Hace poco tuvo lugar en Essen la feria anual del juego (Internationale Spieltage SPIEL), y unos amigos tuvieron el detallazo de acordarse de mí y traerme este encarguito: Bios Megafauna, un juego de mesa sobre los avatares biológicos del mundo desde el Triásico hasta nuestros días. Si os suena familiar quizá sea porque hace ya unos añitos hubo en el bloj un post dedicados a «biojuegos» en el que hablé del American Megafauna, que viene a ser el precursor de este. El autor del juego es el mismo, y está tratando de realizar una serie de juegos desde el origen de la vida en la Tierra (que se llamará «Génesis»), la evolución durante el Mesozoico y Cenozoico (que sería el Bios Megafauna) para concluir con uno sobre las distintas especies de homínidos disputándose la colonización del mundo (Origins).
Aún lo tengo sin estrenar, pero tras echar un vistazo a los contenidos y las reglas, aprovecho para colgar unas fotillos para ir entrando en faena.
Bien, aunque existe una forma de jugar en modo solitario, en principio se trata de un juego para 2 a 4 jugadores, en los que cada uno controla un linaje de vertebrados terrestres que se van a jugar el dominio de los ecosistemas del mundo (o más concretamente, de Norteamérica) en los últimos cientos de millones de años. Hay dos linajes de diápsidos (reptiloides): uno de arcosaurios (cocodrilos, dinosaurios, aves y parientes) y otro de lepidosaurios (lagartos, ofidios y parientes); y dos de sinápsidos (mamiferoides): uno de mamíferos, cinodontos y afines, y otro de otra rama extinta de sinápsidos. Bueno, esto es por ponerle un nombre, pero básicamente hay cuatro posibles bandos, dos «dinosauroides» y dos «mamiferoides», por aquello de darle más epicidad a la cosa. Las poblaciones de las posibles «especies» que se pueden tener (hasta cuatro por bando), vienen en forma de bonitas figuritas de madera (arriba, derecha).
En el tablero se representa la parte de Pangea que eventualmente se convertirá en Norteamérica, dividida en distintos recuadros donde se colocarán los biomas. El juego comienza al principio del Triásico, justo después de la tremenda extinción de finales del Pérmico que devastó casi la totalidad de los ecosistemas de la Tierra. De forma aleatoria, este mundo casi vacío va poblándose con distintos biomas, representados por losetas. Hay dos juegos de losetas, una para la era Mesozoica y otra para la Cenozoica, y la verdad es que están muy curradas.
Contenido del juego
Muestra de losetas de bioma y de bichos inmigrantes. Era Mesozoica (izquierda) y Cenozoica (derecha)
Cada jugador comienza con una sola «especie» generalista. De sus acciones dependerá el éxito de su linaje: su migración a distintos biomas, su supervivencia en los mismos, su reproducción, la evolución de nuevas especies y, sobre todo, la especialización evolutiva, adquiriendo nuevas adaptaciones que hagan más fácil su supervivencia. Así, un determinado bioma presentará características (codificadas según una secuencia de letras) que una especie tendrá que cumplir si quiere ser capaz de vivir en ella. Esto se extiende según la cadena trófica: una especie depredadora sólo podrá vivir si en el bioma en el que está situado hay alguna especie herbívora a la cual esté capacitado para cazar.
Los cambios en el «genoma» de nuestras especies nos los proporcionan distintas cartas, que salen por azar y se consiguen «apostando» una cantidad de genes. Gracias a estas acciones podemos hacer que nuestros bichillos desarrollen un olfato agudísimo, zarpas excavadoras, cola para nadar, dentadura capaz de comer raíces, pulgares oponibles y todo lo que podamos imaginar. En un momento del juego incluso habrá que hacer que nuestras especies desarrollen distintos tipos de «culturas» para volverse inteligentes y tener ventajas a la hora de competir con las demás.
