Este es el típico post al que podría dársele un pomposo formato en forma de carta abierta al presidente del gobierno, al rey o a Perico el de los Palotes, pero mira, ¿a quién pretendemos engañar? Están todos muy ocupados con sus cosas (sobre todo el bueno de Perico) como para ocuparse de mis mundanas inquietudes, así que mejor lo dejamos en familia. El caso es que mañana me marcho a trabajar unos años como investigador postdoctoral al Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Connecticut. ¿Qué tengo que decir? Muchas cosas, pero si os digo la verdad, no sé muy bien cómo contarlo (y además alguno hasta se me ha adelantado); son demasiados detalles en los que pensar y muy escasa la concentración de estos intensos días de preparativos, pero algo tendré que decir, así que vamos a ver qué sale.
Para empezar, si hablamos de un investigador que se tiene que ir fuera para continuar con su carrera, quizá haya quien crea que esto se debe a la crisis y a la «particular situación española», lo mal que está la cosa y tal… bueno, pues no. Para empezar habría que recordar que irse de postdoc al extranjero se llevaba considerando algo habitual en el «timeline» prototípico del investigador bueno que se comía sus espinacas y hacía los deberes. Yo lo sabía cuando, acabada la carrera, decidí seguir el insensato y temerario camino de la vocación investigadora. Me hablaban de los cursos de doctorado, del DEA, de la beca FPU y de la tesis doctoral, esa entelequia que por aquel entonces parecía taaaan lejana. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Cuánta ingenuidad! Más allá de la tesis, como quien hablaba de monstruos marinos más allá de Finisterre en el siglo XII, había una cosa que se llamaba «postdoc», y que consistía en que te tenías que ir de España para (¡ay!) para después poder volver ya como un dentífrico tutiplén, con barba y gafas, y todo eso. Desde las primeras veces que supe de este tácito acuerdo de emigración forzosa, nunca me gustó la idea, pero claro, como digo en aquel momento hubiese sido absurdo pensar en esa complicación. Pues bien, a todo cerdo le llega su sanmartín y aquí estoy yo, con mi título de doctor bajo el brazo y mi billete de avión en el bolsillo (esto es una metáfora, claro, porque el billete es electrónico y el título ni me lo han dado físicamente).
Bien, os voy a confesar una cosa, ahora que nadie nos oye. Resulta que yo soy un mal científico. Debo serlo a ojos de muchos. Un buen científico vive por la ciencia. Un buen científico no escatima el tiempo que pasa trabajando aún a costa de su vida personal, y por supuesto, un buen científico no duda a la hora de dejar toda su vida atrás y empezar de cero allá donde convenga sin pestañear. Bueno, esto puede parecer exagerado, pero hay mucha gente que lo afirma o lo promueve. Yo desde luego, no soy así. Nunca entendí que uno tenga que convertirse a los 31 años en un nómada, en un mercenario. Para mí la ciencia es un medio (uno de los varios posibles) para realizarme, pero no un fin en sí mismo a nivel personal. Durante un tiempo hubo esperanzas en que esta situación cambiaría, y aparecían aquí y allá casos ejemplares de gente que conseguía una postdoc sin salir de España. Eran una esperanza que hacía pensar que podías continuar tu carrera científica sin tener que resetear tu vida. También hubo un tiempo en el que parecía que había tímidos pasos hacia la estabilización de los postdocs retornados del extranjero, una especie de luz al final del túnel. Todo eso duró hasta que llegó la crisis y arrasó literalmente la ya paupérrima infraestructura científica española hasta convertirla en el erial que contemplamos ahora con estupefación. Hoy por hoy, las perspectivas en España para que investigadores precarios afiancen sus carreras tienden a cero y no parece que esto vaya a cambiar en un futuro cercano. Esto, sin duda, ha afectado mucho a mi decisión de irme fuera, pero hay que dejar claro que antes de la crisis ya se daba por hecho que un dentífrico «como Dios manda» tenía que irse al extranjero, aún con pocas o nulas posibilidades de reincorporación y sin rechistar.
