La película española definitiva: En un lugar de La Manga (1970)


En estos tiempos de crisis que nos toca vivir, a todos nos acaban surgiendo preguntas profundas y existenciales: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Quién saldría vencedor en un combate a muerte entre Kant y Schopenhauer? ¿A dónde van a parar los taponcitos cuando se deshuesan industrialmente las aceitunas? etc. De entre todas estas preguntas me he dado cuenta de que una empieza a repetirse con mayor frecuencia y sin cesar, y debido a la ausencia de una respuesta convincente, la cuestión está arruinando el sueño de muchos de nuestros congéneres, gravemente preocupados. La pregunta a la que me refiero es:

¿Qué es España?

Convendréis conmigo en que es una pregunta antigua. No es el momento de glosar aquí una bibliografía exhaustiva de quienes, inútilmente, han intentado contestar a esta pregunta a lo largo de los tiempos. Más bien al contrario, este post es el resultado de una breve pero fructífera investigación a raíz de una conversación con un amigo mío cuya familia es propietaria de un apartamento en La Manga del Mar Menor. Dicha conversación me llevó a descubrir una película olvidada, aparentemente humilde y sin pretensiones, pero que encierra en ella la esencia última de España. Desde «Diario de un copépodo», atalaya del conocimiento humano, faro de la verdad, creo conveniente que esta película sea rápidamente rescatada y devuelta al conocimiento público para afrontar con valentía los retos del siglo con el que nos estamos dando de bruces. Esta película, como algún lector perspicaz habrá deducido hábilmente, es «En un lugar de La Manga«.

¡La respuesta ha estado aquí todo el tiempo!

El ejercicio que os propongo no debe ser tomado a la ligera. Se trata de una inmersión profunda en las verdades de nuestro país que pueden ser horriblemente perturbadoras. Este no es un post que se lea en tres minutos. Requiere de tiempo, tranquilidad, cierto estado zen de la mente e ingentes cantidades de voluntad, ya que si sois capaces de llegar al final acabaréis probablemente traumatizados de por vida. De vosotros depende si queréis conocer la verdad o si preferís seguir engañados en la ilusión de democracia, vanguardia y modernidad.

No me digáis que no os lo advertí

Lo ideal, por supuesto, es que ¡ya! ¡ahora mismo! dejéis lo que estéis haciendo, vayáis a la tienda más cercana y compréis un DVD original, precintado y con el sello de garantía de esta película para verla completamente. Si no es posible, intentaré que las siguientes líneas os permitan entender la relevancia de estos 95 minutos.

La película está rodada y ambientada en La Manga del Mar Menor (Murcia), hacia 1970. La Manga, por si no lo sabéis, es un cordón litoral de unos 20 km de largo que cierra una enorme albufera de la costa murciana. Un capricho natural cuya belleza no ha pasado desapercibida, como veremos inmediatamente. Tengo que decir que, personalmente, me maravilla que la ubicación geográfica de este microcosmos de las Españas pasadas, presentes y futuras esté precisamente en Murcia, rincón ibérico donde he vivido algunos meses de mi vida y durante los que experimenté todo tipo de vivencias surrealistas. Para mí esto ha sido como cuando Emmet Brown especula con la posibilidad de que el 12 de noviembre de 1985 sea el cruce de todos los flujos espaciotemporales: la quintaesencia de la españolidad tenía que haberse forjado, precisamente, en Murcia, ¡claro que sí! ¡Todo encaja!

Lo siguiente de lo que quiero hablar a modo de introducción es el género. Esta película entra de lleno en las clásicas españoladas de la época salpicadas de coplas y actuaciones musicales. Gracias a la magia de YouTube, podréis disfrutar de estas piezas y os las iré colocando conforme avance el argumento. Es vital que las veáis y las escuchéis, pues las letras son impagables y encierran en gran medida el mensaje de la película. No os dejéis amedrentar por la vergüenza ajena, amigos, recordad que estáis enfrentándoos a la esencia de España, ¡no se puede esperar una revelación tan profunda sin pagar un precio! Pensad en ello como si fuera un musical. Seguro que muchos de vosotros sois modernillos culturetas y vais a musicales, ¡pues esto es lo mismito!

