Se cumple una semana de mi llegada al yanqui, y aunque están siendo unos días muy intensos, va tocando escribir algo. Típico post abierto a que amigos y conocidos reciban señales de vida y a que quien quiera husmee un poco y lea reflexiones inconexas que no vienen a cuento.
En resumen: que por aquí bien. Enterrado en burocracia, bastante liado por hacer un hogar del apartamento en el que he ido a parar, pero vamos, que estupendamente. Primera reflexión tonta del día: he sido consciente de cuál es el olor de EE.UU., porque nada más llegar es muy llamativa la bofetada olfativa que recibes de fritanguillas y comidas varias tan apetitosas (más que la comida de avión, desde luego) como hipercalóricas y arterioesclerosizantes. Vamos, que como bienvenida es bastante característica.
Tengo que aclarar, para quien no lo sepa, que ya conozco relativamente bien este sitio, pues estuve en sendas estancias otoñales en 2008 y 2009 acompañado por Alfie (quien en esta ocasión se reunirá conmigo con algo de demora). Esto ha sido muy importante a la hora, por ejemplo, de decidir dónde iba a poner el huevo; concretamente ha sido en Willimantic (nombre que en la lengua de los nativos de antaño viene a significar, «tierra de aguas veloces», o algo parecido, en referencia al río).
Willimantic (que aquí se pronuncia algo así como «Güilimáni») no es gran cosa, pero tiene su encanto. Un pueblecito tranquilo de Nueva Inglaterra, que vivió tiempos mejores pero que conserva bonitas casas victorianas y una calle principal con elementos tan destacables como una apañada biblioteca pública, un teatro y una cervecería con producción propia. También es conocido en la comarca por un museo textil de cuando la revolución industrial, una cooperativa alimentaria de productos locales y ecológicos y un puente flanqueado por cuatro inmensas ranas de bronce de cuya historia ya os hablaré en otra ocasión. Población aproximada: 17.000 almas, y algún que otro primigenio.
El puente de las ranas. Muy Lovecraft todo
La elección de este sitio, como decía, se debe a su posición estratégica, que me permite vivir en Estados Unidos sin necesidad de tener o alquilar un coche. Esta quijotada insólita me dio porque en nuestras estancias anteriores la casa estaba en lugares en los que el coche era imprescindible para hacer la compra, la colada o ir a trabajar (léase, para vivir). Aquí hay un pobre pero regular servicio de autobuses que me lleva y me trae al campus en 30 minutos, la compra se puede hacer en bici y hay una tímida oferta de ocio en los alrededores (cine, teatro, biblioteca, bares (pocos), cafeterías (algunas) y mucho, mucho campo). Además, hay rutas en autobús que conectan con Nueva York y Boston, para cuando la sed de asfalto y dioxinas se haga insoportable. Lo dicho: estratégicamente situado.
Willimantic, Main Street
Estando clara la ubicación, y gracias a la ayuda de mis compañeros de la UConn, encontré un apartamento pequeñito, a buen precio y bien situado.
En esta casa hay siete apartamentos, no os vayáis a creer, y desde esta vista se ve la ventana de mi cocina
Como suele ser habitual en el yanqui, la casa estaba totalmente vacía, así que estos primeros días me ha tocado hacer gala de austeridad española en lo que los rastrillos de garaje, craiglist y los desvanes de la gente del departamento me amueblan un poco la vida. Hay un Ikea en New Haven que también tienta mucho.
Esta foto la hice porque ilustraba las prioridades de mis primeros días: casa, transporte e… ¡¡¡INTERNETEEEEE!!! Pero todo muy austero, eso sí
La bici (de segunda mano y más cara de lo que esperaba) de momento hace el apaño, aunque habrá que ponerle guardabarros y transportín. No nos engañemos, que todo el país (y esta zona no es una excepción) está pensada por (?) y para los coches, pero sin ser un paraíso ciclista, no pone las cosas demasiado difíciles. En parte supongo que es por la fuerte presencia universitaria (¡hay hasta bicicrítica!). Aunque la gente va por donde quiere, aceras incluidas, se pueden dejar aparcadas las bicis en cualquier sitio y un ridículo candado testimonial es más que suficiente para apearla en la calle. Muy civilizado todo.
