La naturaleza de Madagascar contada para europeos (1/6): Introducción

Lémur marrón de frente roja (Eulemur rufus)De Madagascar sólo puedo decir a los naturalistas que es su verdadera «tierra prometida». La naturaleza parece haberse retirado allí a un santuario privado, donde pudo trabajar con modelos distintos a los que había usado en cualquier otro lugar. A cada paso se encuentran formas extrañas y maravillosas… Madagascar, qué país tan admirable.

Philibert Commerson, 1771

En pocas ocasiones tengo la sensación de que este bloj cumple un propósito noble como la que me trae a iniciar esta serie. Después de algunos años soñando con realizar este viaje, meses de preparativos y apenas unos brevísimos veintiún días para paladear esa «tierra prometida del naturalista», estoy muy contento de poder acercaros un pelín al salón de vuestra casa la naturaleza de Madagascar con material original.

TroncoAl igual que en las series hermanas sobre Nueva Inglaterra y El Cabo, este conjunto de entradas no tiene en absoluto la intención de contar de forma completa cómo es la naturaleza de Madagascar (sobre la que hay muchísimas y excelentes fuentes), sino una versión breve, personal y muy sesgada que se basa en mis notas de campo y fotografías y la información recopilada antes y después del viaje. Salvo que se diga lo contrario, las fotografías son las que están en los correspondientes álbumes de Flickr y se pueden ampliar clickando sobre ellas. Espero de verdad que las disfrutéis.

Álbumes en Flickr:

Madagascar (general) ::  Flora malgache ::  Fauna malgache ::  Sólo lémures

Comunidades rupícolas

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Introducción

Decir que Madagascar es una isla y por tanto su biota es única porque ha evolucionado en aislamiento es una tremenda simplificación. Madagascar es un lugar excepcional y sobresaliente en todo el planeta y por qué la flora y la fauna es la que hay y no otra es una cuestión que no se ha terminado de resolver. Madagascar es una isla, sí, pero no sólo es la cuarta isla más grande en superficie, sino que es la isla más antigua de la tierra. En todo el devenir tectónico de la corteza terrestre, lo que hoy llamamos Madagascar lleva aislado del resto de los continentes unos 150-120 millones de años (depende de la fuente).

Originalmente formaba parte del supercontinente Gondwana, estratégicamente situado en un bolsillo entre lo que luego sería África, India y la Antártida. La proximidad relativa con estos otros territorios del hemisferio sur durante la era Mesozoica explicará algunos de los rompecabezas biogeográficos que se nos plantean hoy en día. Madagascar no estuvo sola al comienzo de su aislamiento. Durante el Jurásico y parte del Cretácico formaba junto con la actual India una isla enorme que acabó desmembrándose en dos porciones desiguales durante el Cretácico, hace unos 70 millones de años. La India, que tuvo a su vez que albergar una biodiversidad espectacular e igualmente única, acabó chocando estruendosamente contra el sur de Asia hace unos 55 millones de años, y por lo tanto su flora y fauna se homogeneizó con la del sur del continente. Sin embargo, Madagascar continuó en su condición insular mientras en el resto del mundo se extinguían los dinosaurios, evolucionaban nuevos linajes de plantas y surgían las megafaunas de mamíferos.

En el Jurásico, Madagascar formaba parte de Gondwana. Durante un largo lapso de tiempo constituyó una isla enorme junto a la India, sin embargo esta isla fue atravesada por una nueva dorsal oceánica en el Cretácico y el Indostán acabó fundiéndose con Asia y originando los Himalayas, mientras que Madagascar permaneció aislada.

Helecho arborescenteDe una extensión comparable a la de la Península Ibérica, Madagascar está situada casi en su totalidad en la región intertropical. Sólo una pequeña porción del sur queda por debajo del Trópico de Capricornio. La geografía de la isla y de alguna forma los biomas que se dan en ella están fuertemente determinados por la cordillera montañosa que recorre Madagascar paralelamente a la costa oriental (no son grandes elevaciones, ya que el pico más alto mide 2642 m). Un transecto que comience por el este se encuentra primeramente con este gran escarpe, que una vez sobrepasado desciende muy suavemente hacia el oeste a lo largo de las llamadas «tierras altas», que engloban gran parte del interior de la isla y que presentan relieves muy suaves. Finalmente la tierra firme alcanza el nivel del mar en el canal de Mozambique. Esta asimetría tan llamativa repercute notablemente en el clima.