Unas breves palabras acerca del reparto, que incluye alguna de las estrellas más radiantes del régimen: un apuesto Manolo Escobar, que hará de galán español, una estupendísima Concha Velasco, que antes de vender Tena Lady hacía en su momento de española esencial y primigenia, Gracita Morales (que murió en 1995), según me acabo de enterar. Completa el elenco protagonista José Luis López Vázquez , aunque no puedo olvidarme de el toque cómico que aportan Tip y Coll.

Manolo Escobar y Concha Velasco, en la actualidad. Es para que apreciéis el tiempo que ha pasado, y pese a todo su obra sigue siendo actual. Escalofrightening.

Una cosa más: el título. Esa aspiración cervantina no podía estar mejor traída, ¡es que hasta en eso resulta esta película reveladora! Si el manco de Lepanto reatrató a una sociedad y una forma de pensar  en el Quijote, esta obra maestra de Mariano Ozores es, precisamente, el Quijote de la vanguardia y de la actualidad. ¿Estáis listos para la película? Pues entremos en faena.

Presentación de los personajes. Ver sólo de 00:00 a 02:07

La película se abre con una coplilla interpretada por Juan (Manolo Escobar), el protagonista absoluto de la obra. Se nos presenta como un español alegre y risueño, sencillo, que no busca en la vida nada más que ser feliz y, si acaso, conocer a una mujer y ya está, sin buscar problemas ni a él ni a los demás. Total, viviendo en La Manga, con el solecito, y fabricando guitarras españolas, ¿Qué más se puede pedir? A Alicia (Concha Velasco) también la vemos presentarse aquí, como una mujer que va a la moda y que prepara la ilusión de su vida: casarse, claro ¿qué si no?. Otro personaje que aparece es Angustias «La solterona» (Gracita Morales), intentando sacar algún vegetal comestible de la arenosa huerta de su casa. Obviamente es la secundaria cómica, el papel del que nunca salió. También vemos al Gerente (José Luis López Vázquez) y a su segundo, el delegado Garalla (Manolo Gómez Bur), la pareja de «villanos», si es que pueden recibir tal nombre, que encarnan la picaresca y la burla de la legalidad.

Comienza la trama con una escena que ya desde el principio puede sonarnos extrañamente contemporánea: la junta de accionistas de una urbanización turística, que está edificando hoteles y apartamentos en la Manga. Conviene recordar que en 1970, la Manga era en su mayor parte un paraíso natural, una gran lengua de arena y dunas casi virgen, un entorno irrepetible de gran valor natural. Hoy en día está completamente edificada precisamente debido a que durante los años 70 «el interés general» destruyó para siempre este paraje maravilloso convirtiéndolo en una ridícula ciudad lineal de gusto dudoso.

La Manga, hacia los años 60, cuando prácticamente mantenía intacta su virginal belleza, y en la actualidad.

La escena de la junta de accionistas resulta históricamente muy reveladora, ya que en su momento era un asunto de absoluta actualidad. El delegado nos cuenta el problema: aunque la mayor parte de las fincas de La Manga ya se han adquirido (pagando 12 millones delasantiguaspesetas en concepto de adelanto a los propietarios), quedan dos fincas, que son precisamente las que dan acceso a las otras, que aún no han podido adquirirse por la constructora. Esas dos fincas minúsculas amenazan la llegada del progreso y la modernidad a España, esas dos fincas impiden que lleguen suecas, el dinero y la riqueza ¡y amenazan con una pérdida de 12 millones de pesetazas!

El progreso llega a Murcia: junta de accionistas de la urbanización «Dos Mares». En la imagen se ve lo inoportunamente situada que está la finca del abuelo de Juan

La primera finca pertenece a Angustias, la solterona. Ella sí que quiere vender, concretamente para comprarse una minifalda y un televisor. La segunda finca (que se llama «El Carro», y esto es importante) es la que da problemas. Pertenece al abuelo de Juan. Como es un señor mayor no sería difícil embaucarle, pero Juan siempre le acaba convenciendo para no ceder manteniéndose en una absurda posición numantina. Por suerte, el gerente y el delegado se tomarán el asunto como algo personal, y de hecho la película trata de cómo intentan estos individuos hacer realidad lo que efectivamente fue: la urbanización y destrucción de La Manga en nombre del progreso.

