Las 15 razones por las que no quiero saber nada de Menéame

Amigos del blogoplancton: hoy os quiero pedir un favor, un detallito sencillo que podéis tener conmigo y que no os va a costar absolutamente nada. Me gustaría que os abstuviérais de enlazar contenidos de este, vuestro bloj, en Menéame. Así de simple.

Esto no, repito NO es un ejercicio de psicología inversa. Es que realmente prefiero que no lo hagáis. Esta petición os la hago muy especialmente y de forma explícita para esta entrada en concreto. Sería algo muy incoherente (y una grosería por vuestra parte) que me meneárais precisamente la entrada por la que os pido justo lo contrario.

Soy muy consciente de que aquellos que alguna vez lo habéis hecho en el pasado ha sido con la mejor de vuestras intenciones y por ello os doy las gracias, pero con el tiempo cada vez me doy más cuenta de que la web de la elefanta naranja es la antítesis de lo que yo más valoro de internet y de todo el asunto este del dospuntocerismo.

Algún otro bloj (ver al final) también publica hoy entradas críticas con Menéame. No se trata de ningún boicot ni de ganas de protagonismo, sino un conjunto de opiniones totalmente personales. No soy nadie para intentar influir en qué visitáis y qué dejáis de visitar en internet, pero por la misma regla de tres, si quiero dedicar un espacio de mi bloj a argumentar por qué Menéame me parece el equivalente en internet a la telebasura estoy en mi derecho a explayarme, así que ahí voy:

NO ME MENEES porque…

1. No genera contenidos

Por su propia concepción MNM no tiene contenidos originales sino que obviamente se dedica a «menear» lo que otros han escrito. Ya sé que no es otra su intención, pero de entrada eso es algo que valoro negativamente en lo que a dospuntocerismo se refiere.

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2. Parasita blogs

Como consecuencia de lo anterior, MNM en realidad parasita el contenido de los blogs. Supuestamente el «meneado» debe sentirse agradecido porque aumenta la cantidad de las visitas (volveremos sobre esto luego), pero en el fondo hay una cierta alienación del contenido. No me gusta perder el control de mis entradas, y eso pasa con MNM: yo que estoy totalmente en contra del uso de publicidad en los blojs personales no puedo evitar que en la página del meneo a un post mío aparezcan anunciantes o que alguien a quien no le debo nada gane ni un sólo céntimo por algo que yo escribo gratis.

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3. No genera comentarios en el bloj

Según mi experiencia, pocas, poquísimas veces de las que me han meneado una entrada he ganado lectores o comentaristas a largo plazo. La inmensa mayoría de la gente que entra al bloj a través de MNM no comenta, y no hará falta insistir en la importancia de los comentarios para un bloj. Más bien al contrario, es muy probable que se genere una discusión al margen del bloj, y por lo tanto al margen del autor del mismo (absolutamente contrario al ideal 2.0) y en la que en todo caso se interacciona con el autor del meneo.

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4. Los comentarios de menéame son de lo peorcito

Personalmente, me parece que el nivel medio de los comentarios en MNM es bastante bajo. Si te tomas la molestia de registrarte para poder participar en esas discusiones no es difícil encontrarse salidas de tono, reacciones histriónicas, abuso del chiste fácil, la verborrea, ostentación, censura, cambios radicales de tema, correcciones fuera de lugar y una especie de tensión subyacente por ser el más gracioso, el más listo o ambas cosas (el ambiente de los comentarios de un bloj suele ser más relajado y constructivo). Por supuesto, todo esto es un efecto del gran problema de MNM: el karma.

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5. La lacra del karma

Aunque entiendo la idea por la que se quiso implementar el sistema de karma, en la realidad sólo trae inconvenientes: obsesionarse con un valor numérico es finalmente la única motivación de muchos de los usuarios de MNM. Estoy convencido de que hay mucha gente que se pasa horas pegada al ordenador utilizando los contenidos que MNM parasita como medio para subir un número en lugar de considerarlos el objetivo de su «navegación». La fauna del karma se convierte además en una masa especuladora: meneas y votas en función de las expectativas de éxito que crees que puede tener cierto contenido. ¡Mal!

