una pastelería que hay allí.
    No había policía por ningún sitio.

    Esto es como en política, yo ya no sé que cojones pensar…
    ¿Qué opciones tenemos?

    Un saludo.

  19. Aparte de estos malnacidos socialistas y populares, no he visto a ningún miembro de la casa real manifestándose a favor de ese pueblo «suyo» que se esta ahogando en la miseria.
    Sera que también pertenecen a esa clase de sanguijuelas humanas que chupan la sangre hasta dejar anémico, enfermizo y agonizante a ese pueblo que tanto quieren……………!Quieren por su sangre!… por supuesto.

    ¿Como quitarías una sanguijuela de tu cuerpo sin haber sangre?……. Porque éstas se enganchan hasta la muerte ………….

    Aprende a disparar. Porque la historia seguirá, lamentablemente, escribiéndose con sangre.
    Con sangre inocente tienen las manos manchadas estos gobiernos sociopopulares de españa. Iraq, Afganistán, el criminal de solanas… etc etc………….

    Cuando un obrero muere, por culpa del sistema, solo le llora su familia.
    Cuando asesinan a un político, le llora toda españa…………… Políticos que asesinan a un pueblo… Pueblo que muere por sus políticos…………!Puta raza!, la obrera.

    !Mi pecado!. Haber mantenido, a la fuerza, a este sistema.
    Mi lucha, contra este sistema. Y no me gusta la violencia. Que las pistolas y los gases lacrimogenos los tienen los policías, perros fieles del amo………………………..

  20. Hola
    Yo fui a la mani, sin niños, el viernes tienian cole, pero si hubiera sido un viernes o sábado seguro que me los habría llevado.
    Guando llegamos a Sevilla y vi cortada la calle con los antidisturbios en plan bronca como hacia tiempo que no veía, ya me imagine que se iba a liar.
    La cantidad de policía que había y como iban preparados ya se veía que tenían orden de cargar en cuanto pudieran.
    A la derecha española, e incluyo al Psoe, pp, y sindicatos CCOO y UGT les interesa vender como puedan su acuerdo con el que nos van a dar a todos por …..
    Y lo mas triste es que el 90% de la población va a tragar y se va a creer que es un buen cuerdo apoyado por los grupos mediáticos del sistema y la propaganda sindical institucional.
    SALUD

  21. Lo primero de todo: me alegro de que estes bien. Lo segundo: ya me parecia a mi que eso de no ir los domingos a misa, besarle la mano al cura y dejar de pensar te iba a traer problemas. Si es que esto algun dia va a ser peor que 1984.

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  23. Últimamente me viene mucho a la mente esa expresión… «estado del bienestar», cada día me parece más irónica… pues en verdad parece que cada día nos alejamos un poquito más de lo que parece significar. :S

    En cuanto a la policía… suele haber de todo, pero en muchos casos se seleccionan a las personas equivocadas para el puesto.

    Un saludo!

  24. Cuando ya no quedan razones y argumentos se recurre a la violencia. Es lo que pasó ayer. Lo malo es que sea el gobierno quien recurra a la violencia. Quizá sea buena señal para nosotros. Me alegro de que estés bien.

  25. Muchas gracias a todos los que habéis leído, comentado, alegrado por mi integridad, y esas cosas. Qué majetes sois. Creí oportuno contar esto porque es la típica cosa que oyes y que más o menos sabes que pasa, pero cuando te toca verlo con tus propios ojos, es que no das crédito. Una periodista de cierto medio se ha puesto en contacto conmigo, pero al parecer la cosa se ha quedado en nada por una repentina pérdida de interés por su parte. Ver las noticias hoy ha sido, como nos temíamos, surrealista. La violencia no es lo mío, no me gusta y sigo sin defenderla. Siento mucho que haya policías heridos y tal, pero es que lo de ayer no fue normal. Varios de los comentaristas están de acuerdo conmigo en que últimamente las fuerzas policiales están preventivamente nutridas hasta el exceso en estas concentraciones. Yo no sé si ayer realmente un grupo de manifestantes intentó romper el cordón policial violentamente, pero yo estaba muy, muy cerca de aquello, en la esquina de la plaza, cuando sucedió y no vi ni me enteré de nada. La primera detonación, insisto, ocurrió muy pronto, sin avisos y sin que hubiese tiempo de desalojar la plaza, y por supuesto nadie ha dicho eso en ninguna televisión. Ya sé que alguno piensa que con esto estoy descubriendo América, pero oye, cuanto más se diga, mejor, ¿no?

    Gracias también a los que han contado cómo fue la cosa al sur de la plaza (donde yo sólo tenía interrogaciones), ya que al parecer sí se pudo salir por allí, aunque viendo las imágenes de la prensa hoy, también hubo bronca por aquella parte.

    Mis convicciones y opiniones no han cambiado por lo que ocurrió ayer, pero la percepción acerca de cómo y para qué se usan las fuerzas de seguridad del estado sí, y me parece muy grave.