Lo sorprendente (o no) es que estoy muy contento con mi situación. Mucho. Ansioso por tener nuevas experiencias y por cambiar de país, de costumbres y de oportunidades (después de medio año en el paro). Sí, a pesar de que siempre me temí que llegado este momento quizá me diese por mandar a la ciencia a tomar viento, estoy contento con la perspectiva de un radical cambio de aires. Me sé afortunado por haber recibido dos ofertas de postdoc antes de leer la tesis y haber podido elegir, afortunado por la oportunidad de embarcarme en un proyecto interesante, en un equipo bueno y en una zona que conozco, y sobre todo y por encima de cualquier otra cosa, afortunado porque mi pareja puede y quiere unirse a esta aventura (circunstancia sin la cual, sinceramente, no creo que estuviese tan querencioso de nuevas experiencias). No tengo más que fijarme en compañeros que han acabado la tesis en los últimos meses para comprobar que realmente debo sentirme así, porque para empezar, las postdoc del ministerio llevan sin convocarse desde 2011 y no hay indicios de que se las vaya a ver y para seguir, un tercio de la plantilla de mi ex-departamento corre peligro de ser «austerizados».
Me voy, espero que no para siempre, aunque todos conocemos casos de gente a la que les ha ido muy bien fuera y no les ha interesado volver. No sé si es algo generacional, pero no le veo mucho sentido a hacer planes a largo plazo, prefiero disfrutar por el camino, ¿no es esa la finalidad de trabajar «en lo que te gusta»? Este es un tema curioso: nadie se mete en la investigación por el dinero, sino por otro tipo de satisfacciones. Sin embargo, conozco a mucha gente que debería ser feliz (por tener una plaza fija, por dedicarse a lo que siempre han querido, por ser un investigador y/o docente afianzado y en activo) y sin embargo no lo es. Algunos incluso derrochan amargura y no pierden la ocasión de joderle la vida al prójimo cuando tienen ocasión. ¿A qué se debe esta insatisfacción? Alguien debería hacer una tesis sobre ello, pero a mí me sirve para estar ojo avizor y no olvidar que la verdadera razón por la que inicialmente comencé con la investigación fue que me gustaba la ciencia. Hay que intentar no perder la perspectiva, y si al final me toca ponerme a plantar patatas en un huerto (muy probable), por lo menos estar satisfecho de haber disfrutado por el camino.
Todo esto responde a lo que me afecta como individuo, y como digo no sólo no me puedo quejar, sino que puedo estar más que satisfecho, pero ¿qué decir respecto a cómo nos afecta esto como país? No somos pocos los que nos vamos (que no nos vamos, vaya, que nos echa la coyuntura). Mientras España continúa hundiéndose en la mierda, expulsa por la puerta de atrás al «capital humano» (la fuerza trabajadora aún insustituible, la única capaz de generar riqueza) en silencio, casi parece que algunos suspiran con alivio al ver el goteo de jóvenes y no tan jóvenes que ya no engrosarán las cifras del paro. Igualito que los barberos aplicando sanguijuelas para curar la anemia, vamos. Si queréis leer más sobre el tema, os recomiendo la reciente serie de Rufo en cuatro partes: ::1:: ::2:: ::3:: ::4::, que lo cuenta con detalle y talento. Veremos lo que pasa en el futuro. Me he sentido hasta ahora muy implicado en las protestas y en las ganas de que las cosas cambien y espero que siga siendo así, aunque no sé si poner un océano de por medio influirá en mi percepción de la realidad social carpetovetónica. Por una parte, me fastidia irme en esta situación tan crítica, pero por otra tengo que reconocer que será un alivio librarme, al menos temporalmente, del ambiente tóxico y opresivo que se respira cada día. Como creo que las raíces de la crisis son mucho más profundas de lo que nos creemos, no espero que haya escapatoria a largo plazo a los problemas reales y serios que azotan al mundo y contra los que nos volveremos a encontrar estemos donde estemos. Sin duda vivimos tiempos interesantes, por desgracia.
