Aprovecho para hacer una breve recomendación para lectores: recientemente he leído «Historia alternativa: el mundo que pudo ser«, una colección de relatos cortos ucrónicos, es decir, que exploran cómo podría haberse desarrollado la historia si algún acontecimiento hubiese sido distinto a como realmente aconteció. Hay algunas propuestas curiosas, por ejemplo qué habría pasado si los sumerios hubiesen inventado la imprenta de tipos móviles y otros que son más bien relatos «steampunk«, y como siempre paa con las colecciones de relatos, unos gustan más que otros.
El que me pareció más interesante es «En las tierras del fondo» de Harry Turtledove, que recibió el premio Hugo de novela corta en 1994. El relato cuenta una historia ocurrida en un mundo paralelo donde el Mar Mediterráneo no llegó a llenarse nunca. Como sabéis, a lo largo del Cenozoico el Mediterráneo ha sufrido distintas crisis de salinidad durante las cuales el estrecho de Gibraltar u otros equivalentes lo aislaron del Atlántico convirtiéndolo en un inmenso salar seco a cientos y miles de metros por debajo del nivel del mar. De este tema hablamos alguna vez por aquí. El relato sabe a poco porque es un tema muy interesante y daría muchísimo sobre lo que especular, pero me ha gustado mucho porque explora dos vertientes: la histórica y la biológica.
La histórica se centra en que los inicios de la cultura occidental (Grecia y Roma) surgieron a orillas del Mediterráneo, por lo tanto, ¿cómo sería un mundo en un estado de desarrollo similar al nuestro pero donde nunca existieron Homero, Aristóteles, Julio César o Cicerón? Otras culturas como las de Mesopotamia o incluso Egipto sí que habrían podido tener unas posibilidades equivalentes a las históricas, pero ¿cómo sería la vida hoy?
La parte biológica está también muy conseguida: una extensión tan inmensa de terruño seco, inhóspito y estéril, como un gigantesco desierto, sería el hogar de muchísimas plantas y animales únicos y el autor sabe cómo describir un ambiente tan peculiar en el que tanto han pensado geógrafos y biólogos que desapareció hace cinco millones de años tras el último «llenado» del Mare Nostrum. Tan impresionante debió ser que de hecho el relato se desarrolla durante una visita a un parque nacional situado en lo que hoy es el Mar de Alborán.
Este señor, por cierto, es autor de otras ucronías interesantes que habrá que buscar por ahí en las que los nazis ganan la Segunda Guerra Mundial, Felipe II conquista Inglaterra o Napoleón evita la toma de la Bastilla. A ver si las puedo leer.
Me mola el steampunk. Soy fanático de «Castillo de Falkenstein».
Miraré de conseguirlo, neno.
Un abrazo.
El relatillo steampunk no me llamó mucho la atención, pero cuando quieras te los dejo todos. ¡A ver si nos vemos!