Nuevo tratado de Chick: El pobre revolucionario

¡Sí! ¡Por fin! como quien espera el nuevo capítulo de su serie favorita, ayer mismo recibí por email la noticia de que mi adorado chick sacaba dos nuevos tratados, ¡dos! Los he leído con devoción y uno de ellos es sencillamente colosal, así que le voy a dedicar el ya clásico comentario de texto.  Al parecer se trata de una reedición de un cómic antiguo que estaba «demasiado adelantado para su tiempo». Creo que hará las delicias de hasta los Chickólogos más exigentes.

Antes de comenzar lamento informaros de que el perro-vampiro no aparece en este tratado, que tiene un tono muy, muy dramático desde la primera viñeta sin concesiones al humor. Podéis encontrarlo, eso sí, en el otro tratado que se publicó ayer (El porvenir) que aunque también es bueno, resulta algo repetitivo.

Como novedad y para invitaros a la reflexión, antes del tratado os incluyo el editorial del mismísimo Chick. Si el cómic es como un bocata de jamón pata negra con rodajas de tomate, pizquita de sal y aceite de oliva virgen, esta introducción es como una tostita con un trocito de queso de Burgos cubierto de caviar iraní. Buen provecho.

Amados en Cristo,

Las noches húmidas y con mucho calor vienen cuando el verano llega. Pero este año, el verano se acerca con disturbios: el mal humor y la venganza nos podrían traer muchísimos problemas.

¿Ha notado usted las fotos en la televisión de las multitudes en Arizona? Muchos mantienen sus brazos derechos [sic] arriba con el puño apretado. Este es el símbolo del partido comunista en todo el mundo.

Amados, si pensamos que el comunismo ya no es amenaza, estamos gravemente equivocados. El comunismo está vivo y creciendo bien, especialmente en nuestro sistema de educación.

Las mentes jóvenes no reciben instrucción acerca de Dios, sino de confiar en el gobierno para ayuda y guía en la vida. La moralidad es muerte, los 10 mandamientos son declarados como en contra de la constitución, y sobre todo eso, un cambio extremo ocurre. Lo que se consideraba el bien ya se considera el mal.

Los jóvenes no saben nada de los gobiernos socialistas de Alemania y Rusia los cuales masacraron a millones. Yo creo que rápidamente estamos moviendo hacia aquella dirección.

Las personas están poniendo su fe en el cambio político en vez del Señor para ayudarles, y esto es muy peligroso. Los líderes políticos en que confiamos muchas veces cambian y nos sorprenden, aun traicionando nuestra confianza. Necesitamos mostrar al mundo que el Señor Jesucristo es el único en que podamos confiar realmente.

¡El Señor nos dio un tratado para este caso! Pero anteriormente lo descontinuamos porque estuvo muy adelante de su tiempo. Ahora, lo estamos publicando de nuevo: ¡El Pobre Revolucionario! Hay fuerzas batallando por la caída de nuestra nación, pero este tratado, si es puesto en las manos de nuestros jóvenes, contrarrestará esta maldad.

Léalo bien; El Pobre Revolucionario es muy efectivo.

Su hermano en Cristo,

Jack

Como Chick nos advierte en el editorial, este cómic va sobre el comunismo, que como todo el mundo sabe es el gran peligro que corre nuestra sociedad.  Rápidamente nos presentan al protagonista, Pablo: un melenudo que le está dando una paliza a su hermano en una habitación (suponemos que un cuartel general) donde hay (atención) un póster pacifista junto a uno que reclama el poder. Vamos, el típico comunista-jipi-cajafrutas-perroflauta de toda la vida. ¿Qué esperábais? Resulta que ese pijo cristiano ha interrumpido la actividad de la célula comunista para ¡predicar! Qué suicida. Sólo un santo sería capaz de arriesgar su vida para intentar que el alma de su hermano «sea salva».

Nótese el dramático efecto conseguido con la muchacha dándole a la guitarra mientras dan una paliza a un cristiano. Conmovedor.

Me encanta, de verdad. «estoy CANSADO de Jesucristo» «eres un plasta, déjame en paz». Jaime, el apaleado, denuncia a un colega revolucionario (Miguel, el de las gafas) por ser falso cristiano. Atención al razonamiento lógicamente aplastante: si Miguel se convierte al cristianismo y lo deja por la revolución, es que nunca fue un verdadero cristiano… guau. Lo de la inmundicia interior es algo que me conmueve, ¡y atención al dedo! El tío se desangra pero señala a Judas, ¡Tú! ¡Tú eres un inmundo! Joder, si no se os ponen los pelos de punta es que no tenéis sangre en las venas.

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De nuevo, el dedo acusador. Por favor, no me digáis que esto no es un homenaje en toda regla a Donald Sutherland en  «La invasión de los ultracuerpos«:

Bien, sigamos. Se revela el plan secreto de los comunistas: un gobierno mundial, etc. La respuesta de Jaime es brutal: Jesús murió por nuestros pecados… ¿y eso qué narices tendrá que ver con la revolución? Es como cuando Bart le pide a Milhouse que le devuelva su alma y éste le responde que Alf ha vuelto en forma de chapas. Patatas traigo.