Recapitulando: que me voy, apenado por unas cosas, y muy contento por otras, como tanta otra gente en mi situación. Si lo que os inquieta es lo que va a pasar con el bloj, bueno, eso al menos sí que podrá seguir como siempre, que Internet está para algo.
Hasta luego y gracias por el pescado.
Sr.Copépodo, te deseo lo mejor en tu nueva vida/aventura/estancia/manglar. Con toda sinceridad, ignoro si eres un buen científico o no (sospecho que sí) pero lo que sí, eres y siempre serás es el mejor invertebrado del ‘interné’.
Un fuerte abrazo, Rafa. No dejes de contarlos cosas del otro lado, dicen que en ‘Conéticca’ vive Tyler-Pepe… Salúdalo de mi parte :-D
Que bien has descrito lo que otros no supimos en su momento.
Suerte y fortuna, que genialidad no te falta, Crack.
un abrazo
Yo te voy a echar MUCHO de menos. Estos dos años míos en Madrid no han sido una auténtica mierda gracias a alguna gente, pero sobre todo a cierto crustáceo friki.
No obstante, sé que entre todo el cúmulo de sentimientos que te invaden a ti en estos momentos se encuentra la ilusión. Sé que te va a ir bien (no sé con certeza si mejor o peor que aquí, aunque sospecho que sí) y que el rol y los wargames también se juegan online. Lástima que no va a haber posibilidad de birras, pero en todo ese tiempo que vas a estar al otro lado del Atlántico surgirán numerosas oportunidades de reencontrarse.
Nada, que vas a hacer ciencia de primera en un país que todavía entiende que la ciencia significa progreso, y por tanto riqueza (luego también dinero). Huye de esta Nueva Rumanía (mis respetos a los rumanos) que los demás te seguiremos en breve.
PD: si encuentras al Tyler-Pepe, dale mi dirección. :P
Buena suerte compadre. Los q nos quedamos intentaremos hacer algo con esta situación de mierda. Aunq yo también necesito algunas oportunidades para realizarme como persona, no sé si me quedaré mucho tiempo o qué :P. Venga, pues eso: suerte y ánimo.
De lo mejor que he leído sobre esto en mucho tiempo. Creo que también hacen falta textos grandilocuentes, en plan «carta abierta a…» y que aún con muchas la mayor parte de la gente seguirá repitiendo como zombies lo que dicen los telediarios, eso de observar la realidad y sacar conclusiones propias no parece muy popular. Pero como digo me gusta mucho, porque lo siento así también, aunque el caso mío y de mi mujer no tiene solución inmediata: somos licenciados en Bellas Artes, y eso, en poco tiempo estará penado y si tenemos suerte nos exiliaremos en lugar de emigrar.
No voy a hacer una despedida muy elaborada por dos motivos: uno, porque me apena demasiado pensar en «despedir» a mi bloguero favorito (entre invertebrados y vertebrados, conste), y dos, porque efectivamente gracias a intenné la cosa no va a cambiar demasiado.
Así que, comentando lo que cuentas en el post, me parece estupendo que pongas esas cuestiones sobre la mesa. La gente ya se iba antes, y el hecho de que fuese condiciñon sine qua non para desarrollar carrera investigadora es harina de otro costal, una discusión crisis-independiente. Yo también pienso a menudo que soy una mierda de científico por no querer irme ni quedarme hasta las 22h en el laboratorio, pero bueno por si algún lector no te conoce personalmente y como sueles pecar de modestia debo afirmar con rotundidad que eres DE LOS MEJORES CIENTÍFICOS QUE HE CONOCIDO JAMÁS. Basta hablar contigo diez minutos de CUALQUIER tema relacionado con la ciencia para saber que te corre por las venas. Y si no, lean este blog, cualquier artículo copepódico de JoF, la tesis o cualquier artículo «de los de verdad».