Las vistas desde el salón. Esto está muy bonito en otoño
Y hablando de civismo, es inevitable sorprenderse, incluso cuando ya me lo conocía, lo increíblemente educada y agradable que es la gente. Todo el mundo se saluda, se abre la puerta, te pregunta cómo estás, se ofrece a ayudarte,… llega a dar hasta yuyu. Como no soy nuevo, en el fondo ya sé que es todo pura fachada y que cada cual va a lo suyo, pero oye, en Carpetovetonia también hacemos lo mismo, así que nunca está de más un poco de educación. La presión de grupo es muy fuerte. Curiosamente, en clara reacción mimética yo me noto que intento ser mucho más educado y agradable con los demás, y esto me ha hecho pensar bastante, lo mismo lo cuento otro día.
Qué más… ¡ah, claro! ¡La universidad!
El campus principal de la UConn está en Storrs, a unos 12 km al norte de Willimantic, y es una pequeña ciudad en sí misma. Ya hice en su día una comparativa entre la UConn y, por ejemplo, la Autónoma de Madrid. La UConn es una típica universidad estadounidense. Sinceramente, sus instalaciones, laboratorios, servicios, etc, me siguen resultando impresionantes. Desde que me fui, han continuado las inversiones estatales en el desarrollo de esta universidad de forma que hoy en día se encuentra entre las 20 mejores de EE.UU. En mis ocasiones anteriores como visitante me daba mucha envidia ver un sitio así. Hoy, como español, me sigue dando mucha, mucha envidia, pero como empleado (joder, ¡cómo suena!) me siento un privilegiado: es una gozada investigar aquí. No es sólo por los medios que hay, por la equipación de los laboratorios, los recursos disponibles y lo que me gusta este departamento. Es que todos los pequeños detalles, desde la arquitectura de los edificios hasta los seminarios y actividades de todo tipo están encaminados a motivar, a estimular el pensamiento, a hacer que las cosas funcionen. En fin… que mola.
El PBB (Pharmacy/Biology Building)
Estas fotos del campus son de una visita anterior, pero os hacéis una idea
Aquí habría muchos temas de los que hablar también. El día que me incorporé tuve que asistir a una sesión de orientación en la que muchas cosas me resultaron chocantes y que no se conciben cuando te incorporas a una universidad española (una sesión sobre el código de conducta de la universidad, cursos obligatorios sobre seguridad, ética científica, información sobre la mascota oficial y un popurrí diverso y excéntrico). A ratos pensaba que era una sesión superflua, pero en otros momentos me viene como un arrebato y me pregunto si no estará relacionado ese civismo exacerbado del que hablaba antes con una filosofía de comunidad, con una capacidad de trabajar de forma colectiva, que en centros españoles estamos poco acostumbrados a ver. Luego ya se me pasa y me digo que lo que me ocurre es que soy un resentido de la vida.
Lo dejo de momento. Espero responder a los comentarios que tengo pendientes durante los próximos días y a ir retomando un nuevo concepto de normalidad.
Bueno, la tontería yanqui impresiona de inicio (lo de la mascota, me parto) y luego ves que no hay nada debajo. Supongo que ya te darás cuenta (o no). Lo mismo con lo de la gente que pretende ser amable, como se te ocurra pedirles algo ya verás como no lo son tanto. Mientras te vaya bien, seas limpio, blanco y decente, todos son amables. ¿Mejor que en España donde la gente es una borde y luego tampoco ayudan? Hombre, pues sí. Pero creo que el tono superfluo de allí se pasa un poco de rosca (a mi me produce auténtica tirria) en comparación con lo que son de verdad. Mientras no les des problemas, todo sonrisas.
Buf. Dices: «ese civismo exacerbado del que hablaba antes con una filosofía de comunidad, con una capacidad de trabajar de forma colectiva, que en centros españoles estamos poco acostumbrados a ver». Y gracias a Bohm que no tenemos que andarnos con esas chorradas. ¿No se puede ser cívico y trabajar bien sin tonterías pseudoadolescentes yanquis? Sí, claro que se puede, pero es que esta gente lo vende todo muy bien y te crees que la tontería es imprescindible para todo lo demás.
¿Tienen Masa Crítica (hay que hablar con propiedad, que estás en el país cuna del movimiento)? Tremendo. De eso tienes que decir algo.
Bueno: felicitaciones! Eso primero.