La mayoría de las precipitaciones las traen los vientos alisios del este. Las nubes descargan con intensidad a lo largo de todo el año cuando chocan con la cordillera oriental. De esta forma esta franja del país está sujeta a un clima similar al ecuatorial, casi sin estacionalidad ombrotérmica, con temperaturas estables y precipitaciones que pueden superar los 3000 mm al año. El resto de la isla está a la sombra de los alisios y presenta un clima tropical más acorde con esta latitud, con una estación de lluvias y una estación seca, aunque con cambios locales.

En la zona de las tierras altas, la continentalidad matiza el clima haciéndolo más frío que en la costa. Por su parte, en la región suroeste la aridez es más que notable llegando a producirse en algunos puntos precipitaciones de sólo 300 mm al año y constituyendo un dominio propio. Por último, hay una pequeña región en la zona noroccidental de la isla que está sometida a un clima propio de tipo monzónico.

Como es de esperar, los distintos tipos de clima determinan distintos tipos de bioma y voy a usar algunos de ellos como hilo conductor de esta serie (incluyendo sólo aquellos que he podido visitar).

Vistazo muy simplificado de las zonas climáticas que hay en Madagascar y los biomas potenciales que determinan

Sobre la flora y la fauna que puebla la isla, no creo que sea ninguna sorpresa decir los niveles de endemicidad se encuentran entre los mayores de toda la biosfera. Sólo en cuanto a plantas se estima que Madagascar alberga unas 12.000 especies de angiospermas, de las cuales entre el 80% y el 85% son endémicas. Compárese con la situación en la Península Ibérica (de superficie similar): unas 8.000 especies y una endemicidad del 18% (¡y ya son unas cifras absolutamente sobresalientes a nivel europeo!). En determinadas regiones o incluyendo sólo determinados tipos de plantas este valor aumenta más aún: el 95% de los árboles malgaches son endémicos. Con la fauna ocurren cosas parecidas, empezando por los mamíferos terrestres (todos ellos son endémicos) y llegando incluso a animales tan capaces de moverse a través del océano como las aves (un 51% de las aves malgaches son endémicas, algo realmente excepcional).

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis) Garzas de Humblot (Ardea humbloti)

A la izquierda, una garcilla bueyera (Bubulcus ibis), vieja conocida de cualquier naturalista ibérico, que se puede observar desde Europa hasta el sur de África, también está presente en Madagascar. A la derecha otras ardeidas, garzas de Humblot (Ardea humbloti), que sin embargo son endémicas de Madagascar.

Tan interesante como el nivel de endemicidad son las curiosas afinidades biogeográficas de los grupos presentes (y ausentes). Lo lógico es pensar que la mayor influencia es africana por la cercanía con este continente (así ocurre, por ejemplo, con los camaleones o los nectarínidos), pero sorprende el hecho de que, por ejemplo, no haya varánidos (típicos de Asia y África) y sin embargo sí hay iguánidos, que son originarios de Sudamérica. Si a alguien le interesan estos asuntos, puede empezar preguntándose por el origen de los lémures que ya se trató aquí.

Furcifer sp. Lagarto de cola espinosa (Oplurus cf. cuvieri)

Furcifer sp., un camaleón, y Oplurus cuvieri, un iguánido. En ningún otro lugar del mundo se pueden ver conviviendo a estos grupos de reptiles.

La historia de la llegada del ser humano a Madagascar también resulta muy interesante: esta isla fue de los últimos lugares del mundo a los que llegó el hombre, ya que hasta hace tan sólo unos 2000 años ningún ser humano había pisado estas tierras. Curiosamente estos primeros pobladores eran procedentes del sureste asiático, y no de la cercana África. Esta afinidad asiática es visible, no sólo en los rasgos físicos de los malgaches de determinadas áreas, sino también en el propio idioma local, que los lingüistas no dudan en adscribir al grupo malayo-polinesio. A lo largo de la historia, sin embargo, pueblos africanos colonizaron el oeste de Madagascar antes incluso de la llegada de los europeos. En la actualidad se distinguen 18 grupos étnicos en Madagascar, cada uno con su propia historia y costumbres.

Chica Betsileo Chicos sakalava

Una chica betsileo en Ambositra y unos chavales sakalava en Miandrivazo, muestra de la diversidad étnica incomparable de Madagascar.