Hasta ahora estaba orgullosos de ser ese ejemplo de postdoc no-emigrante al que además le estaba yendo muy bien, publicando más y mejor que durante la tesis, pero como bien dices se acabó el chollo y a partir del año que viene quién sabe si no estaremos leyendo un post parecido en Jindetrés.
Pero bueno, desearte lo mejor, felicitarte por el puesto conseguido, y por supuesto estoy convencido de que lo vais a pasar en grande, será una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. De lo que pase después ya te preocuparás luego hombre, si no nos permiten hacer planes a largo plazo en esta carrera, tampoco vamos a amargarnos antes de tiempo, ¿no?
Un abrazo enorme. Por favor, no descuides el bloj en la medida de lo posible.
Y que la Fuerza te acomode.
P.D.: si vamos a veros os llevaremos Miguelitos de la Roda, no te preocupes!!
Vaya,
ahora no sé si desearte, si suerte para que no vuelvas ó suerte y que vuelvas pronto. En fin, que te salga todo tan bien como desees.
Buen viaje.
Estimado señor Copépodo,
Todo mi apoyo en esta aventura. Sigo tu blog desde hace años, y sé que no es tu primera incursión en EEUU. Me alegra mucho de que en el extranjero se te valore, la inmigración de ahora es que se van los más cualificados. Y yo (que no lo estoy) llevo viviendo en Manhattan, Kansas desde diciembre del año pasado, no me arrepiento. No soy un científico (¡ojalá!), pero ante todo soy gallego y por lo tanto tengo un gen recesivo de inmigrante. De mis compañeros de facultad los únicos que quedan por Galicia son aquellos con negocios familaires o que están opositando (con perspectivas muy favorables claro, a uno tal vez le sacan plaza en el 2014, dicen), los demás estamos pululando por el mundo. Veo para el mapa que tengo colgado en mi apartamento, en el que voy poniendo los «quarters» con reverso de cada estado yanqui y ya te puedo imaginar blogueando desde CT, allí arriba a la derecha. ¡Un saludo muy grande!
Rafa, mucha suerte con tu nuevo contrato en el extranjero, seguro que te lo pasas genial… Que de los casi 3,5M de habitantes que tiene Connecticut, serás el más destacado! Un saludo y espero que me traigas agua del río Connecticut (aunque sea en la mano…).
Un saludo!! ;))
Ismael
Jo, dices lo de que «alguno se me ha adelantado» hasta con cierto desdén.
Lo dicho, dicho está, a darle a la máquina esa cojonuda que tienes allí y a publicar como si no hubiese mañana, hombre ya.
Sobre lo del extranjero, irse por ahí y todo eso . La «necesidad» de irse al extranjero es algo de lo que en España se ha hablado siempre mucho y, la verdad, es un poco paleto.
«Irse al extranjero» era una necesidad imperiosa en los años del franquismo debido al aislamiento y a que nadie lo hacía. Ahora mismo puede tener sentido, pero puede que no. Se puede tener colaboraciones con grupos internacionales sin salir de tu entorno habitual. ¿Que está bien moverse? Por supuesto, pero con un objetivo, no moverse por moverse. También pueden venir ellos. Se trata de mejorar la calidad del trabajo científico, no de «irse» porque sí. Puedes ir de estancias, a congresos, de visita, etc. No hace falta irse 2 años. Bueno, a lo mejor sí. Depende. Lo importante no es que uno se vaya, sino que el trabajo científico salga lo mejor posible. Si no tienes futuro aquí o no te gusta lo que haces, pues sí, mejor es irse, pero que no sea porque sí. Esto en otros países no pasa, no tienen esa mentalidad tan rígida.
Ya digo, hay una obsesión malsana con este tema. Creo que ya se nos está quitando un poco el complejo, pero supongo que ahora volverá gracias a los recortes y la emigración obligada.