El tercer elemento en discordia es Alicia, la novia del delegado. Tras muchos años de noviazgo, Alicia desea casarse por fin y lo tiene todo listo… pero sin dinero no hay boda decente (de esas que tienen «cloquetas» y langostinos), ¡y una mujer española como Dios manda estará dispuesta a todo con tal de casarse decentemente! ¡Claro que sí! Por lo tanto, Alicia, al enterarse de los problemas de la constructora, decide también ayudar a los chicos para que las dos fincas que quedan se vendan de una vez.

Se va a casar ¡sí o sí!

En otra breve escena, para acabar de ubicar a todo el mundo, se ve a Juan jugando a las cartas con sus amigos. Llega su vecina la solterona e intenta, por enésima vez  hacer que venda la finca. ¡Qué tozudo es este Juan! Mira que está fastidiando no sólo a los constructores, sino al resto de los vecinos ¡que podrían seguir cobrando una pasta gansa si la transacción tiene lugar! Pero Juan nos aclara unos minutos después que el valor sentimental de la finca es inmenso: fue allí donde se instaló su familia hace ya muchos años. Donde los malvados especuladores sólo ven arena, para Juan y su abuelo es todo lo que tienen. Su pasado, su historia, todo. ¡Qué dramático dilema viven aquí nuestros personajes! De un lado, el apego por la tierra y por una vida sencilla, y del otro, ¡el imparable progreso!

Juan, el español mítico, jugando a las cartas con sus amigos y hablando con «la solterona»

Los de la constructora no se van a dar por vencidos, sino que iniciarán toda una suerte de artimañas para embaucar a Juan. Mientras se lo piensan, Alicia va a hacerle una visita para, a su manera, también intentar convencerle. Como es una mujer MUJER, sus métodos son obviamente, seductores. Alicia acudirá al taller de guitarras donde trabaja Juan (aquí hay un breve numerito cómico con Tip y Coll bastante mediocre) y tiene una conversación con él muy reveladora.

Alicia se sorprende de que Juan no tenga ambiciones ni quiera ampliar su negocio. Si vendiera «el Carro», podría ampliar su negocio, vender muchas más guitarras y ganar más dinero aún. La respuesta de Juan me emocionó: él «trabaja para vivir», no tiene letras ni hipotecas, y además, para hacer guitarras con alma se necesita tiempo y mimo. Pues ¿no me está cayendo bien este Juan-Perroflauta-jipi? No os perdáis la explicación en forma de copla: os daréis cuenta de que entre Juan y Alicia empieza a haber algo más que una simple relación especulador-presa. ¡Qué sutileza! ¡Qué gallardía!

Guitarra con alma

Tras algún que otro infructuoso intento por parte del gerente y su esbirro, Alicia intentará seducir a Juan una vez más, esta vez en la playa, donde Concha Velasco nos deleitará con un «estriptis» subidito de tono con el que Juan se nos pone malo. Grandes frases para la posteridad: «¿Cómo harán las cremalleras de las mujeres para que las tengan que bajar siempre los hombres?»

¡No podía faltar una escena sexy! Atención al escandalazo que tuvo que montarse en su día.¡Se le ven las piernas!

A pesar de todo, Juan seguirá sin vender, pero queda claro que entre él y Alicia saltan chispas ¡uoooo! Teniendo en cuenta que ella y el delegado están prometidos, la cosa empieza a ponerse muy resbaladiza en el terreno personal.

El trato que recibe la mujer en la España de la época está perfectamente reflejado en la película. Ya hemos visto que a Alicia se le considera en la medida en que enseña las piernas. ¡Y eso que representa a la mujer liberada de la España franquista! Tened en cuenta, queridos buceadores de la miasma y caspa españolas, que hasta el movimiento hippy estaba pasado de moda cuando se rodaron estas escenas. Pues bien, si ese es el trato que recibe Alicia, Angustias (la solterona), será todo lo contrario. Al ser mujer y ni siquiera tener piernas que enseñar, todo el mundo la desdeña. En un momento dado veremos cómo el gerente y el delegado la torean hábilmente con una firma falsa para evitar pagarle el adelanto por su finca hasta que no se haya vendido «el Carro». ¡Malvados!

A continuación Juan le dedicará una versión yeyé  de «A la lima y al limón» donde no dudará en meter el dedo en la llaga de su soltería hasta extremos crueles e inhumanos (aunque lo intente arreglar al final). Pongo simplemente el enlace porque es divertido, pero no esencial para comprender el tema de la españolidad.

