El chiste del pastor y el biólogo molecular

Esto era un biólogo molecular que, después una semana de intenso trabajo, decide ir a pasar el domingo al campo para que le dé el aire y relajarse un poco. Se hace su rutilla por el monte y de repente se encuentra con un pastor y un rebaño de ovejas.

Como está de buen humor decide tirarse el moco con el pastor.

– Hola muy buenas.

– Hola, qué tal.

– Oiga usted, le propongo una cosa. Si soy capaz de decirle con total precisión cuántas ovejas hay en su rebaño, ¿me regalaría una?

El pastor piensa para sus adentros «anda el listo este, qué se habrá creído. No lo adivina ni de coña», así que decide aceptar.

El biólogo molecular, duramente curtido estimando el número de puntas de pipeta y de tubos de 1.5 ml de un vistazo, echa una mirada al rebaño en movimiento, arruga un poco el entrecejo y en menos de 10 segundos le dice al pastor…

– Tiene usted exactamente 263 ovejas.

La cara de asombro delata al pastor inmediatamente, que reconoce su derrota y, sientiéndose un pardillo, permite al biólogo molecular que escoja una de sus ovejas que ha ganado en justa lid. El satisfecho científico agarra a uno de los animales y se dispone a seguir su camino henchido de orgullo.

– ¡Un momento! – dice el pastor justo en ese instante – creo que merezco el derecho a una contraapuesta: ¿Si soy capaz de adivinar su profesión a la primera, me la devuelve?

El biólogo molecular piensa para sus adentros que es imposible que el pastor sepa siquiera qué es una PCR a tiempo real, así que acepta.

– De acuerdo, inténtelo.

– ¡Usted es biólogo molecular!

– Pe-pero ¿Cómo es posible? ¿Cómo lo ha adivinado? -responde atónito.

– Ande y haga el favor de devolverme al perro.

19 comentarios en “El chiste del pastor y el biólogo molecular

  1. Creo que aquí hay una concordancia entre la biología y el odio generalizado de muchos físicos hacia físicos teóricos…

    Me da la sensación, vaya.

    Que cambio el chiste y pongo «físico de supercuerdas» en lugar de «biólogo molecular» y casi que me sirve.

    Aunque en un biólogo es más grave confundir a una oveja con un perro, claro, que ahí está la gracia.

    Vaya, que menudo comentario chorra.

  2. ¡Qué mamón! Pues para tocar un poco los bemoles, te diré que he encontrado un fallo en el chiste: si el biólogo molecular confunde el perro con una oveja, debería haber estimado el número de éstas en 264, con lo cual hubiera perdido la apuesta.

    ¡Toma ya! Donde las dan las toman, caballero… XD

    En serio, me he descojonado. Aunque he de reconocer que no conozco a nadie de los de mi calaña capaz de estimar con semejante precisión cantidades de puntas y/o tubos.

    Eulez tiene razón, parece un chiste sacado de Big Bang Theory. Hay que acabar de una vez por todas con estas rencillas absurdas!

  3. Yo lo conozco desde hace muchos años. Parece una adaptación del chiste del consultor, que está un poquito más completo:

    Un consultor va por el campo, bla bla, hace la misma oferta, saca entonces su portátil, abre el Excel, se está un rato y le da la cifra exacta. Se lleva la oveja y el pastor le dice que si adivina lo que es, que se la devuelva.

    -Es usted consultor.
    -¿Cómo lo ha adivinado?
    -Muy sencillo: ha venido aquí sin que nadie lo llamara, ha pretendido cobrarme por decirme lo que ya sabía y por si fuera poco de entre las ovejas ha elegido al perro, así que ya puede ir devolviéndomelo.

  4. Nada más leer ésto (estoy en mi trabajo)he bajado corriendo al laboratorio de filogenia molecular y he contado el chiste a un tono de voz que todo el mundo ha podido apreciar.
    Que bien me lo voy a pasar esta semana contando ésto… OOh gracias cope
    XDD

  5. Igual que para Freud un puro a veces era sólo un puro, un chiste a veces es sólo eso, un chiste.

    Sí, obviamente es una versión del chiste del consultor, pero aplicado a la biología y a la identificación de especies toma un matiz especialmente jocoso.

  6. jajajaja, buenísimo, como la vida misma!! Aunque el chiste es aplicable también a los ecólogos teóricos. Hace años, cuando yo estaba de postdoc en Escocia habíamos salido a ver aves marinas con un grupo de gente de la facultad. Cuando estábamos en una playa, un catedrático de Ecología teórica muy joven que estaba con nosotros dijo
    – «mira que pato más bonito, ¿de que especie es?
    Y le dijimos
    – «es un eider común»,
    -«coño, si yo tengo publicados tres papers sobre ese bicho».
    Y era cierto, los había escrito y ni se había preocupado de ver como era el bicho de su estudio

  7. Yo conocía una versión con ingenieros agrónomos. Un chaval que acaba la carrera, vuelve a las tierras de su padre y le dice: «papá, con lo que he aprendido en la escuela, puedo hacer que esos árboles de ahí te produzcan un 30% más de naranjas, con un 25% menos de riego y un 15% menos de abono»; su padre le contesta «hijo mío, no creo que eso sea posible»; «¿por qué? ¿no te fías de un ingeniero agrónomo?»; «sí, hijo, pero esos árboles de ahí son ciruelos».

  8. Wow! De pasta de boniato me he quedado con el comentario de Dr. Litos. ¡Sí, señor! ¡Cuánta razón! ¿Cómo no he caído?.

    Muy bueno el chiste. Me lo copio y empiezo a mandarlo por mail a los del curro.

  9. De veras que me ha pasado… mira que la gente se cree que por ser biologo uno tiene que ser capaz de identificar todos los bichos posibles…

    Recuerdo siempre la clase de morfo vegetal cuando nos hicieron dar una vuelta por el parque a identificar los arboles y tal.

    Que mira que si uno no distingue entre un arce y un roble quedas como tarado.

    Y todo el tiempo que salgo con alguien a pasear me preguntan como se llama el pajarillo este y aquel.

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