PD: Echo de menos un botón de contestar en el egobloJ
Gracias, gracias por no convertir esto en una «carta abierta a». Y mucha suerte en el traslado a este lado del Atlántico. Si no eres el tipo de científico que sacrifica su vida personal por el trabajo, me parece que tu paso por los Estados Unidos será temporal. Sé que no es lo mismo NY que CT y que no es lo mismo empresa que universidad, pero aún así… me permito repetir las palabras de un actual catedrático en el Reino Unido que también tuvo su incursión, muchos años ha, en el mundo científico de este país: The good thing about working in the UK as opposed to the US is that, well, it leaves you time to pursue other interests in life.
Mucha suerte y un abrazo fuerte!
Buena suerte, Rafa. Pese al título de tu artículo, tu situación personal no hace estadística por sí sola. Te vas porque te vas; porque has tenido la oportunidad y has decidido aprovecharla. Gracias por recordarnos eso: Rajoy y demás fauna influye, pero no determina nuestras vidas.
Lamento, eso sí, no haberte desvirtualizado. Ahora será un poco más difícil.
Live long and prosper.
suerte a esos dromedarios que continúan su camino…
Gentes del blogoplancton: muchas gracias a todos y cada uno por vuestros buenos deseos. Ando un poco pillado de tiempo para contestaros uno por uno, aunque me gustaría. Ya habrá tiempo en la apacible ruralidad de Nueva Inglaterra, ¡Nos vemos al otro lado!
Ahora que mencionas Nueva Inglaterra, si visitas Providence y te sacas una foto de «Reporteros Jindetrés» junto a la casa o tumba de Lovecraft TE AMARÉ POR SIEMPRE (más aún, quiero decir).
Ahí queda el desafío ;D
Sobre el penúltimo párrafo te diré lo que le digo a todo el mundo que conozco en situación parecida: HUYE, COPE, HUYE TÚ QUE PUEDES.
Pero en realidad lo que más me ha gustado (tranquilizado) ha sido «mi pareja puede y quiere unirse a esta aventura». Era la primera pregunta que pensaba hacerte ;)
Te deseo una feliz estancia en los lluesei.
Animo, Chaval,
Treinta y un años es la edad perfecta para emprender el vuelo.
Otoño es la estación ideal para conocer Connecticut.
Ergo…
..no deberías mostrarte tan quejoso: has tenido la suerte de tu vida.
Si quieres seguir el consejo de una abuela (postiza), no andes por la vida con cara compungida, ni te quejes de todo lo que se mueve….
…se caza mas moscas con miel que con vinagre..
..a no ser que quieras cazar la Drosophila…
Suerte. Esperamos tus crónicas americanas.
Pues que te voy a decir, que me alegro y no, me alegro de que lo tengas claro, me alegro de que no te de vértigo, de que no lo veas como algo dramático, de que creas (ya razones tienes para hacerlo) de que vas a estar a gusto, y desde luego, de que podáis iros los dos. Y no me alegro por las circunstancias, porque por mucho que lo vieras como inevitable desde hace años, pues ya sabes, que de alguna manera ya no es tanta elección tuya como que no tenías opción. En fin, nene, aupa, y a seguir escribiendo, nu nus abandunes. Un abrazo fuerte a los dos :)
Y no lo dudes, en tu caso si que se puede decir que se nos va uno de los mejores :)
Buen viaje. Y cuando vuelvas, busca un hueco y quedamos.
Y una cosa más…
Bueno, no. Era por lo del pescado.
Internet se comió ayer mi (elaborado) comentario, hoy es un día de mierda, se me ha acabado el café y cuando leas esto ya estarás al otro lado. Pero no puedo dejar pasar la oportunidad: mucha suerte y gracias a tí por los copepodos, amiguete.
Un abrazo.
Sr. COPÉPODO ,
Hace poco tiempo que descubrí tu blog y es genial. BIENVENIDO A AMERICA.