En fin, hay varios intentos más de hacer que Juan venda. A destacar una partida de cartas en la que se supone que el Gerente va a hacer trampas y va a provocarle tal deuda a Juan que aceptará a vender la finca (pero los especuladores acaban borrachos y sin ropa, desplumados por nuestro galán). ¡Juan es irreductible! Prestad atención a este otro numerito y a la letra, pues en ella se resume gran parte de la supuesta españolidad del personaje.

Ver desde 02:08 hasta 04:29

El español es orgulloso, honrado, formal y mujeriego. Juan es la quintaesencia del buen español. No vende por dinero el patrimonio de su familia, parece que no va a haber manera, pero sin embargo…

En un momento dado Alicia y Juan se quedan a solas. Será el momento en el que salga a la luz el verdadero motivo por el que no se vende «El Carro». ¿Con qué puede estar relacionado?

¿No lo adivináis?

¿No? ¿En serio?

Venga, esta es una película española, a fin de cuentas. Hay un tema que aún no ha salido y tiene que salir. Venga que casi lo tenéis…. efectivamente: La Guerra Civil.

Esta vegetación psammófila ha visto cosas horribles…

Resulta, queridos amigos, que Juan no se resiste a vender por los motivos que nos ha dado, sino porque tiene algo que ocultar. ¡Toda esa historieta de las raíces y del patrimonio era una farsa! Durante la Guerra, cuando «no había autoridad», su abuelo y el abuelo de Angustias la solterona se pelearon por un problema de lindes, llegaron a las manos y ¡pumba! De un escopetazo acabó con la vida del susodicho y lo enterró bajo la arena de «El carro». Si entran las excavadoras acabará saliendo el cuerpo ¡y entonces todo el mundo sabrá que su abuelo es un asesino! (y rojo, para más inri)

Sorprendente giro de guión. ¿Era el abuelo de Juan un rojo peligroso? Esto va a cambiarlo todo, y de hecho a partir de este momento el argumento empieza a caer en picado hacia el desastre. Hasta ahora era una historia casposa y cansina, pero ahora, de repente, se vuelve mala de narices. Se ve que los guionistas no sabían como acabar la historia y recurrirán a una serie de «Dei ex machinis» o de ases en la Manga (festival del humor) para terminar de una puñetera vez la película: Juan, en el fondo, sí que quiere dinero, sí que es ambicioso, sí que quiere vender la finca y ampliar el negocio, sí que quiere prosperar y dejar que el progreso, como un bálsamo de hormigón, inunde el cordón litoral murciano. ¡Pues claro que quiere, hostias! Lo que no quiere es que la Memoria Histórica salga a la luz en el momento más inconveniente.

Alicia, conmovida y ya totalmente enamorada de Juan, se pone finalmente de su parte. ¡Y a la mierda con su novio! Veremos inmediatamente cómo se solventa este enredo que se veía venir desde la segunda escena.

La solución viene de manos de la última triquiñuela del gerente: una fiesta con suecas que intentan inútilmente seducir a Juan, pero que vuelven loco al gerente.

No pueden faltar las suecas

Aquí es donde se descubre que en realidad el delegado está casado con una sueca y tiene tres niños. ¿Cómo? ¿Y esto a qué narices viene? ¡No tiene ningún sentido! Esta chapuza de guión deja el camino libre a Alicia para que se quede con Juan. Mucho mejor, porque el delegado es más bien feo y tonto, y no vamos a dejar que el pibón se quede con el feo ¿verdad? No hombre, no, el pibón con el galán, de toda la vida. El otro Deus ex machina es que en realidad el abuelo de Angustias no murió por un tiro sino porque le atropelló un camión. De esta forma los guionistas resuelven el principal problema de la trama de un plumazo, y casi mejor, que la película empieza a hacerse larga. ¡Olé!

Nos falta comentar un par de escenitas dignas de mención: una en la que el Gerente casi se sale con la suya y, bulldozer en ristre se dispone a tirar la casa del abuelo. Juan se interpone a pesar de que está cagado de miedo, pero «como es español» tiene que sobreponerse al miedo y plantar cara. Un momento después se lamenta de la pérdida de «el Carro», lo que da pie a que cante «Mi carro, me lo robaron», cuya letra no tiene absolutamente nada que ver con el resto de la película…

(Opcional) ver desde 04:28 hasta 06:50

Esta escena, sin embargo, nos brinda el clímax visual de la película: las dos visiones de La Manga en 1970.