Lo de las apariencias y tal… dicen que si uno pretende lo suficiente, acaba creyéndoselo. Quién te dice que no han pretendido por tanto tiempo el ser amables, que quizás hayan terminado volviéndose amables :)
El Sr. Eulez dice que mientras no des problemas, todo sonrisas. Bueno, no debería ser de otra manera. Sos un desconocido y un extranjero y hablás el idioma con acento. No te rechazan, no te hacen un vacío evidente y no hay maltrato o grosería. Qué más que amabilidad puede pedirse?
Acá en casa hay gente que se conoce de toda la vida y aún así ni siquiera se mearían unos a otros para apagarse, si se estuvieran prendiendo fuego. Obtener un trato cortés no es poca cosa, creo yo.
Saludos y espero con ganas la próxima entrega.
Bueno, chico, me alegro de que ya te estés instalando bien.
No te voy a preguntar nada del lugar (aunque he de reconocer que las vistas desde tu salón se salen), pero sí que necesito saber algo: ¿cómo son tus vecinos del edificio? ¿Te han llevado una tarta de manzana? ¿Se han hecho comentarios evangelizantes?
Y, por dios ¿¡has conseguido algún tratado de chick!?
Me ha encantado esta crónica, aunque no he podido evitar sonreírme al llegar a la parte de la «filosofía de comunidad». Ay. El comentario de Eulez en mi opinión da bastante en el clavo, hasta la mención del color de piel; para los que no somos blancos sino claramente marrones la amabilidad ya se reduce varios puntos. En un entorno académico me imagino que se nota mucho menos, eso también. Pero la mayoría en este país, como en los demás países del mundo, no se mueve en ambientes académicos.
Muero de la envidia por haber conseguido prescindir de coche. Para nosotros es obligatorio tener uno y buenos disgustos nos ha dado.
Saludos desde el Estado vecino, espero que pronto relates más cosas.
A mí lo que más me ha impresionado es lo de las ranas. Espero que la mascota no sea esta: http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTDAhfUfhKOk4ZS6iH3jEOdHmmDc0hamdd9VOPQ_6E2oJBBE_jxzNdG6FYM
Eulez: no me tienes que explicar cómo va lo de «la tontería yanqui», creo que he pasado aquí tanto tiempo como tú o más y además hemos hablado varias veces del tema y efectivamente es todo fachada (como yo mismo he escrito en este mismo post, si lo compruebas), pero mira, la verdad es que me parece más agradable que un conductor de autobús te salude, te dé los buenos días y no se moleste si le preguntas cómo llegar a un sitio, una conducta que está a años luz de la del colectivo de la EMT, por ejemplo.
A todos nos gusta destacar lo disfuncional que son muchos aspectos de la sociedad estadounidense, pero no veo por qué no debo entrar en aspectos que sí me gustan. Para mí es una gozada trabajar en esta universidad. Supongo que con el tiempo le encontraré más pegas, pero en los 6 meses que pasé entre 2008 y 2009 todo lo que fue trabajo se dio estupendamente, fue tremendamente productivo y formativo. Las cosas funcionaban y la gente hacía su trabajo y te facilitaba el tuyo de una manera muy eficaz. Aquí si se te funde una bombilla del microscopio, no tienes que ir a robarla al laboratorio de prácticas, por ejemplo. ¿Es todo cuestión de tener recursos? Pues puede ser, pero lo que me estoy planteando (y lo dejo caer como una posibilidad, nada más) es que haya una cultura cívica que permita que ciertas cosas funcionen bien. Se empieza por saludar y ser educado, se sigue pudiendo dejar la bici casi sin candar, se sigue pagando religiosamente los impuestos, cooperando con la comunidad y… yo qué sé, se acaba teniendo algo como el Jardín Botánico de Nueva York.
