Partida piloto de «Onward Christian Soldiers»


Ayer mi grupo jugón de confianza y yo estuvimos probando la última adquisición: Onward Christian Soldiers, de GMT Games, un juego de mesa histórico ambientado en las Cruzadas (gracias de nuevo, Biosfofo y cía). En realidad hace ya una semana que lo tanteamos, pero el sistema de juego es algo distinto al que estamos acostumbrados y las reglas aún guardan varios truquillos que hay que resolver, por lo que aunque esta iba a ser la primera partida «oficial», al final ha sido igualmente de tanteo. Apenas nos dio tiempo a jugar un par de turnos, pero tiene una pinta estupenda y espero que en un tiempo pueda poner aquí el transcurso de una partida algo más completa, lo que no impide que pueda recomendarlo y hablar un poquillo de él.

Onward Christian Soldiers ofrece la posibilidad de reconstruir el escenario inicial de las tres primeras cruzadas, aunque la única que permite que jueguen más de dos personas es la primera. La primera cruzada, básicamente, consistió en que llegaron unos señores muy bestias a la costa levantina del Mediterráneo y sin avisar ni nada se pusieron a repartir leches hasta llegar a Jerusalén, pillando en bragas a los musulmanes de la época que estaban muy ocupados en sus cosas. El escenario está muy bien reconstruido en el juego, como veremos. En total hay cuatro facciones cruzadas (francos del norte, francos del sur, alemanes y normandos) y tres musulmanas (sirios del norte, sirios del sur y turcos), además de los efectivos armenios y los fatimíes, que pueden ser empleados por los jugadores dependiendo de las circunstancias o los eventos de turno. Como éramos tres, dos jugadores tomaron dos facciones cruzadas cada uno y el tercero controló los tres bandos musulmanes.

Como decía, las reglas tienen su miga, a destacar varias cosas.

El mapa (muy chulo) abarca toda la parte oriental del Mediterráneo desde el sur de Anatolia hasta Gaza. En él se disponen las ciudades (cuyo control y/o destrucción determina los puntos de victoria), los pueblos y otros puntos intermedios en los que se reflejan los puntos de desgaste que cuesta atravesar el desierto. En la segunda y tercera cruzadas se pueden, además, construir castillos.

El tablero, al comienzo de la partida

En este juego, en principio, no hay límite de movimiento y las tropas pueden desplazarse indefinidamente por el mapa, pero pagando un alto precio en pérdida de vidas humanas por el desgaste que produce el desierto, lo que obliga a ir poquito a poco y deteniéndose cada pocos espacios, aunque los líderes buenos tienen altas probabilidades de poder seguir adelante de forma virtualmente indefinida. Este desgaste se ve potenciado por las condiciones climáticas y por lo nutridas que estén las tropas: cuantos más combatientes hay, más posibilidades de que haya pérdidas humanas si se es demasiado ambicioso en el desplazamiento.

Para reflejar las condiciones históricas, las facciones cruzadas comienzan la partida con una burrada de tropas y unos líderes muy competentes. Sin embargo, no podrán reclutar ni a un solo hombre durante la cruzada. Deben cuidar muchísimo de sus recursos si quieren que les duran lo suficiente como para llegar a Jerusalén. Los musulmanes, por su parte, tienen líderes mediocres y muy pocas tropas, ya que todo el asunto cruzado les pilló por sorpresa. Aunque pueden reclutar algunas tropas en su territorio, al principio serán incapaces de plantar cara al invasor de forma directa y no les quedará más remedio que estar a la defensiva hasta que los cruzados se debiliten por la vida en el desierto y las inevitables pérdidas que irán sufriendo. Además cuentan con la ayuda de refuerzos fatimíes y turcos que pueden llegar eventualmente.

Los otros elementos curiosos del juego y que es donde reside el intríngulis del asunto son las limitaciones «políticas» de los líderes: ningún líder puede llevar más tropas que otro de rango superior. Esto, que pretende reflejar los piques y politiqueos de la época, hace muy peliagudo el reparto de tropas entre ejércitos y hay que pensarlo muy bien al principio de cada turno. Las posibilidades de colaboración o competencia entre distintos jugadores del mismo bando también le dan situaciones interesantes al desarrollo: discusiones entre distintas facciones cruzadas por ver quién se queda con qué, algo bastante histórico por otro lado. Además, el orden de activación de cada ejército depende del azar tras barajar un mazo de cartas de activación, añadiendo más incertidumbre al juego.

Facciones cruzadas y musulmana

Los ejércitos de los cruzados, preparados para entrar en escena. Mientras tanto en Jerusalén Sokman sigue a sus cosas

¿A qué dio tiempo en estos dos turnos? A los cruzados, aunque perdieron tropas, no les fue nada mal. Una fuerza mixta comandada por Godofredo de Bouillón asedió y conquistó Tarso, Bohemundo de Tarento consiguió llegar hasta Antioquía y ponerla bajo asedio, mientras que Raimundo hizo lo propio con Alepo. También cayeron algunas ciudades y pueblos costeros. Los musulmanes pudieron reclutar algunas tropas y prepararse medianamente para el asedio de Antioquía, aunque apenas pudieron moverse y el refuerzo turco de Mosul, al que se espera como agua de mayo, no apareció por el horizonte. Es una pena que hubiese que dejarlo así, porque nos quedamos con la curiosidad de saber cómo se habrían desarrollado los acontecimientos.

En resumen: que tiene muy buena pinta y que seguiremos informando.

9 comentarios en “Partida piloto de «Onward Christian Soldiers»

  1. Sinceramente, aparte de la Oca, del trivial y similares, en lo que respecta a juegos de mesa soy incapaz de memorizar más de dos reglas… jajaja
    ¡No me quiero imaginar moviendo tropas y preguntando… ¿Puedo aquí?!

  2. Nahúm: Jajaja, en ese caso no te lo recomiendo, pero echamos una oca cuando quieras.

    DarthTxelos: a ti, sin embargo, te iba a encantar. Ya te digo que las reglas cuesta pillarlas, sobre todo si estás más acostumbrado a otros GMT como el Here I Stand o el Napoleonic Wars, porque tienen elementos muy diferentes (pero que le dan mucho interés). Estoy deseando que nos pongamos ya en serio con él.

    Kike: ¿Complejo? Pues como todo, depende de con qué lo compares. Es algo más complejo que otros de su estilo, pero los hay mucho peores, y la complejidad no es gratuita, sino que sirve para reproducir las circunstancias históricas. Otra cosa es que eso te guste o no, claro.

  3. Kike, para ese caso tienes como alternativa un juego de bloques más sencillo de Columbia Games, el Crusader Rex. Naturalmente, pierdes el multijugador pero es una opción a dos bastante digna.

  4. Conozco el Crusader Rex. Me lo quería comprar, pero me dió la sensación de que costaba mucho para los componentes que tenía…

    Molaría un juego de cruzados con muñequitos de plástico molones, como los de «La era de Conan».

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