La Manga, 1970, hacia el sur. Se acerca el progreso en forma de hoteles y bloques de apartamentos. Promesa de riqueza y prosperidad para España

La Manga, 1970, hacia el norte. Aún una virginal y paradisíaca playa, con fastuosas dunas y flora y fauna arenícola.

La conclusión se precipita inmediatamente: como lo del cadáver guerracivilista es mentira, todo el conflicto de la trama se resuelve inmediatamente, se queda en agua de borrajas y Juan vende de mil amores, renunciando a TODOS y cada uno de los valores y convicciones que había defendido hasta el momento. Es decir:

– Juan y su abuelo venden el terreno, se forran y amplían el negocio.

– Alicia, sin ningún tipo de sufrimiento, deja al delegado por Juan, más guapo, apuesto y ahora, rico.

– La solterona se compra su minifalda y su televisor, y como está forrada, le salen pretendientes en todas las esquinas (eso sí, calvos y feos, no nos vayamos a creer)

– El Gerente no se forra, sino que se pudre de dinero, completa la compra de los terrenos e inicia la urbanización de La Manga para mayor gloria de España. Y además se pone las botas con las suecas.

La alegría es tan grande que hasta toca una banda local de música.

Ver desde 06:51 hasta el final (la letra es gloriosa)

Nótese qué jolgorio generalizado por la llegada del progreso y la prosperidad. ¡Ole, ole y ole!

Llega el momento de las conclusiones:

Muchos lectores poco reflexivos me dirán (si es que no han sufrido un ictus durante la lectura o disfrute de los vídeos), que esta película hay que colocarla en su contexto histórico, que es casposa y que nada tiene que ver con la España moderna.

¡FALSO!

Esta película, como decía al principio, recoge la quintaesencia de España reconcentrada: lo que hemos sido, lo que somos y muy probablemente lo que sigamos siendo hasta que el futuro se pierda en el horizonte del Big-Crunch.

España, básicamente, es un lugar bendecido por la naturaleza, pero no tanto por sus habitantes, que nos dedicamos sistemáticamente a dilapidar el patrimonio (en el pasado, presente y futuro) en el nombre de un falso progreso que nunca llega a cambio de la eterna promesa de que «las suecas» llegarán cargadas de dinero y prosperidad, de que nuestro sol es único y de que en ningún sitio se veranea mejor que aquí.

Para demostrar que no escarmentamos, caemos una y otra vez en los mismos errores, sacrificando a la más valiosa de nuestras generaciones y condenándola a vivir en la mierda o irse a trabajar a Alemania, como antaño. Todo antes de reconocer que vamos por el mal camino.

Pero lo malo no es eso, no, lo malo es que esto se acepta como lo más normal del mundo (más allá de las diatribas políticas coyunturales, que son un mero entretenimiento), y nadie parece que vaya a cambiar el curso de las directrices inamovibles de este país: ganar dinero vendiendo inmuebles (alquilar es tirar el dinero y una casa siempre es una inversión). Pese a todo, no parece que la cosa vaya a cambiar próximamente, ya que nuestro futuro presidente del gobierno nos ha aclarado que su plan genial para «arreglar la economía» pasa por:

Entre otras medidas de estímulo a la economía, Rajoy cita en la entrevista reducir el IVA del sector turístico -que considera «capital» para España- al 4%; rebajar el impuesto de sociedades en cinco puntos y rebajar los módulos -aunque sólo para las pequeñas y medianas empresas y los autónomos-.

También, bajar «selectivamente» algunas cotizaciones sociales, por ejemplo en el empleo juvenil, o recuperar la desgravación para compra de vivienda, punto este último en el que afirma con rotundidad: «No le quepa la más mínima duda, pero ni la más mínima duda».

Si a esto le añadimos lo de que nos da mucho yuyu remover fosas, y que siempre acabamos las cosas (incluyendo los guiones de cine) de forma chapucera (verbigracia: este propio post, pues ya os habréis percatado de que no me ha quedado fuelle para el final: yo también soy español), veremos con asombro que todos los elementos que configuran la esencia de España aparecen expuestos con clarividente inspiración en la película que acabamos de ver, Q.E.D.