El Jardín Botánico de NY: en junio, cuando estuve allí de congreso, me quedé FLIPADO al saber que este jardín (que en extensión y cuidado es exquisito y como centro de investigación es puntero en todo el mundo, incluyendo una de las mayores colecciones científicas) existe y se mantiene únicamente por financiación privada. Te cagas. La de millones que tiene que costar gestionar y mantener eso. Desde el visitante que deja un par de dólares como donativo a la empresa farmacéutica que financia un pabellón entero (sin beneficiarse de la investigación), y sí, que se desgravará de lo suyo. Yo, sinceramente flipo. A pesar de que estoy convencido de que la administración pública y la fiscalidad progresiva es la forma más justa de llevar una sociedad, no puedo sino admirarme de que entidades como esas sean posibles y funcionales con gestión privada. ¿Te imaginas algo así en España? ¿Te imaginas a Amancio Ortega o a la duquesa de Alba financiando un multimillonario centro de investigación? ¿Y que fuese normal que los visitantes de un museo dejasen donativos? Pues yo creo que (¡creo!) que esto sería inviable en España (Ahí tienes al centro valenciano Príncipe Felipe y lo que duró), y en parte es por la cultura picaresca (fraude fiscal, desde la chapuza «en B» hasta el Urdangarinazo), antítesis del civismo, sea sincero o no. ¿Es sólo cuestión de tener recursos? Pues creo que no, que algo más hay ahí.
Estados Unidos es muy grande y yo no conozco casi nada. No sé cómo eran las cosas en Arizona, hablo de lo que veo y de la envidia que me producen ciertas cosas. Otras, evidentemente, no me dan ninguna, pero oye, hoy tocaba esto.
La masa crítica es el viernes, no sé si iré porque estos días ando cargando el portátil p’arriba p’abajo, pero cuando toque haré reseña claro que sí. No sé muy bien de qué palo irán, porque aunque tráfico hay, se me antojan muy distintas a las de Madrid.
Pancho: El señor Eulez dice que es todo fachada y es cierto. Ya lo pude comprobar en su día, cuando recién llegado en 2008, una secretaria no paraba de insistir en «si necesitas algo o tienes algún problema, dímelo», y el día que necesité ayuda de verdad, se me quedó mirando y sonriendo, como diciendo «anda, qué putada ¿no?» Pero vamos, que vengo preparado para eso y más, pero que contrasta mucho el trato que te dan en España. Un amigo mexicano cuando llegó a Madrid sintió justamente eso, que todo el mundo era grosero, hablaba a gritos y no tenía educación, ¡así que imagínate!
Un saludo
Radagast: pues… ¡no te lo vas a creer! Pero ¡SÍ! Me dieron un tratado de chick, un genuino tratado de Chick en el autobús. Me pareció increíble, una revelación. Concretamente el de «This was your Life», todo un clásico. Con tiempo iré recopilando bizarradas evangélicas, que aquí tienen una iglesia en cada esquina.
Mortiziia: incluso en la universidad creo ver cierto sesgo hacia la raza blanca, aunque en esta visita creo que hay muchos más estudiantes de otros países (como chinos o indios), pero sí, eso que dices también es verdad. ¿En qué estado vecino estás?
Trollborges: por desgracia la mascota es un husky. Un perro, vaya. Además, hay un husky REAL que lo cuidan unos de una hermandad de esas y que es sustituido como mascota oficial cuando muere. Y van ya 14. Te cagas. La rana tuya molaría mucho más.
Es curioso que yo llegué con la misma actitud positiva de fijarme en las mejores cosas de este país, pero después de varios años, aún reconociendo la cantidad de cosas estupendas que hay aquí, no puedo seguir mirándolas desde esa perspectiva de «me voy a quedar con lo bueno y nada más» (y mira que me gustaría). Lo del Jardín Botánico es un ejemplo fabuloso; preguntas si nos imaginamos algo así en España, admites que prefieres otra forma de hacer las cosas pero te quedas con la parte positiva de que haya ricos que donen grandes cantidades de dinero para estos proyectos. Yo lamentablemente no puedo verlo así; cuando hay una tormenta de nieve y te quedas 5 días sin electricidad, agua ni calefacción porque las infraestructuras son del año de Maricastaña y no hay ningún tipo de mantenimiento para el combo mortal árboles-postes de la luz y a la vez estás viendo cómo pagas un 25% de impuestos sobre tus ingresos mientras estos ricos pagan un 14%, donando millonadas para proyectos preciosos como el Jardín Botánico, sí, pero no por amor a la botánica sino por consejo de su equipo fiscal para desgravar (y te aconsejan hasta dónde donar), el hecho de que haya instituciones que funcionen íntegramente con dinero privado deja de parecerte (o al menos a mí deja de parecerme) tan bonito. ¿Que en España los ricos también se escaquean y encima no dan ni un soplo en un ojo? Pues sí, ya les vale, pero en España nunca jamás en la vida te vas a quedar 5 días sin servicios básicos en pleno invierno y en el área metropolitana de Madrid por una tormenta de chichinabo. Y aquí, a apenas 1 hora de la ciudad de Nueva York, nos quedamos horas y días sin servicios en CADA tormenta. Si sumas esto al tema de la educación «pública y gratuita» y la sanidad, no sé, a mí el hecho de que una empresa o un particular done millones para mantener un jardín botánico o cualquier otra institución me pierde muchísimos puntos.