  26. No sé si recordáis lo que sucedió en Pozuelo hace dos años (Septiembre de 2008), pero fue exactamente igual. Nos vimos rodeados, cargados y, por supuesto, no nos dejaban salir.
    Eso sí como nosotros ni siquiera protestábamos por nada, sólo nos divertíamos, para los medios de comunicación éramos poco menos que terroristas.

  27. Yo también me alegro de que estés entero. Por cierto que si la reacción ante una convocatoria relativamente poco numerosa ha sido de ese tenor, hay que imaginar cuál sería ante manifestaciones de la entidad de las habidas en Grecia o Francia.

    Empiezo a pensar que de verdad se va a liar parda. ¡País!, que diría Forges.

    Moriarty

  28. ¡Exacto! Estaban poniendo toda la carne en el asador por «cuatro gatos», como aquel que dice. Haber llegado al congreso era algo impensable. Cuando recuerdo las escenas de Atenas en las que los manifestantes entran en el congreso por la fuerza, no me puedo ni imaginar la voluntad inmensa y la desesperación que tiene que tener un pueblo para lograr, con las manos desnudas, enfrentarse a cuerpos policiales antidisturbios. Ídem de cuando en Londres los estudiantes llegaron a entrar en el edificio del partido conservador. ¿Qué nos espera aún ver aquí? Porque cuando la gente ya no tenga nada que perder, seguro que se lía, pero de momento, estos que la ven venir se curan en salud y empiezan a cargar antes de que la gente se vaya a su casa, por si acaso.

  29. El sistema (establishment) no quiere «antisistemas», pero ya somos muchos bregando por la injusticia de los SISTEMAS.
    El relato fue excelente, lástima que lo hayas tenido que sacar de la cruel realidad que está afectando a todos los países.
    Saludos.

  30. Pues aunque de manera tardía, me sumo al suspiro de alivio colectivo porque siga usted manteniedo todos sus apéndices y segmentos intactos, Sr Copepodo. Aunque no he vivido nunca una situación similar, la gente que conozco que ha estado metida en movidas parecidas, gente pacífica en todos los casos, siempre utiliza la misma palabra: impotencia. Impotencia por saber que tienes todo el derecho del mundo a estar allí haciendo lo que haces, pero que sin embargo toca correr o refugiarse en un portal no se sabe muy bien porqué o por quién. Al parecer, a la Ertzaintza en Vitoria también se le ha ido la mano…

    En fin, a ver como le defiendo yo (que también peco de ingenuo) a mi padre que no, que los tiempos de los grises ya pasaron y que «estos» están ahí para protegernos.

  31. Me has dejado de piedra. Lo mejor es que salieses sin ningún rasguño porque, por lo que cuentas, te podías haber llevado algún recuerdo policial. En estos momentos de disturbios, creo que siempre hay algunos radicales que «encienden la mecha» y que la policia entra en acción sin discernir entre unos y otros. Supongo, que no debe ser fácil estar delante de una multitud en la que algunos son violentos y que cuando tengas que «disolverlos» haya que diferenciar el nivel de violencia de cada uno. Es muy probable que la policía actúe tal y cómo le dicen sus jefes que están a su vez condicionados por otros más arriba hasta que lllegas a los ministerios. Y resulta que es como dices, esa represión policial viene por el Estado, y no tanto de los policias que cumplen con aquello que les mandan.
    Yo estaba sin ganas de ir a votar o votar en blanco, pero haré el esfuerzo y votaré a algún partido minoritario, porque ete bipartidismo me dan ganas de vomitar.

  32. ¡Qué barbaridad!

    Muchas gracias por tu relato. Yo desde Galicia, obviamente, no viví nada de eso, pero lo poco que vi en el telediario no tenía nada que ver.

  33. muchas gracias por escribir este post. No voy a hacer comentarios sobre la situación, porque por hoy ya he escupido suficiente bilis pensando en como está la política (y la sociedad) en España… y mi salud es lo primero

  34. En Turquía salio la gente a la calle, pacíficamente, para pedir un cambio pacifico del sistema. Y los policías del sistema respondieron matando a una numerosa gente pacifica.
    En Egipto la gente ha salido a la calle, pacíficamente, para pedir un cambio pacifico del sistema. Y los policías del sistema respondieron matando a una numerosa gente pacifica.

    Mañana mi hijo saldrá a la calle, pacíficamente, para pedir un cambio pacifico del sistema…………….Que no se le ocurra a ningún perro hacerle el menor daño… porque me convertiréis en terrorista.

    Mi hijo se manifestará contra toda esa calaña de socialistas y populares, y sus fieles sindicatos, ugt, ccoo. Mi hijo se manifestara contra la inútil y parásitaria monarquía de este país…………..Mi hijo hará uso de su libertad de expresión… No se le ocurra a ningún perro el causarle el menos daño…………… Mi hijo es pacifico… Yo soy lo que me hagan.