Esto es lo que hay. Os lo advertí. Ahora no me lloréis.

PD: Os juro que originalmente esto era un post de humor, pero acabo de repasarlo y ya no estoy tan seguro.

Al menos las coplas os han molado ¿a que sí?

39 comentarios en “La película española definitiva: En un lugar de La Manga (1970)

  1. Un ictus casi me ha dado. Vergüenza ajena…

    Dónde me puedo esconder para que me trague la tierra? Te voy a retwittear. Este post tiene un valor incalculable xD

  2. A mi esta peli me encanta, joder, y llevo años sosteniendo que en el McGuffin del Carro de Escobar ya se contiene el germen de otros hitos cinematográficos posteriores como el barco de Chanquete en Verano Azul, el restaurante acosado de El Furor del Dragón (Bruce Lee) y la granja de Arquette en Sin Escape (Van Damme).

  3. ¿Por qué sale Sandra Bullock con una bufanda patria, esa que dice que al que no le guste España, que se vaya? ¡Si ella es yanki! ¡No lo entiendo! ¿Cuándo ha vivido en España esta tipa? ¡Nunca! A esta la quería haber visto yo con la Sinde, y los Bardem, ahí, dando el callo por la pobre industrial cultural española, que se hunde, que nos murimos de hambre, que ni pa farlopa de la buena tenemos, aaaay!!

  4. Pues yo estoy lleno de amorrr y hormonas porque Conchita Velasco lleva zapatos tipo Elektra, con cordones que le abrazan sus torneadas pantorrillas. Roargh.

    Por cierto, ¿me lo parece a mí o cuando finalmente se rinde al Hombre Español deja de vestirse a lo sueca guarrona para pasarse al typical spanish?

  5. Por cierto, si os ha molado la bufanda patriótica, hace años, cuando se hizo famosa, alguien creó una paginilla que te creaba una imagen de un tipo con ella extendida *y el texto que tú quisieras*. Brutal. Sé que por mi blog anda (hice un porrón, la tontería da pa mucho), pero cualquiera lo encuentra.

  6. Qué maravilla, sinceramente aún con exámen de botánica mañana no me arrepiento de haber elegido la pastilla roja.
    La conclusión que extraigo… que Manolo y sus coplas nos muestren una faceta de nuestra sociedad enmascarada pero subyacente, es posible. Pero tiendo a pensar que estamos en un cambio (lento quizá), pero imparable dentro del proceso de globalización. Españoles típicos (con quintaesencia) seguirá habiendo pero también gente que mire más allá de la filosofía «Esto es españa».
    Un Saludo!
    .

  7. Muy buena la síntesis de la peli (y las coplas), y la reflexión aunque no tenía el kit gafapasta.

    Po último espero que cuando acabe la carrera siga habiendo sitio para mi en Alemania, y poder apuntarme al plan de Illuminatus.

  8. Me disculparás que me haya saltado la parte multimedia de tu presentación: no me cabe duda de que terminaré encontrándomelas, más tarde o más temprano, alguna tarde de domingo en el televisor de mis suegros, enclavado como está en el canal Castilla-La Mancha TV.

    Y dicho esto: ¿por qué no ganaría Napoleón aquella maldita guerra? Ahora todos seríamos bilingües en francés y tendríamos una primera dama digna de tal nombre. Vive la Republique!

  9. Apoyo la moción retrohistórica-revisionista de Iván. Ahora cobraríamos 1.200 €/mes como mínimo! ¡Y nos jubilaríamos a los 60! (ó 62) ¡Napoleón, vuelve!

  10. se te ha saltado una parte del análisis gafapasta:
    en el minuto 7:30 del video, uno se lanza en el trampolín y se pega el planchazo de su vida. Esto, indudablemente y pensado por los guionistas, representa el planchazo que se pega el español cuando suben los precios por el boom y posterior burbuja generado con el turismo, al coincidir también con esa parte de la letra, en una gran metáfora gafapasta. (la letra de la última parte del video, efectivamente no tiene desperdicio…).

    Fuera coñas, me ha encantado el post, lo triste es que tengas razón, este país lleva siendo así mucho tiempo, y parece que seguirá durante mucho más.