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Advertencia bíblica etc. Miguel y Pablo están de acuerdo en que la religión es el opio del pueblo. Estos no se enteran de nada. Ahora prestad mucha atención al personaje barbudo que parece ser el líder en la sombra de la revolución, dará sorpresas más adelante. De momento aquí lo vemos arengando a los comunistas para iniciar la revolución contra el libre-mercado (creo que estoy teniendo un orgasmo), prometiendo una recompensa para los revolucionarios en el futuro socialista. En un momento dado os pediré que volváis a esta viñeta, hay un detalle MA-RA-VI-LLO-SO.

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¡Comiensa la revolusión! Para dar verosimilitud al drama que vamos a presenciar se nos pone en situación: las 11:25 es una buena hora para revolucionarse, y no sé qué narices significa «Bedlam», pero seguro que es alguna palabra satánica o algo así.

Advertencia: si sois de sensibilidad facilona, os desaconsejo que miréis las siguientes viñetas por su crudeza. ¡Malvados comunistas!

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No me conmovía tanto desde la matanza de jedis del Episodio II (¿o era el III?). Los malvados comunistas masacran indiscriminadamente a policías, bomberos y se enfrentan al ejército. ¿Y qué hacen con los proletarios? Los meten en campos de detención, que como todos sabemos es lo que siempre han querido hacer los comunistas, que odian la libertad y a Dios.

En plena catarsis revolucionaria, ¡tachán! Hieren a Pablo, el jipi-perroflauta. ¡¡Pablo, noooooo!! De óscar, vamos.

Atención también a la crítica, de momento soterrada, que hace sobre el control de las armas de fuego: los civiles tienen pocas armas, y pese a eso las usan para lo que todo buen patriota estadounidense compra un rifle de asalto: frenar una revolución comunista o disparar contra el rey de Inglaterra (los peligros más frecuentes de los habitantes de Arizona).

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Durante su convalecencia, Pablo tiene una visión de su hermano pequeño, el plasta, recordándole nosequé de Dios, pero rápidamente recupera la cordura comunista y descubre aliviado que el golpe progresa.

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Bien, aquí tenemos la crítica ya directa al asunto de las armas de fuego. La revolución comunista triunfa por culpa de esos inconscientes que trataban de impedir que los civiles duerman con una pistola debajo de la almohada. De verdad, qué miedo, y vosotros, pobres insensatos europeos, así os va.

De repente sale de la nada Jack Shephard para informar de que la revolución ha triunfado.

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Más peligros del comunismo: al principio llegan de buen rollo prometiendo un mundo mejor, pero si al final eres propietario de un coche te fusilarán en mitad de la calle. Advertidos quedáis.

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¡Qué gran clímax!  Pablo se reencuentra con su hermano en la horca. Cruzado de brazos, incapaz (tampoco es que parezca muy motivado) a salvar la vida de un cristiano, por muy hermano suyo que sea, le sale con el clásico «te lo dije» de los comunistas. Jaime, por su parte, le responde con el típico «te equivocarás» de los cristianos. Beatífico y trascendental, Jaime, con su pelito arregladito y su polo Lacoste sucio después de semanas de cautiverio y hambre, bendice a su hermano cajafrutas justo antes de morir. ¡Apoteósico! ¡Colosal! Chick, eres mi héroe.

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Casi sin poder recuperarse de la trágica muerte de su hermano, Pablo debe recibir la noticia más desagradable de su vida: el camarada Gil, cabecilla de la revolución va a sentenciar a muerte a todos los revolucionarios, ¿por qué? Pues lógicamente porque eran unos idealistas que traicionaron a su país por la revolución y podrían hacerlo nuevamente. Frente perlada de sudor, rictus de espanto, chispeantes efectos visuales de sorpresa… ¡qué artista! No hay contemplaciones: juicio sumarísimo y ejecución inmediata… pero eso no es lo mejor

¡Sí! El camarada Gil ¡es un cura católico! Mirad cómo luce su alzacuellos, y ahora volved a la viñeta donde se nos presentaba a este misterioso personaje. ¡Atentos! Resulta que el muy traidor se había puesto un jersey negro de cuello alto para ocultar el alzacuellos y con él su verdadera identidad católica. Increíble. Qué inmundo metatraidor.

Y apuntáos esa, amiguitos: en caso de revolución comunista, probablemente los católicos contribuirían a ella, sí claro, eso tiene muchísimo sentido.

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Pobres jipis comunistas engañados por los católicos: todos al paredón por intentar luchar contra el libre mercado y la legítima posesión se armas.

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Tiro en la nuca y a otra cosa. No sabemos qué pasará en ese mundo insólito en el que los católicos se quedan al mando del poder mundial después de una revolución de comunistas que masacran a todas las fuerzas de seguridad. A buen seguro que sería un tema fascinante para que algún fumado escribiese un relato de ciencia ficción, pero en lo que se refiere a nuestro protagonista, un ángel, en plan supermán, se lo lleva al cielo y allí presenciamos una de esas escenas de condenación tan típicas de Chick. En este caso, un ángel chivato comprueba que el nombre de Pablo NO está en el libro de la vida, y claro, Pablo va al infierno por comunista y greñudo.

Nota mental: pedir para Reyes un Libro de la Vida.

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Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Creo que este tío se supera con cada tratado.

Y ahora, se abre la veda para vuestras aportaciones.

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Anteriormente en DDUC… otros tratados de Chick comentados

¿Abuelito?

¿Cuentos de hadas?

Ascendiendo

No es tu culpa