Querido copépodo, esta noticia despierta, creo que en muchos de nosotros, alegría y pena (más bien nostalgia) a un tiempo.
Me alegra muchísimo que puedas salir fuera, que lo tomes con ilusión y ganas y que a tu alrededor la noticia sea tan bien acogida. Estoy seguro de que vais a conseguir ser felices allí y que vas a crecer muchísimo, como científico (donde ya eres grande) y como persona (donde lo eres más aún). Como bien sabemos todos, en este país la cosa no está muy bien, y quién sabe si no sales en el mejor momento posible. El regreso será factible y simplemente es que, llegado el momento, os lo planteéis.
Me apena, por otro lado, que no hayamos podido coincidir más en el espacio-tiempo. Cuando descubrí tu blog pasó de inmediato a mi lista de preferidos (me encanta cómo tratas la información y la ciencia con mucho sentido del humor), y llegar a conoceros en Madrid hace unos meses me encantó. Espero que la vida nos depare más encuentros y momentos compartidos.
Sigue disfrutando de la ciencia, haciendo lo que deseas (bien sabes que muchos compartimos tu visión, aunque algunos tengan una vida laboral tan contrahecha y rara como la mía, que soy el hijo pródigo XD) y transmitiendo tanta pasión por ello como hasta la fecha. Que ese «buen científico» (en mi caso he tenido que aguantar unas pocas veces alusiones a algo parecido: «el orgullo de ingeniero») no lo sea por prescindir de su vida y de la realización personal sino por buscar, ante todo, el conocimiento.
Gracias por todo y muchísima suerte en tu nueva andadura.
Un abrazo.
Yo fui uno de esos afortunados en tener un post-doc aqui. Dos para ser exactos…y tras mi segundo contrato postdoc de 5 años…tras levantar dos lineas de investigación, dos, y publicar en una curva creciente de calidad e indice de impacto….se acabó.
Me mandan al paro y me encuentro no ya las puertas cerradas, sino que no hay puertas.
Ahora estoy planteandome tres posibilidades: irme a China, irme a USA o abandonar mi carrera científica.
La verdad, me siento como si me hubieran estafado. Me habría ido mejor yéndome fuera al acabar la tesis? quien sabe. Yo tenía fe en que si nos quedábamos y luchábamos podríamos sacar esto adelante. Tenía fe en que ya éramos un país maduro científicamente, con buenos centros y equipos bien preparados, por lo que la emigración tras la tesis ya no era algo forzosa.
Todo fué un espejismo. Ahora, con 40 años y estoy peor que estaba con 20. A la porra todo.
Mucha suerte ahí fuera. La verdad, leyendo tu blog se tiene la sensación de leer a un buen y verdadero científico. Es una pena que te vayas.
Hola! sigo tu blog desde hace tiempo y lo tengo logeado al mio, porque cosa curiosa se parecen en la idea del nombre, el mio es cuentos de un rotifero y es solo para animar a mis alumnos.
Bueno me alegro por tu posdoctoral, pero me entristece que en este pais, perdamos un cientifico. estoy plenamente de acuerdo con todo lo que dices en tu post y en fin no corren buenos tiempos para la ciencia. Yo hace años que deje la investigación porque de esto no se come y ahora hasta me planteo dejar de ser profesor, porque total para que? me han convertido en un rellenapapeles si sentido y no en un docente.
Bueno que ánimo y espero poder seguir leyendo tus entradas desde el extranjero… jo biologia evolutiva, disfruta y gracias porque me has animado y ayudado tantas guardias de recreo leyendo tu blog…
alfredo marcos
Mucha suerte en el viaje.
Me apena casi mas la situación general del pais. Yo creo que tu tendrás mucha facilidad para adaptarte y te lo pasaras bien.
Creo que tu nueva ubicación será una buena fuente para alimentar tu blog.
No te agobies mucho con la mudanza :)
Hola:
Me has dado un disgusto : que lo sepas.