    En fin, por algo Alemania vuelve a ser otra vez en la historia la primera potencia económica de Europa, después de sufrir la 2ºGM y quedar devastada y dividida posteriormente durante 40 años por la guerra fría, y en cambio España sigue siendo el culo de europa en prácticamente cualquier campo, menos en el refinado de turistas, gran industria donde las haya. Y en música culta, Alemania nos da todavía mil vueltas más, ya no solo en nº de orquestas profesionales, si no simplemente por el respeto y apreciación de la música en la sociedad, y el grado que tienen de desarrollo (los conservatorios mejor no compararlos).

    Para darle otro toque casposo al post, no vaya a ser que nos culturicemos demasiado y no parezcamos Españoles de bien, un comentario más, fruto en parte de la necesidad: A la de la bufanda españolita, a las suecas, y a C.Velasco en la película, melasfo… a todas. He dicho

  11. Esperaba no ver más esta película, pero mira por donde entre Bio y tú me habéis hecho revivir uno de los peores momentos que vivo cada 6 meses más o menos. Mis suegros son FANS de esta peli. Qué digo, SUPERFANS. Y la tienen en DVD y cada vez que se acuerdan la ponen. Y se acuerdan cuando estoy yo, los cabrones. Ale, ya decía yo que los martes son una mierda.

  12. ¡¡¡Lanarch, cabrón, que me acabas de joder toda la trama de la partida!!!
    Dioses, espero que esto no lo lean mis otros jugadores…

    Vuelta al post. Sí, yo pensé que era de humor, pero creo que se me fueron calentando las narices a la vez que tu prosa iba dejando de ser afilada para pasar a considerarse dentro del grupo de «Las Sierras Mecánicas: de la Radial a la Sierra de Cinta».

    España es así, cierto. Y me dirán lo que quieran, pero da igual vascos que catalanes, castellanos que gallegos: españoles todos, porque nos comportamos igual estemos donde estemos, nos importan las mismas mierdas y pasamos de lo importante. El 80% de la sociedad española es así, y del otro 20% la mayoría son los que tiran de los hilos de la penosa titeretería a la que, al final, sólo quiere seguir con su vida y que no le obliguen a pensar para poder hacerlo.

  13. La promoción del ladrillo, el mangoneo, la caspa, los toros, el macho ibérico, el chiringuito, el gil&gil, .. en definitiva, la caspa hecha película.

    Lo que no imaginaba es que se pudieran escribir tantas lineas sobre la película sin insultar a la madre de mucha gente. Que educado eres.

  14. Próximamente intentaré ver la película, pero si que me ha servido esta entrada para hacerme una idea del tema.
    Y me ha gustado tus conclusiones finales, y que hayas ido a parar al tema de fondo , yo en vez de la pregunta de ¿ Qué es España) me pregunto, ¿ que coño de raza o subespecie de hominido es el español? por seguir manteniendo y enviando al poder a ineptos, analfabetos…que solo gobiernan en pro de su partido o su bolsillo y no por el de la ciudadanía. Sean del partido que sean. ¡que quede claro!
    Un gobierno que nos está invitando estos días a que cojamos la maleta y nos largemos a Alemania para que no le incordiemos; pero sabe de sobra que esta juventud supercualificada pero en paro, no tenemos cojones para darle una patada en el culo, a él y a todo el sistema.

    ¡ostias! me he calentado…perdona,

  15. Pues sí, amigos, sé que ha sido duro, pero cuando supe de esta película hace unos meses entendí que ahí ya estaba el germen de la españolidad. ¿Os imagináis lo que sería pasear a pie o en bici por la Manga, virgen, bañándote en el Mar Menor como cuando tenía caballitos de mar y no un 10% de meados de turista. En cualquier país civilizado ese espacio sería un santuario natural protegido. Hoy es (con perdón) un destino playero de mala muerte.

    Biónica: ¡gracias, gracias! Es duro de aceptar, pero es nuestra obligación moral divulgarlo.

    Illuminatus: ¿Si alguno nos quedamos por aquí podemos marcar la puerta de nuestras casas con sangre de choni o algo así, para no ser erradicados?

    Antonio: ¡Joder! Me ha encantado tu interpretación, se me había escapado el McGuffin. ¡Un valor más!