No menciono al ser humano por casualidad, sino porque es imprescindible entender su papel como transformador del paisaje para explicar la naturaleza de Madagascar que vemos hoy. Así, aunque en las próximas entradas os hablaré de lugares increíbles que quitan el aliento no hay que olvidarse de esto:

FuegoIncendio provocado para proporcionar pasto al cebú

La realidad de Madagascar es que un 90% de su superficie ha sido deforestada. Esto se debe principalmente a los modos de vida de sus pobladores que a menudo resultan muy destructivos para el medio. En las tierras altas y el este, las terrazas de cultivo de arroz o, si acaso, extensas repoblaciones de pinos y eucaliptos han acabado con el paisaje original en muchas regiones. En las zonas de bosque tropical caducifolio, un parte inmensa de la economía local depende directamente de la cría del cebú. Para mantener la tremenda población que hay de estas reses, los malgaches queman una y otra vez el campo para favorecer el crecimiento de pasto adecuado. En algunas regiones, como la meseta de los Bara, la eliminación del paisaje vegetal original es prácticamente absoluta. Las reflexiones acerca del fundamento y del impacto que tienen estas prácticas ancestrales en el país (ahora mucho más poblado que en sus orígenes) llegarán en una entrada futura, pero a lo largo de esta serie no hay que dejar de tener en cuenta el grave peligro que corren estos ecosistemas insustituibles.

CebúUn puto cebú

Después de esta presentación, nos vemos dentro de unos días para explorar los bosques semiáridos espinosos del suroeste.

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«La naturaleza de Madagascar contada para europeos»

1. Introducción
2. El bosque espinoso semiárido. Las megafaunas extintas
3. El bosque tropical caducifolio
4. El interior y las tierras altas
5. La pluvisilva montana
6. Información práctica

29 comentarios en “La naturaleza de Madagascar contada para europeos (1/6): Introducción

  1. Aaaah! Pues aquí se explican algunas de las cosas que me llamaron la atención de las fotos, como lo de la variabilidad del clima (tremendo) y lo de la gente, que no parece africana del todo… Por cierto, me acabo de enterar de qué es una «especie endémica», en la Wikipedia dice que en Madagascar es la osti para eso de la endogamia, digoo, del endemismo ese

  2. Como siempre, interesantísimo. A los moleculares nos tendrían que obligar de vez en cuando a levantar la vista de nuestras placas/cultivos/microscopios/loquesea y obligarnos a ver ese mundo de colores que nos muestras en tus fotografías. Por díos, si yo ya me emociono con un simple gato callejero, que no haría al ver un lemur de lejos (por cierto ¿dejaban que os acercarias mucho los bichejos esos?).

    Gracias y ya estás tardando con las subsiguientes entradas.

  3. Interesantísima introducción: concisa, precisa, y lo suficientemente apasionante como para que estemos ya deseando leer la siguiente entrada. Yo también te envidio, pero no sólo por el viaje, también por tu capacidad de expresión y transmisión del conocimiento. Gracias por acercarnos una vez más a un extraordinario punto del planeta.

  4. Deberías publicar tus secciones de «loquesea contando para europeos» en plan guías de Lonely Planet… en serio. Yo voy a recopilarlas, pasarlas a pdf y hacerme un librillo (sobre aquellos sitios a los que por desgracia es posible que nunca vaya pero me imagino yendo…). Enhorabuena por enésima vez!!

  5. Genial artículo para una serie que promete ser apasionante (y bastante detallada, por lo que veo). La verdad es que no me esperaba que Madagascar tuviera ese tamaño, comparable a la Península.

    Y muy buenos los álbumes de fotos, una gran cantidad de fotos.

    Ánimo con la serie, a ver si nos puedes acercar esa preciosa isla, algún día habrá que visitarla en persona :D

  6. A la altura de lo esperado, así que nada nuevo (ya se me ha adelantado alguien diciéndote que tienes un don para escribir, como era de esperar).

    Me he quedado pillado con lo de las megafaunas extintas. Lo de las extinciones es una de mis fijaciones. ¿También aquí? ¿Cómo se extinguieron? Bueno, vale, que me adelanto.

    Gracias, Rafa.

  7. Bueno, bueno gracias por los cumplidos pero no os paséis con la jaboneta que tampoco es para tanto. El lunes que viene capítulo 2.

    Eulez: está bien que aprendas lo que es un endemismo. En la wikipedia no viene, pero debes saber que los endemismos hacen que los biólogo-naturalistas den gritos de emoción, se pongan a hacer fotos como locos y se les caiga la baba como a idiotas. Cuanto más restringido es el endemismo, más contentos se ponen los muy tontos. Luego cuelgan las fotos en el bloj para dar envidia porque en el fondo lo que les gusta es pavonearse.