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6. Los votos negativos

La completa perversión del sistema se consigue gracias al sistema de votos negativos. Una cosa es que se advierta que una entrada está duplicada o que hay algún error (es inevitable advertir que algunos usuarios gozan de cierto tipo de placer perverso incluso cuando hacen esto), pero eso no es todo. Muchos usuarios acaban votando alguna categoría negativa simplemente porque no les gusta el contenido. ¡Vamos a ver! Se te pide que votes a favor de lo que te gusta, pero no es necesario que castigues lo que no te gusta, ¡eres libre de leer lo que quieras, no es necesario que pierdas tu tiempo leyendo (ja!) algo no te gusta sólo para anunciarlo a los demás! Votos del tipo «cansina» o «irrelevante» esconden este tipo de comportamientos la mayoría de las veces.

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7. Cantidad por encima de la calidad

¿Y todo ello a cambio de qué? Pues de un pico en el número de entradas del bloj. Sinceramente, cada vez entiendo menos estos planteamientos. Claro que hace ilusión que te lean, y mejor aún si te leen mucho, pero, ¿alguna vez os habéis parado a pensar cuántas de esas visitas al bloj le han interesado al lector? ¿Cuántas han sido el típico «click» fortuito buscando un tema determinado? ¿Cuántas veces el lector potencial se había equivocado y no buscaba lo que quería? Las visitas no dejan de ser un número. Me gusta que suban, pero no a costa de cualquier cosa. Cuando tengo uno de esos picos es de visitas «vacías», que en el mejor de los casos provoca en la página de MNM una ristra de juegos de palabras facilones que nada tienen que ver con mi entrada escritos por gente que, casi seguro, no se la ha leído entera.

Prefiero menor número de visitas si son de gente dispuesta a interaccionar constructivamente (y no me puedo quejar en absoluto en este momento, es más, estoy encantado).

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8. Agregador de… ¿Noticias?

Se insiste en llamar a las entradas de MNM noticias. Un pequeño repaso a las grandes portadas de la web confirma que casi siempre coinciden con los grandes titulares del momento (cuando no son chorradillas irrelevantes), es decir, que MNM se nutre en gran parte de los medios de siempre para contar lo mismo de siempre. ¿Cuántos karmadictos habrá en estos momentos agazapados a la espera de una noticia de última hora? ¿Cuántos tenían el enlace listo a falta de un «intro» para publicar que España ha ganado a Portugal?

La idea de que MNM sea una forma de divulgar noticias interesantes que de otra forma sería difícil descubrir es en sí muy buena, pero la mayor parte de las veces no es eso lo que pasa.

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9. Hace el trabajo de los medios tradicionales

Recíprocamente, algunos medios tradicionales (léase, el informativo de la Sexta, por ejemplo) ya ni siquiera se molestan en buscar la noticia y reciclan el garrafoncillo de MNM cuando necesitan relleno. No es que esto sea culpa de la web, pero oye, no contribuye a que me inspire buen rollo.

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10. Pedir meneos

No puedo evitarlo, pero me parece especialmente grimosa la actitud de muchos blogueros que por sistema, cada vez que le menean una entrada (a veces porque ellos mismo lo piden) va racaneando meneos por el tuíter -«¿un meneíto? :-)»-. Se supone que se castiga el autobombo, pero el personal no se corta en pedir a sus amiguitos ya no que le lean, sino que le meneen directamente. Me pregunto cuántos de esos meneos han ido acompañados de una lectura del contenido.

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11. Promueve un tipo de posts muy pobre

No soy el único que sospecha que MNM está cambiando la forma de escribir en un bloj. Hay mucho bloguero especializado en ser portada que cada vez se trabaja menos los posts: anécdota pintona, título impactante, párrafos cortos, poco texto, alguna foto y ya está. Algo que se lea rápido, no vaya a ser que alguien se lo quiera leer de verdad y no le dé tiempo a menearlo antes de la cena. Me da la sensación de que antes había menos prisas para leer y escribir en blojs. Se tenía menos miedo de las entradas largas y se valoraban más. Todo el trabajo de documentación y de síntesis que lleva una entrada larga no es para nada valorado positivamente en una esfera de conducta «meneamiana», curiosamente son los posts largos y documentados los que tienen una vida a largo plazo más saludable. Quizá el día del estreno apenas den comentarios, pero a la larga acaba llegando un goteo de lectores que andan buscando esa información y la saben apreciar.