Hola Cope.
Estoy preocupado, ya tienes tu tratado de Chick y todo. Te están abduciendo y pronto abrazarás el dogma. :P
Ya en serio, me das una terrible envidia sana. Tu nueva vida y tu carrera tienen una pinta estupenda. Y eso que lo más difícil suele ser el inicio.
En fin, te leemos.
Cuídate mucho.
PS.- Esas ranas son más de Disney que de Lovecraft XD
Enfín, alguien tiene que cuidar de la finca en llamas para que podáis tener algún sitio al que volver de vacaciones, yo me quedo. El ámbito «académico» sigue pensando que estamos en 1940 y es perder el tiempo (nunca han sabido qué hacer con alguien como yo, francamente :-) ), pero para investigar lo que me de la gana con gente del país que me de la gana no necesito el permiso de nadie, así que… se siente.
El tiempo que gano no teniendo que correr en la jaula del hamster o rellenar papeleos idiotas o teniendo que molestarme en correr a publicar todo lo que descubro también vale dinero.
Una mala decisión, sin duda
pero me la suda,
Y ya volviendo a las cosas interesantes, las ranas no son de Disney, que conste. Esas ranas de noche, en bici y con niebla tienen que dar mucho miedo.
un miedo invertebrado, se sobreentiende :-)
Mortiziia: que sí mujer, si eso ya lo sabemos todos, pero es que no estamos hablando de eso ahora. Ni defiendo la gestión estadounidense, ni «miro sólo la mejor parte», ni pretendo aquí hacer ningún tipo de definición de un país de 300 millones de habitantes que casi ni conozco. Me he limitado a manifestar mi asombro de cómo funcionan algunas organizaciones científicas de calidad mundial, he puesto en duda que ese modelo pudiese ser viable en España y me he preguntado si existe alguna relación entre la conciencia cívica a distintas escalas. Punto. Soy consciente de todo lo que dices y siempre he defendido, en este bloj sin ir más lejos, la progresividad fiscal y la redistribución de la riqueza, por pura justicia social. Que yo me haya venido a trabajar aquí no obedece a ningún componente ideológico más allá de que estaba en el paro y aquí se me ha abierto una puerta en un trabajo que me gusta y en un sitio que me gusta, mercenario de la ciencia y tal. No hay que sacarle más punta. De todas formas si esto se tratase de hacer una competición para ver qué país es más cutre, España está ganando muchos puntos, porque justamente muchas de las cosas que más valoraríamos en esta discusión están vaporizándose.
Dani: ¿Que me están abduciendo? ¡Qué va! Yo ya vine entregado a la Chickología, como exégeta y fan acérrimo desde hace años. ¡Un abrazo!
pvaldes: pues hombre, de mala decisión nada. si puedes quedarte, investigar en lo que quieres, sin presiones del impactismo y cobrar un sueldo, tú lo que tienes es una suerte del copón bendito y me cambiaba por ti ya mismo. Yo me hubiese quedado (aún teniendo que robar bombillas del laboratorio de prácticas), pero oye, no he tenido ocasión.
Las ranas: miedo no es que den, pero no dejan de ser un rato grotescas por grandes.
pues nada, que bien que ya estás de este lado del charco y que las cosas marchan bien. Mucha suerte en Yankilandia. esperamos actualizaciones
Tiene gracia que era hace cuatro años cuando contabas las historias de las banderitas y las caretas de McCain y Obama, supongo que ahora estarás de Romney y de nuevo de Obama un tanto saturado… En fin, que me alegro de que te vaya bien por esos lares. Bonita casa :)
Rufo: no te creas, en 2008 en general había mucha más expectación, en esta ocasión me parece que hay menos cartelitos y movidas, y bueno, aparte es que me pilla casi recién instalado y sin televisión (que casi es una suerte).
Un abrazo
Poniéndome al día…….