Muestra de cartas
Además, las cartas provocan determinados eventos. La mayor parte de las veces se trata de la aparición de nuevos biomas (y eventual sustitución de los anteriores), pero a veces tocan grandes catástrofes: caídas de meteoritos, explosiones de supernovas o ciclos de Milankovich. Estos desastres suelen desencadenar apasionantes extinciones masivas: un gran número de biomas desaparecerán (llevándose todo animal que dependa de ellos) y toda especie con un genoma demasiado especializado también se irá al garete. Además, el primer gran desastre del juego provocará que comience la separación de Pangea (impidiendo la migración de especies no marinas a través del Océano Atlántico), y el segundo (equivalente a la extinción K-T) provocará el fin de la era Mesozoica. A partir de este momento, todas las nuevas losetas de bioma serán de la era Cenozoica. Por último, muchos eventos tienen como consecuencia una alteración de la cantidad de CO2 en la atmósfera, provocando cambios climáticos en uno u otro sentido. Estos cambios climáticos provocarán el desplazamiento de los biomas al norte o al sur, con las esperables extinciones asociadas. ¡Mucho ojo! Porque si el efecto invernadero es demasiado o demasiado poco, la Tierra se vuelve inhabitable y el juego se acaba para todos.
Las condiciones de victoria dependen de la cantidad de cartas de «genoma» acumuladas, de la población de bichejos que llega hasta el final del juego y de las losetas de biomas acumulados de la pila de descartes.
Como ya dije en su momento, habría muchas pegas de las que hablar si nos ponemos en plan bio-pijotero… pero ¡qué narices! ¡Es un juego! Un juego que tiene una pinta estupenda, y que presumiblemente será estrenado muy pronto.
Os dejo con un vídeo-entrevista al autor del juego en la reciente feria de Essen.
Sí que tiene una pinta estupenda, suena a horas de juego para una partida, ¿no?
Me encantaban estos juegos… como para haberlo pillado en la carrera!!
Mooolaaa…
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A ese juego hay que echarle un muerdo un día de estos.
Como que no me apetece que Tyler Pepe acabe conmigo, te dejo un comentario (el primero, te descubrí no hará ni una semana).
El juego de marras me parece sensacional, complejo y en inglés, pero increíble. No soy muy jugón pero mi vena bióloga me tira, habrá que agenciárselo (que lo traduzcan al castellano sería como pedirle a un miembro del Tea Party que acepte la Teoría de la Evolución).
Salud!
PD: Le eché un vistazo por encima al JoF y tiene muy buena pinta.
Gracias por comentar. Aprovecho, al hilo del comentario de Murzuq, para enlazar las reglas en castellano. ¡No hay excusa!
http://boardgamegeek.com/filepage/68897/bios-megafauna-en-espanol
Y en respuesta a Glocuru, el tiempo estimado por partida es de unas tres horas.
Hala qué chulooooooooo!!
Cuándo vamos a echar una partidilla tableril, amigo invertebrado?
Tenía este post reservado para leerlo, y casi me olvido. Cómo mola, no sé qué pegas pijotero-biológicas se le podrán poner, ¡a mi me ha parecido de lo más riguroso! Eso sí, como herramienta divulgativa, ni de coña, sin conocimientos mínimos de biología debe de ser un galimatías. Yo mismo me he liado un poco así leyendo rápido…
Gracias por compartirlo!
cuántas partidas le has metido? :D yo igual me lo pillo ahora en octubre :) si subes por Manzanares el Real le echamos una!
Xai, he debido jugar unas 6 veces o así. No me resultaba fácil coincidir con jugadores afines. En mi opinión está bastante bien, aunque al principio es difícil y en general la supervivencia es bastante dura (como la vida misma). Me pasaría con gusto por Manzanares, pero me pilla a unos cuantos miles de kilómetros en esta época de mi vida.
¡Qué guay, no está mal lo de 6 veces! Bueno, para cuando vuelvas yo me apunto a una jaja jugadores en Madrid hay más de los que parece, no sé si conoces el foro http://www.labsk.net, donde estamos metidos muchos… pero bueno, jaja, ¡ya cuando retornes!
¡Un abrazo!