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12. Promueve una lectura superficial

Viene con el punto anterior: la lectura en diagonal, esa epidemia de los tiempos modernos. A ver, que yo entiendo que todos estamos muy ocupados, pero si no puedes leer algo, no lo leas que tampoco pasa nada. Ahora bien, ¿cuántas veces se menea algo sin leerlo entero?  Hay mucha prisa por darle al botón y pasar a lo siguiente, supongo.

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13. Lo que menos importa es que sea verdad

Sí vale, se puede votar «errónea» una noticia, pero eso no significa nada. En MNM importa la masa, la cantidad. Si chopocientos usuarios deciden que algo es molón, no se puede hacer nada por evitarlo, da igual que el contenido sea un bulo y que te desgañites en los comentarios explicando por qué; alguien hará un chistecillo malo, y a seguir dándole: la masa decide qué es verdad y qué no.

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14. Quién eres es más importante que lo que dices

Como al final lo que importa es el karma, interesa mucho más menear a un gurú que a un egoblogocaca, ya que hay más probabilidades de éxito. La experiencia empírica demuestra que un post sobre el mismo tema, meneado con apenas unos días de diferencia, tendrá éxito para el del gurú y no para el mindundi incluso aunque este lo haya escrito más completo. Esto de 2.0 tiene más bien poco, es pura especulación, nada que ver con la supuesta utilidad del invento.

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15. Falsa noción de actualidad

Muchos usuarios de MNM se creen que todo lo que queda fuera del mismo no existe. La fecha de «entrada en vigor» de un post o noticia de periódico es aquella en la que fue meneada. Da igual que el post a menear tenga en realidad tres años de antigüedad, de golpe y porrazo se convierte en actualidad. Sin embargo, si a ti te da por hablar del tema que sea, puede acabar saltando alguien con aquello de «eso ya salió en Menéame ayer».

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Que sí, que cada uno haga lo que quiera, pero no está de más reivindicar un blogoplancton más auténtico, menos preocupado por visitas y karmas y más por hacer lo que nos gusta y disfrutar con ello.

¡No me menees! (por favor)

También critica Menéame hoy:

Eulez (el día que fui puta del karma)

Mapoto (ni se folla más ni te pagan las copas)

Ricardo (Aquí sólo se menea Franco)

Onetwothree (Mucho karma debes tener si que te la meneen o meneártela  tú quieres)

ACTUALIZACIÓN:

Aclaraciones generales (quien se tenga que dar por aludido, que se dé).

– No, no conocía lo del «noshare», ahora que sé que existe no dudaré en usarlo (no sólo para esta entrada, sino para las venideras). Puesto que no soy asiduo de Menéame, digo yo que no tengo por qué saber de su existencia.

– Al parecer, tampoco funciona muy bien, porque puestos a tocar las narices ya hay quien ha conseguido saltárselo, no sé cómo, pese a que en esta entrada está activado, supuestamente.

– si alguien sabe cómo aplicarlo a todo el bloj, que lo diga.

– Creo que he dejado muy claro que PREFIERO que no me meneéis, pero si lo hacéis (y más si es a raíz de esta entrada y simplemente queréis ver cómo esquiváis el noshare), me trae sin cuidado.

– El mayor desprecio es no hacer aprecio y podría limitarme a pasar del tema, pero soy un poco cabezón y si digo que prefiero la calidad a la cantidad, que prefiero 30 visitas de gente interesada que 4000 de lecturas en diagonal es que lo pienso de verdad. Puesto que puede ser una incoherencia que pese a todo me «beneficie» de esas visitas marginales (y las típicas sospechas de que en el fondo lo que quiero es llamar la atención de los meneantes), quiero llevar esta filosofía a sus últimas consecuencias: aquí no se le debe nada a Menéame y yo soy el único que responde de mis entradas. Quien tenga algo que decir, que lo diga aquí.

– En internet uno puede meterse con lo que le da la gana (gobiernos, religiones, etc), pero curiosamente hay un sector que se toma muy a pecho que se hable mal de Menéame, y siempre que pasa la explicación que se da es que se quiere ganar notoriedad en el mismo. Los aludidos que asuman que simplemente te puede no gustar y tienes todo el derecho a decirlo.