    Devil’s Advocate: lo bueno de ser naturalista es que nadie te pide carnet ni título. Incluso los biólogos de bata pueden ser naturalistas… y los abogados, los mediopensionistas… Daré detalles sobre avistamiento de lémures. Según la especie, el lugar y la suerte, se pueden ver muy de cerca.

    Javier: muchas gracias hombre, pero ya sabes que el planteamiento de estas series tiene la limitación de que no puedo ser exhaustivo y que me tengo que ceñir a cuatro cosas. En el fondo es una ventaja, escribirlo de verdad como una guía cae fuera de mis posibilidades actuales, y es bueno que sea así (mi bloj es mi castillo, y me gusta que sea como una mesa-camilla donde todos comemos galletas mojadas en leche mientras vemos, en este caso, fotos de Madagascar).

    Cendrero: gracias. De hecho Madagascar es algo más grande que la Península, pero me servía para hacerme una idea de las distancias en el mapa (aunque eso no tenía en cuenta las limitaciones de los transportes locales, claro).

    César: ¡Ah! ¡Pobres megafaunas malgaches! Incluyo ese tema porque me pareció muy frustrante saber lo que hubo pero no podremos ver nunca. ¡Paciencia!

    Pues eso, que gracias a todos por comentar y ponerme las orejas rojas.

  8. Flipante lo que cuentas de la colonización humana. Eso significa que en tiempos de los antiguos griegos (casi como ayer) en esa isla probablemente no había ni dios.
    Imagínate que antes que los asiáticos, hubiesen llegado los púnicos o los egipcios.

  9. ¡Equilicuá! Pese a que hay lugares del mundo mucho más remotos (considerando el origen africano de nuestra especie) resulta asombroso que en tiempos tan recientes Madagascar fuese un lugar genuinamente prístino. Se me hace la boca agua de imaginar cómo tenía que ser aquello antes de que llegaran los putos cebúes.

    ¿Y si hubiesen llegado los egipcios antes? Posiblemente habrían construido templos y estatuas con pies de cuatro dedos cerca de las surgencias electromagnéticas de la isla. No lo sé seguro, pero es lo más probable.

  10. Apasionante. Sobretodo me ha gustado que nos sueltes el rollo por etapas, así algunos podemos leerlo a poquitos entre experimento y experimento.

    Las fotos me desencajan la mandíbula, máxime porque me imagino lo que sería presenciar en directo lo que se muestra.

    También me parece increíble que sea una isla tan antigua y poblada tan recientemente… no lo sabía. Y bueno, también iba a hacer un ingenioso comentario lostiano, pero ya veo que he llegado tarde…

    A la espera de más.

  11. Bueno, no tengo palabras, vaya viaje vaya crónica, necesito el siguiente post como agua de Mayo jaajaja

    Por cierto que tal te salió de precio el viaje?

  12. Vaya tela con los polinesios, creo que fue en un National Geographic donde leí que también ellos llegaron a lo que hoy es Perú hace apenas 2000 años, despues de expandirse lentamente durante milenios por el Pacifico. Pero vaya, que huevos más grandes llegar a Madagascar, esa parte me parece muy impresionante, navegaban casi al azar, a saber por cada uno que llegó a una isla cuantos quedarían en el camino… enseguida me imagino naves generacionales surcando el universo solo para ver si alguna llega a un planeta habitable, y me da una cosica por la espalda… xD
    Pero no nos vayamos del tema, se ve, se huele que este viaje es y ha sido algo realmente grande, y es todo un privilegio que lo compartas con nosotros.

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  16. «Un puto cebu» jajajajjab geni@ la verdad me sirve mucho esta informacion para darla en mi expocicion gracias por publicar…. Ojala tenga tanta suerte y pueda viajar allá saludos desde Argentina!

  17. «Un puto cebú» jajajajjaj que geni@. La imformacion me viene genial para mi expocicion gracias!!! Saludos desde argentina!

  18. Pingback: Madagascar: la Atlántida del Sur | Blog Cátedra de Historia y Patrimonio Naval

  19. EL CEBÚ NO ES PUTO, POBRECITO!!!. LOS QUE TIENEN LA CULPA DE QUE ESTÉ ALLÍ ,SON LOS SERES HUMANOS QUE VIVEN DESTRUYENDO EL PLANETA TIERRA. ¡¡¡TE FELICITO!!! ME ENCANTAN TUS ESCRITOS, SON FABULOSOS. HACES QUE VIVAMOS EN LOS LUGARES QUE EXPLORÁS.

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