Uhmmmm bueno, lo reconozco, si va a ser lo mejor para ti y además sigues en plan blogueador podré sobrellevarlo.
Constatar la decadencia de la ciencia y de nuestro país en general es doloroso : es como lo de hacerse mayor, lo ves venir y aproximarse y no te lo crees y cuando alguien te lo prueba o lo menciona te disgustas. Pero era cierto y lo sabíamos desde el principio.
Como le comenté a un amigo que voló a otros lares : suerte, que aprendas mucho y no olvides lo que ya sabes.
Un abrazo.
PS : ¿habrá hamburguesas de pescado en USA? ;)
leyendo tu post me he acordado del poema de Kavafis sobre el viaje a Ítaca http://huespedes.cica.es/aliens/gittcus/kavafis
te deseo lo mismo
;-)
Jolín. Entre unos y otros me pintais el futuro de un negro… En fin, que mucha suerte por las tierras de New England, come mucho bacalao, celebra jalogüin, y todas esas cosas que se hacen por allí… Y recuerda, nunca pierdas tu toalla! :P
Joder… Cope, cómo me alegro, seguro que allí os irá muy bien. Todos los que te tenemos como uno de los grandes dioses de la blogogalaxia nos queda un poquitín de regustillo agridulce por no haber aprovechado más el tiempo contigo (en mi caso haber comentado «algo más» en tu blog o haber contactado contigo para cuestiones puramente botánicas o para quedar cuando pases por Murcia, por ejemplo). Pero en mi caso concreto no me quejo. Por circunstancias que no vienen al caso ha pasado así, pero como sabemos esto es un hasta luego, y una travesía personal-profesional que deja un amplio y positivo sobre el horizonte (música de violines, que la verdad es que he empezado y ya no sabía parar).
En fin, a lo que iba… creo, sin temor a equivocarme, que este bloj, junto con contadísimas excepciones, ha sido el lugar de encuentro de grandes personajes y de un gran nivel cultural y científico del bueno… además de que es con el que yo más he llorado de la risa desde que conozco la blogosfera. Ahora podía decir lo que ya han dicho muchos, pero me lo ahorro, aunque coincido. Los que te admiramos somos así, a veces simples espectadores desde la barrera, sin comentar durante mucho tiempo, pero siempre fieles a tus andanzas y ocurrencias.
¡¡¡Que os vaya bonito, señor Copépodo, seguiremos tus andanzas por el mundo vayas donde vayas!!! Mucha suerte.
Todos estos fraudes ponen al descubierto el tema que está de fondo en toda la actual crisis: la salvaje codicia humana y la falta de ética que rige el modelo económico. Es esta ausencia de ética la que está generando el derrumbe del actual sistema y esto es así porque el mercado, por si solo, no puede determinar si una actividad es o no es ética.
Pues eso, en fin… en mi caso, de momento aquí sigo… pero mañana… quién sabe mañana. Lo mejor, intentar disfrutar el camino, producir lo máximo posible y desde luego… que por dinero, esto no se hace.
Tengo claro que si se me acaba (me niego a llamarlo el chollo, éste es otro logro de la clase gobernante, que parezca que tengamos que dar gracias…), y no hay visos de volver a ejercer ciencia aquí… me buscaré otra cosa. La ciencia me llena como trabajo y dudo que pueda volver a tener otro con el que pueda ser más feliz. Pero para mí, más importante que el trabajo es mi vida. Algo haremos. Aunque puede que ni con la mitad de satisfacciones que puede dar el lado bueno de todo esto (reconozcamos que existe su lado malo…).
Sobre todo, si consigo quedarme y seguir haciendo ciencia o al menos dedicarme todo lo que pueda a ella… prometo ser feliz. Aunque está jodido con esta merienda de negros.
Mucha suerte Cope. Vas a hacer algo grande sin duda.
Pingback: ¡Tengo trabajo estable! (en Estados Unidos) – Diario de un copépodo
Pingback: Otro que vuelve | Diario de un copépodo