    Eulez: anda ya, ¿Qué va a ser Sandra Bullock?

    Lanarch: ¡Ya te vale, descubrir mi tapadera! De hecho estaba buscando al tío don la bufanda, pero mirando imágenes de Google me salió antes la moza y dije «¿Por qué no?

    Batracio: espero que el examen de botánica te haya salido bien y que no te haya traumatizado en exceso la reveleision. Y ojalá tengas razón en lo de la transformación.

    Herbert: Te hago la misma pregunta que a Illuminatus. ¿Hay forma de marcar la puerta?

    Mecacholo: conspirando contra la humanidad, supongo. Hace tiempo que no hablamos.

    Iván: Coincido en lo de Napoleón, pero ¡Por el amor de Dios, no te pierdas las coplas! ¡Al menos la última!

    Neófito: ¡Muy bien visto! Me alegro de que te haya gustado ¡Y bien por la declaración de melafo! ¡Valiente!

    Sr. Cuervo: Jajajaja, lo siento, pero me he puesto en situación y me parece adorable que esta película tenga fans tan acérrimos (además de yo mismo, quiero decir)

    Radagast: pues mejor que sigamos pensando que es de humor… que si no lloramos

    Trebol-a: me lo tomaré como un piropo, y me quedo con tu definición: la caspa hecha película.

    Bibiano: totalmente de acuerdo, me alegro de que te haya gustado, y sí, si tienes oportunidad, tienes que ver la película. Es mucho más de lo que yo pueda contar.

    Jezabel: ¡Sabía que te gustaría!

  16. Iba a decirte que pusieras la primera canción de la película como timbre, pero lo de la sangre de choni me parece bien. Yo no me atrevería a ponerla (a saber la de enfermedades que puede transmitir, incluido el sindrome del cani), mucho menos a tocar una puerta embadurnada.

    También podéis, como opción recomendada, poner una imagen de Tayler-Pepe que os diferencie como hermanos seguidores de la religión de la evolución.

  17. Increíble reveleixon la de este post… por cierto, alguien se ha fijado en que Manolo Escobar intenta cantar con acento murciano? Acho… esto es españa, efectivamente… como es lo de marcar la casa con sangre de choni? vamos a morir todos? Avisadme antes, que me voy al parque a cosechar un poco pa mi puerta!!

  18. Herbert, Virginia: si lo preferís, podemos adoptar la efigie de Tyler-Pepe para evitar la contaminación de sangre de choni.

    Exseminarista: ¡Salud!

    Rompeconejos: pero ¿es Sandra Bullock o no?

  19. A mi me vale la imagen de Tyler-Pepe.

    Pero siendo seguidores de la religión de la evolución (me encanta) debemos eliminar al más débil (Chick dixit) para que queden sólo los mejores más inteligentes (Chick dixit).

    Por lo tanto yo voto por la imagen de Tyler-Pepe y que todo el que tenga oportunidad use también sangre de choni o similar (por ejemplo gente con Power Balance).

  20. ¿Sr. Copépodo, no será usted el guionista de Xisca Tangina Martorell en su famoso «Carne de Viedo Club»? Escuche, escuche esta muestra (a partir del minuto 11):

    <p style="font:bold 23px/24px arial, sans-serif;letter-

  21. Pero esto era cosa de la España pre-autonómica en la que una serie de jerifaltes corruptos centralistas, desconocedores de la realidad local no pensabam más que en vender nuestro patrimonio natural para sacarse unos milloncetes. En cambio ahora con el desarrollo de las autonomías y las transferencias urbanísticas a los ayuntamientos………..CARAMBA QUE COINCIDENCIA

  22. Con mi facilidad para olvidar las películas que acabo de ver, supongo que el recordar ésta, que vería hace décadas, es algo más que significativo… Igual me ha dejado ‘marcao’ y aún no me he dado cuenta…

  23. Bueno, en el minuto uno ya me has dejado marcado al usar la palabra ‘escalofrightenialidiscoespailidoso’, y con esa cara me he quedado leyendo el resto del post. Excelente ejercicio, que finura, que perspicacia, que tesoros tenemos en el cine y oportuno es que hayas recuperado esta joya para nosotros. El análisis es para elevarlo a los altares.
    E independientemente de todo lo dicho, madre mía, como estaba la Velasco…

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