  35. Menos mal que no pasó de un susto, al menos para vos.
    Da mucha rabia, y hace pensar en qué tan democrática es la democracia y lo cerca que está del totalitarismo cuando no le convence lo que la gente de a pie tiene para decir.

  36. Y con tildes:
    Aquellos que hacen imposible una revolución pacífica convierten la revolución violenta en inevitable. JFK

  37. Pingback: Cuando el gobierno pasa de perder las razones a perder la razón « Músico, poeta y loco

  38. Creo que has dado en el clavo. Uno no elige ser violento antisistema. Ser antisistema es cada vez mas fácil, conforme crece el número de damnificados. Lo que se ahorra en sanidad o en pensiones, habrá que gastarlo en policía y ejército, para los enemigos interiores. Las víctimas no eligen ser víctimas, los afectados por la crisis no eligen ser afectados, pero habitualmente y con una buena cobertura mediática, suelen cargar con la responsabilidad de lo que les sucede. Deberían ser los políticos los que dieran explicaciones por su gestión. Cuando son los ciudadanos los que deben responsabilizarse de su propio descontento, podemos llamar al sistema como queramos, pero desde luego no democracia. Para que exista un crimen solo hace falta alguien que te juzgue ¿No has oído nunca aquello de «tú te lo has buscado».
    Es la estrategia del miedo, con el miedo se pueden controlar muchas cosas. Y la gente, cuando se une, pierde el miedo y la pérdida del miedo es algo contagioso

  39. Completamente de acuerdo con »camino a gaia»……..El Miedo es nuestro gran enemigo……venga de donde venga. La sociedad del siglo XXI es cada vez mas consciente de los roles del capitalismo y sus costes, que siempre los pagaran los mismos. Esta revoluciona es mas social, que política y a la vista esta.

    Salud y Libertad.

  40. De nuevo gracias a todos por comentar y por enriquecer la reflexión que no pude hacer cuando escribí el post de madrugada, todavía con el mal cuerpo y la indignación por que nos quisieran decir dónde podemos o no podemos estar y de qué nos podemos quejar o no los ciudadanos, ¡con la que nos está cayendo! Lejos de asustarnos, creo que cada vez es más importante nuestra obligación moral para nosotros y para las generaciones venideras, que sigamos siendo «antisistema».

  41. Qué tarde llego, madre mía, dejé el post para leer más tarde, ¡y vaya con lo que me perdí!

    Aun así, no podía dejar de decirte, por supuesto, que menos mal que no te pasó nada, pero sobretodo que gracias por relatarlo de manera tan sincera y detallada. Yo nunca he sido mucho de manifestaciones, en general, y si me hubiera visto en esa situación me hubiera acongojado sobremanera. Menos mal que la experiencia wargameil te permitió mantener la calma.

    Detesto la violencia en todas sus formas, siempre he pensado que no es la manera de resolver los conflictos, pero es evidente que la violencia engendra violencia y no me puedo creer que en estos días modernos que vivimos se busque como primera solución acallar al redil a palos, nada más empezar, «por si acaso». Pero bueno, sigo en mis trece, la información hoy en día no puede estar amordazada (tu post y tantos otros similares son la prueba fehaciente) y aunque sea, como mínimo, en las urnas, tenemos que demostrar que tenemos algo, ALGO de poder…

    … ¿o no??

    Gracias de nuevo por la crónica.

  42. Interesante testimonio. Pero… ?Porqué quedarse en el camino, y no reflexionar tambien sobre el papel exacto de esos autodenominados ‘antisistemas’ que siempre ‘encienden la mecha’ en un momento dado, para que la Policia pueda empezar a repartir hostias a placer? ?No sera que, en el fondo, flaco favor le hacen a su pretendida causa (la lucha antisistema) y si una cama confortable al propio sistema? En las recientes manifestaciones en contra del plan de reforma de las pensiones en Francia, se les pillo infraganti a unos polis disfrazados de encapuchados dando patadas a las fachadas de unas tiendas de lujo…

  43. Vaya tela, Rafa, vaya tela. Por supuesto me alegro de que no te pasara nada, pero me imagino el acojone que se tuvo que poner, teniendo además en cuenta que es el propio sistema el que estaba dispuesto a darte, literalmente, una manta de ostias.

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  48. La verdad es que me parece vergonzoso que los policias y los que supuestamente tendrian que defendernos son solo marionetas drogadas de un gobierno corrupto y podrido, pero mas me sorprende que ellos mismos no se paren a pensar al sistema al que sirven y el daño que hacen a la gente inocente, las drogas que se meten deben ser muy fuertes.Ojala pudieramos responderles con la misma fuerza y odio. Luego se quejan de la violencia gratuita pero ellos la promulgan mejor que nadie. SInceramente es una pena que no haya una enfermedad que afecte solo a los politicastros y a los polizontes.

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