Hellenes

«La historia es un incesante volver a empezar»

Tucídides, o eso parece

Ya tengo en mi poder «Hellenes«, un nuevo wargame de GMT que encargué hará más de un año, cuando estaba aún en fase de diseño. Como el público de este tipo de aficiones no se puede comparar con los seguidores de la saga Crepúsculo y cosas por el estilo, los creadores de estos juegos suelen querer estar seguros de que se va a vender, y por eso, antes de ponerse a producirlo como locos, piden que la gente interesada se comprometa a comprarlos apuntándose en una lista de prerreservas (P500). Cuando hay más de 500 personas apuntadas, se acaban de convencer que la cosa va en serio, se le dan los últimos retoques al juego y se saca a la venta. Como incentivo, la gente que lo prerreservó lo consigue a un precio menor que el normal, cosa que está muy bien. Tampoco es que vayan a vender mucho, lo mismo sacan 1000 ejemplares o así, y luego pasa lo que pasa, que los juegos más vendidos se agotan y de nuevo se inicia un sistema de prerreservas para una reimpresión.

La cosa es que después de muchos meses, este juego ya está disponible. Como podéis leer en la caja, recrea distintos escenarios de la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), que enfrentó a Atenas y su imperio marítimo contra Esparta y su liga de poleis. Es un periodo histórico que tiene su interés y que viene a marcar el fin de la época dorada de las ciudades-estado griegas. Fue una guerra muy larga, con un descanso en el medio, como en los partidos de fútbol, en la que la desigualdad de los ejércitos (la temible flota ateniense contra los poderosos hoplitas peloponesios) no favorecía un enfrentamiento directo, y así tenemos a los espartanos asediando y saqueando el Ática periódicamente (sin poder hacer mucho más por culpa de los infranqueables «muros largos«), mientras que los atenienses iban expandiendo su influencia por el mar Egeo y picoteando éxitos marítimos. Un capítulo aparte merece la catastrófica empresa de Atenas en Sicilia, donde le salió el tiro por la culata y acabó con la flota hecha mistos y gran parte de su ejército criando malvas o esclavizado. Bueno, que me enrollo: al final la cosa es que gana Esparta, y si queréis más detalles lo mejor es que leáis el testimonio de los corresponsales que lo vivieron en directo.

El mapa, muy bonito él

La cosa es que, como dice la cita de Tucídides, ahora tenemos la oportunidad de darle patrás a la historia y probar suerte con uno de los bandos gracias a «Hellenes». A diferencia de otros de los que os he hablado, aquí las unidades militares están representadas por unos bonitos bloques de madera (azul para Atenas y rojo para Esparta).

Toda la puñetera tarde pegando papelitos en los bloques

Los bloques se colocan en el mapa de pie, para que el adversario no vea sus características. Esto se conoce como «niebla de guerra» (uuuuuuh). Un dibujito nos indica de qué unidad se trata y dependiendo de cómo esté orientada y de otros números se sabe qué características tiene a la hora de zurrarse y de moverse.

De izquierda a derecha: hoplita, infantería ligera, arqueros, caballería, flota y guarnición

Hay un mazo de 55 cartas que pueden usarse como evento o como acciones, jugándose una en cada estación. Las estaciones del año son también muy importantes durante el juego, por ejemplo, en invierno es muy costoso mantener un asedio y muy peligroso embarcarse mar adentro, mientras que en verano el riesgo de tormentas es menor y se pueden realizar más acciones. Aún no lo he estrenado, pero las instrucciones son bastante breves para lo que suelen ser estos juegos (sólo 16 páginas) y son facilitas. La simulación histórica parece que está bien conseguida y se pueden recrear distintos escenarios del enfrentamiento. Lo único que de entrada no me convence mucho es que los bloques ocupan mucho espacio sobre las áreas del mapa y queda un poco incómodo, pero no tiene mala pinta.

Escenario del 431 a.C., bando espartano

.

Escenario del 431 a.C., bando ateniense

.

Aquí se va a liar una buena

.

Escenario de la campaña de Sicilia, 415 a.C.

Ya sólo falta estrenarlo, y espero que en las inminentes vacaciones surja alguna oportunidad.

4 comentarios en “Hellenes

  1. Bueno, en realidad quien ganó la guerra fue… Persia. Porque se las apañó para que Atenas y Esparta se desangraran durante muchos años, en lugar de hacer incursiones en Asia Menor.
    Sin embargo los persas no previeron que las polis griegas se convertirían en presa fácil para una nueva potencia: Macedonia.

    Oye, es verdad, qué grandes son las fichas en relación con el tablero. Y además hay que tener cuidado de no girarlas accidentalmente, no sólo porque delataría su identidad sino porque podría alterarse su valor.

    Así me gusta, haciendo proselitismo.

    Por cierto, Laberinth ya pasó la fase P500 en un tiempo record: 3 semanas.

  2. El problema que tenian ambos bandos era que sus conocimientos sobre tecnicas de sitio eran muy insuficientes. Esparta tenia vencida y sitiada Atenas por tierra, pero las murallas largas hasta El Piero fueron insuperables para sus rusticos conocimientos. Y Atenas hizo reir en Sicilia y se las apaño hasta para perder la flota.

  3. Bueno, no tiene mala pinta. Aunque ese sitema de bloques de madera me parece un poco extraño, y nada atractivo visualmente.
    Tendré que echarte una partida, si como dices, es sencillo de aprender (que ya sabes que mi mente da para poco)

Deja un comentario